Le molestaba de sobre manera que todos los inútiles que tenía por "amigos" estuvieran diciéndole a cada momento que había sido muy duro con el pelirrojo y que era un poco de su culpa que el se hubiera marchado sin decir nada.
Ya era malo que se hubiera levantado de mal humor pero que esos inútiles le dijeran que era en parte su culpa el estado del pelirrojo logrando así enojarlo más, por eso al acabar las molestas clases regresó a su casa a quitarse el molesto uniforme no tardo mucho en cambiarse, después de todo se vistió muy sencillo: unos sheans negros holgados con unas cadenas en la cintura, una remera blanca con la palabra "fuck you" estampadas en color negro, una chaqueta de cuero negra sencilla y sus tenis negros; no se molestó en avisar si saldría o a donde iva ya que esa siempre fue su costumbre y manera de ser; después emprendió camino al portal que lo llevaría al mundo humano tal vez allí lograría quitarse el malhumor.
No tardo mucho en llegar a la puerta y al parecer nadie la estaba vigilando, mejor para él, no tendría que explicarle nada a nadie ni tendría que explicar a donde se dirigía y para que. Cruzó la puerta con seguridad y apareció automáticamente en el mundo humano justo cuando estaba comenzando a atardecer, con una sonrisa arrogante y el pensamiento de divertirse un rato salió del callejón en el que se encontraba.
Pero con el pasar del tiempo su mal humor aumentaba más de cuando había llegado, no había ningún inútil humano que pudiera servirle para entretenerse un rato lo único que veía a su alrededor eran almas inútiles, almas corrompidas pero con algo de luz, almas completamente corruptas pero sus portadores eran completamente inutiles y algunas adolescentes que se emocionoban al verlo en su faceta de chico malo pero no le interesaba esas chicas, las cuales poseían almas débiles.
Caminaba con el seño fruncido, veía como la gente caminaba sin prestar del todo atención a su alrededor. Estaba aburrido y enojado ya que comenzaba a pensar que haber venido hasta aquí fue inútil y una total perdida de tiempo.
No prestaba atención hacia donde se dirigía y tampoco tenía un destino en mente, sólo caminaba, de pronto escuchó una voz que lo impacto.
-¡katsu-kun!.- Dijo la voz de una pequeña.
Rápidamente giro un poco su mirada para saber quién era la persona que le había dirigido la palabra pero parecía que nadie había escuchado, por lo que se giró y camino con el seño aún más fruncido,era la voz de una niña y juraba que la conocía, sólo que no recordaba el rostro de la pequeña. Cuando se dio cuenta a donde lo había conducido sus pasos no pudo evitar sonreír de una manera cínica ya que se encontraba en la entrada del parque en donde se había encontrado por primera vez a la castaña y como si fuera posible su sonrisa se acentuó más aún pero la imagen de la castaña desmayada en los brazos del pelirrojo, inconsciente y sangrando logró enojarlo demasiado y una creciente irá asesina se instaló en su pecho. Antes de entrar al parque liberó
contra la pared más cercana una poderosa explosión.Ingreso al parque con las manos en los bolsillos justo cuando estaba comenzaba a terminar el crepúsculo para darle paso a la oscura noche, no había tantas personas en ese momento, algún que otro pareja de adolescentes tonteando y jugando a los novios porque sí, el podía leer las mentes de las personas y saber que intenciones tenían, pero ese no era asunto suyo, por lo que siguió caminar y adentrándose más en el parque.
A lo lejos pudo apreciar a una pareja de avanzada edad, se podía sentir como una atmósfera de tranquilidad los rodeaba, sin que lo haya previsto comenzó a ver en los recuerdos de ambos: como se conocieron, en que momento se enamoraron, los obstáculo que debieron superar para estar juntos, el día de su boda, el nacimientode sus hijos y nietos y el peor momento en que ambos recibían la peor noticia de sus vidas; uno de los dos iba a morir. Pero pudo apreciar como apesar de esa dificultad vivían los días como si nunca fueran a terminar aunque supieran que el fin llegaría en cualquier momento.
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My ángel
Romance"El amor entre un ángel y un demonio esta estrictamente prohibió"... Lo sabían... Lo sabían perfectamente pero aún así... Aún así seguían viéndose a escondidas, reían, sonreían y lloraban, en pocas palabras eran felices pero todo comienzo tiene un f...