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Mis manos pedían desesperadamente que Namjoon quitara sus malditas prendas, pero por ahora lo único que hacía era besar mis labios y mi cuello.

-Nam -susurre y él me miró fijamente. Aquella mirada hizo que mi cabeza se perdiera por completo; sus labios estaban brillantes y algo hinchados, sus ojos llenos de lujuria y algo de sudor reposaba en su frente al igual que en la mía-, por favor, dejame quitar tu ropa -suplique luego de separarlo un poco y él, sin darme ninguna respuesta, simplemente se levantó de la cama.

Mordí mi labio cuando vi aquel bulto en sus pantalones, disipando por completo la duda de si su pene era pequeño. Me coloqué frente a él y comencé a desabrochar botón por botón aquella camisa a cuadros. Fue inevitable pasar mi mano por sus abdominales y luego de unos segundos ya tenía al moreno con el torso totalmente descubierto.

Me senté en la cama y lo acerqué a mí, tirando de su cinturón y comencé a desabrochar todo desesperado. Con su ayuda pude quitar su pantalón y en movimientos lentos el mismo quitó mi camiseta para besarme desde mi mandíbula hasta mis labios.

El cuerpo de Kim Namjoon era perfecto. Totalmente tonificado y de un tono apenas oscuro, tatuado por donde quieras buscar y totalmente enorme en todos sentidos. Nunca había visto a alguien así, nunca había estado con alguien más joven que yo pero más grande físicamente. Nunca había estado con alguién tan sexy como lo era él.

Baje sus boxer luego de besarnos un rato y su miembro golpeó mi mentón, ambos reímos nerviosos pero la excitación era más fuerte que cualquier cosa y sin perder más tiempo llevé ese enorme falo a mi boca. Definitivamente era lo mejor que había probado.

Quería impresionarlo, por lo que evitaba hacer cualquier sonido molesto y realizaba varías veces movimientos para una garganta profunda. Los gruñidos de Namjoon e incluso algunas maldiciones era música para mis oídos pero cuando por fin conseguí un ritmo apropiado, decidió quitar su pene de mi boca y empujarme para caer de espaldas a la cama por segunda vez.

Quitó mis zapatos y luego de eso mis pantalones. Estaba tan desesperado como yo que llegó a desgarrar un poco una manga, aunque siendo sincero a mi me importó una mierda.

-Y-Yo...no puedo hacer lo que tu hiciste, no sé cómo -habló jugando con el elástico de mi ropa interior, totalmente sonrojado y yo solo sonreí.

-No te he pedido que lo hagas, Nam. Sé que puedes hacer más cosas -mordí mi labio mientras acariciaba su mano y él solo asintió para después bajar por completo mi boxer, quedando ambos totalmente desnudos-. Espera, olvidamos algo -dije apartandolo un poco y fui hacia mi mesa de luz para sacar un condón y una botella de lubricante sabor fresa.

Alcé mi vista y la imagen de Namjoon masturbandose mientras miraba mi cuerpo a un lado de la cama me dio un completo cosquilleo en mi panza.

Caminé como un tierno gato hasta el otro borde por toda la cama y me arodille en ella para besarlo suavemente mientras acariciaba su pecho y él mi trasero.
-Vamos, Nam, hagamoslo de una vez -hablé sobre sus labios-. No te das una idea de las ganas que tengo de sentirte -dije separandome de él y recostandome en el centro de la cama.

Nam se subió al cómodo colchón y se colocó el condón de una manera correcta y rápida. No esperaba realmente que llevara mis muslos casi a mi pecho y diera una larga lamida en mi entrada, haciéndome soltar un suspiro de esos que iban acompañados con un gemido.

-Por favor...por favor, Nam, no aguanto más -estaba tan desesperado por ello que intentaba apartar su cabeza de allí. Quería que se detuviera pero para hacer otra cosa, y era la primera vez que me sentía así, sin la obligación de hacer nada que no quisiera.

50 VECES ROSA // ~namjin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora