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SEOKJIN

Soy Kim Seokjin, tengo 26 años y vivo en Seúl; mantenido por un viejo mafioso y baboso al que le gusta gastar dinero. Mucha gente le debe prácticamente la vida y yo, junto a algunas personas más, nos encargamos en forma individual de cada idiota que no cumple con su palabra.

Hace una semana me encontraba caminando por el pasillo de la enorme casa de mi jefe. Me había llamado para darme una misión; me gustaba decirle así aunque "misiones" no era la palabra correcta.

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31/05/2019

-¡Seokjin! -exclamó el hombre desde su escritorio cuando lentamente abrí la puerta de su ooficina-. Pasa querido, siéntate aquí -señaló el pequeño sofá que estaba frente a él y yo obedecí casi al instante, ingresando al pequeño cuarto luego de hacer una reverencia-. ¿Cómo estás?

-Muy bien, algo cansado pero bien -solté una pequeña risita.

-Oh, bueno. Agradece que este trabajo es para la próxima semana -apoyó los codos en su escritorio y lo miré atentamente.

-Lo escucho.

-Hace casi 8 meses, Seo Ju-hyun y Kim Hee-chul, una pareja que simula no tener dinero, me pidió una buena ayuda económica para poder comprarse una casa.

-Dejeme adivinar -dije cuando encontré la oportunidad de hablar-, no le han pagado y ahora debo ir a matarlos -sonreí un poco-. Acep...

-No es así exactamente -me interrumpió, alzando su dedo indice para callar mis palabras-. Descubrimos que hace 6 meses se fueron del país -se levantó de su silla y caminó a un mueble lleno de cajones para sacar unos cuantos papeles, los cuales colocó frente a mi y volvió a sentarse-, pero han dejado a su querido tesoro aquí -me hizo una seña, indicándome que podía leer lo que había en frente mío y de manera cuidadosa tomé lo que parecían ser algunos documentos.

-¿Quién es él? -pregunté luego de leer el nombre y observar la foto que se hacia presente en la primera hoja.

-Kim Namjoon es el hijo de la pareja que te nombré -yo continuaba leyendo los detalles de aquel chico-, trabaja en una cafetería, casi llegando al centro de la ciudad. Sus padres lo vienen a visitar cada 2 meses y hace unas semanas fue la ultima vez que lo hicieron.

-¿Puede decirme que es lo que debo hacer? -pregunté luego de notar que la segunda hoja no contenía información muy relevante.

-Quiero que lo mates -soltó sin darle más vueltas al asunto-. No quiero matar a su padre o a su madre; si su hijo muere, ambos sufrirán más de lo que una bala en su craño los haría sufrir.

No me gustaba mucho la idea de asesinar a alguien que no había hecho nada. Varias veces me negué a realizarlo pero en estos momentos, mi jefe no tenia a alguien para ayudarlo más que yo, asi que solo asenti lentamente sin chistar; no quería correr el riesgo de perder mi trabajo

-¿Como debería hacerlo?

-Hazlo como tú quieras -giró en su silla para ver por la ventana-. En una semana iras a su ciudad natal, tienes tiempo de pensar la forma en la que acabarás con la vida de ese desgraciado -volví a asentir-, te hospedaras en un departamento, cerca de su trabajo. Iras con una buena cantidad de dinero en tu tarjeta y si alguien pregunta, vas a visitar a tu abuela ¿Ok? -sabía a que se refería y solo pude mover mi cabeza de arriba a abajo, indicándole que había entendido.

-Haré lo mejor que pueda -me levanté de aquel asiento y antes de dar una reverencia, aquel hombre habló de nuevo.

-Hay algo de debes saber -se levantó.

50 VECES ROSA // ~namjin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora