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|| Goku Black ||

Maldicion, ¿Que paso aquí?

Lo único que recuerdo es, haber salido al centro comercial y después... ¿Una explosión? Pero, ¿De dónde provino? ¿Que está pasando? ¿Porque hay tantos edificios destruidos y personas muertas?

Esas y miles de preguntas giraban en la cabeza de ___, ella había salido a comprar ropa nueva pero una explosión llamó su atención la cual estaba muy cerca de allí, trató de ir a investigar pero otra explosión la tomó desprevenida haciendo que se golpeas con todo lo que tenía al rededor logrando fracturarle varias costillas eh incluso dejarle unas cuantas heridas.

Se podría decir que, todos los chicos de su clase se morían por ella y muchas chicas la envidiaban por esa misma razón. Además ese día llevaba ropa negra muy apretada, clásica ropa adolescente de hoy en día, la cual favorecía su hermoso cuerpo el cual, no estaba super dotado pero para todos los chicos era hermoso.

La fémina se encontraba caminando por los gigantescos escombros mientras cojeaba ya que un pedazo de vidrio se había clavado en su muslo derecho provocándole un insoportable dolor en esa zona.

No muy lejos de donde se encontraba la fémina estaba uno los causantes de todo este alboroto, el tipo que se hacia llamar Black. Este se encontraba con una sonrisa de satisfacción en el rostro mientras lanzaba patadas y puñetazos al aire entrenando. Su plan iba a la perfección y eso lo emocionaba demasiado ya que, por fin podría ser el Dios más poderoso que haya existido. Pero un ruido de una lata cayendo lo hizo dar un salto colocándose en posición de pelea.

-¿H-Hola? -preguntó la castaña con un hilo de voz.

El saiyajin soltó un bufido molesto al ver a una humana mirarlo aunque tenía que admitir que aquella chica era realmente hermosa, recorrió su cuerpo con la mirada pero se detuvo en su muslo el cual estaba sangrando por aquel vidrio incrustado en el. Justo cuando el le iba a preguntar algo la fémina se dosplomo desmayandose haciendo que Black chasqueara la lengua susurrando un: "Inútil" al verla tan débil.

Por unos segundos la miró con repulsión al ser una raza tan débil pero tan destructiva a la vez pero después la miro diferente. No sabía cómo explicarlo pero sólo le prestaba atención a su rostro y cuerpo. Camino hasta ella, la cargo en sus brazos estilo princesa y se la llevó a la cabaña donde se supone estaría Zamasu. Cuando el piel verdosa lo vio con una mortal en brazos lo regaño diciendole que el se haría cargo de ella. Black sin hacerle mucho caso camino a su habitación acostandola en la cama, ahora tenía que curar sus heridas.

Le quito las prendas tan apretadas que tenía dejándola en ropa interior provocando un cosquilleo en su zona baja al contemplarla así. Trató de concentrarse en quitar el vidrio de su muslo lo cual logró con éxito vendandola como último paso. Una vez sus heridas estaban completamente curadas se disponía a irse pero su mirada no se separab de su cuerpo, sus manos se movieron solas acariciando su muslo dañado cuidadosamente subiendo por su abdomen llegando a sus pechos los cuales apreto ligeramente logrando que un gemido escape de los labios de la castaña, cuando estaba a punto de quitarle su sujetador se detuvo y salió corriendo de la habitación.

Minutos después la fémina abrió los ojos notando que estaba en una cabaña, sus heridas estaban vendadas y había un atuendo al lado de su cama. Se levantó como pudo y se lo coloco, era un vestido corto hasta un poco más arriba de los muslos el cual le quedaba apretado, se coloco los zapatos que estaban al lado de la cama sin estar muy segura de salir o no.

-Ya despertaste. -

Ella giro en dirección de la voz encontrando al mismo tipo que vio antes de desmayarse. Por un momento se asustó aunque debía de admitir que aquel sujeto era muy atractivo.

-¿Que hago aquí? -preguntó confundida.

-Yo te salve, así que ahora debes servirme como agradecimiento. ¿Esta claro? -dijo con voz ronca.

Un escalofrío recorrió todo el cuerpo de la fémina, simplemente asintió ya que no pensaba oponerse a tan amenazante ser.

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El tiempo pasó y la relación con ambos poderosos seres se volvió mejor. Se podría decir que Zamasu ya te dejaba comer en la mesa junto a ellos y eso es un gran avance, por parte de Black pues... Intento muchas veces el acostarse contigo pero siempre eras salvada por Zamasu. Esta tarde, te tocaba lavar los platos y Zamasu había salido a buscar algo de comida y de paso destruir algunas ciudades.

Te encontrabas lavando tranquilamente pero sentiste algo rozar tu trasero, tomaste lo primero que encontraste lo cual era una sarten y giraste con toda la intención de golpear a ese maldito que estaba haciendo eso pero te detuviste al ver que era Black el cual se había asustado con tu reacción.

-¿Que quieres Black? -preguntaste volviendo a hacer tus deberes.

-¿En serio lo preguntas? -dijo tomando tus caderas inclinandote hacia delante mientras frotaba su miembro contra tu trasero.

Soltaste un gemido al sentir un bulto contra tu trasero. El te giro besando tus labios mientras caminaban hacia la mesa sentandote y posicionándose entre tus piernas separándose de tus labios ahora atacando tu cuello mientras quitaba tu vestido.

-Mm... Black espera... Esto está mal.. -dijo entrecortada mientras trataba de alejarlo.

-No tienes derecho a decir eso mortal, yo te salve, tienes que servirme, ¿Recuerdas? - preguntó mordiendo tú cuello.

Asentiste. Ya desnuda quito tu sujetador dejando tus pechos totalmente expuestos sólo para el. Metió uno de tus pezones a su boca y sin piedad empezó a succionar y morder, cuando se separó se puso en cunclillas quitandote las bragas introduciendo inmediatamente su lengua a tu entrada mientras tu te retorcias de placer sobre la mesa.

Por fin Black la tomaría, solo para el. Y nadie más.

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