—¿Mañana podras? —le pregunté a Namjoon; ambos estábamos teniendo una conversación telefónica.
—Claro. Te he dicho que estoy libre a partir de las 5.
Me acerqué a la ventana y observé la iluminada ciudad por la luz del sol.
—¿Qué te parece si te espero a esa hora fuera de la cafetería?—Mmm —pareció pensarlo—. Es algo temprano a esa hora, ¿y sí voy a buscarte a tu casa?
—Oh, eso suena genial. Pero...¿A qué hora? —fruncí un poco mi ceño.
—¿A las 7?
—A las 7 —no pude evitar sonreir.
—¿Qué estabas haciendo?
—Estaba apunto de ducharme. Probablemente vaya a hacer las compras —miré la ropa que estaba en mi cama.
—Ah, que bien.
—¿Y tú?
—Acabo de terminar de comer. Tengo que acomodar mi casa, parece un chiquero.
—Lo dudo.
—Oh, no. Podría jurar que hay algo muerto aquí.
Hice una mueca de desagrado.
—Eres un exagerado.—Si estuvieras aquí me entenderías.
—Lo entiendo, se lo que es vivir en un chiquero —me quede en silencio. Realmente lo entendía; había vivido la mitad de mi vida en uno—. Por cierto, el supermercado va a cerrar si no me apuro.
—¡Oh sí, lo siento! —pareció ponerse algo nervioso—. ¿Nos vemos mañana?
—Nos vemos mañana, precioso.
—No digas eso, me haras chillar como adolescente.
—Precioso.
—Voy a colgar.
Una carcajada escapó de mis labios.
—Esta bien, no lo dire más, bonito.—Aysh, Jin. No seas malo.
—Hey, yo no soy malo. Solo digo cosas que son ciertas.
—¿Y por qué lo dices por aquí y no cuando me ves?
—Adios, Namjoon~ —dije en un tono melódico y colgué. Seguramente lo deje algo confundido pero realmente me había puesto muy nervioso.
Fui casi corriendo al baño luego de tomar la ropa y me metí a la ducha.
No fue un baño placentero; fue rapido y algo frío.Copié la acción de siempre una vez que salí; secarme, admirarme, vestirme, acomodar y salir.
No quería tener un resfriado por lo que sequé rápidamente mi cabello y me abrigué bastante para poder salir afuera; aun hacía algo de frío.
El supermercado aun estaba abierto, tal vez no habían muchas personas pero cada tanto podía cruzarme a alguien en los pasillos.
La pequeña lista que había escrito antes de salir de casa estaba en mi mano izquierda mientras que en la derecha colgaba aquel canasto que por ahora se estaba vacío.
Me encontraba en la sección de limpieza e higiene; necesitaba papel higiénico. Luego de tomar aquel paquete, fui por las cosas de cocina. Había traido algunas cosas de Seúl, pero muy pocas o con muy poco contenido.
Aceite de cocina, sal fina, café, algunas galletas, frituras y unas que otras verduras esenciales para algunas comidas.
No demoré mucho en la pequeña fila para pagar, y no voy a negar que aquel cajero era muy guapo.
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50 VECES ROSA // ~namjin~
FanfictionPara Seokjin no era un problema ensuciar sus manos con sangre ajena; su paga por realizar aquellas tareas podían alimentarlo por meses y su infancia casi destruida ayudaba a que aquella "profesión" sea un pasatiempo. Una pareja, la cual metió sus n...