Habían llegado al mundo humano y notaba la tensión que rodeaba al adulto que estaba acompañando, llevaban más de diez minutos caminando sin rumbo alguno, las intenciones eran claras: buscar a bakugo y a ochaco.
Pero en una ciudad tan grande y la pregunta era: ¿Por dónde empezar?, conocía bien la ciudad y los lugares que solía frecuentar el rubio por lo tanto era como buscar una aguja en un pajar. Aunque estaba seguro de que la persona que estaba con él conocía mejor cada rincón de la ciudad, aún mejor que ellos, caminaba detrás del adulto y podía sentir la tensión que rodeaba al adulto desde el momento en el que esa oscura aura se hizo presente en la casa del arcángel.
Debía encontrar a la castaña antes que el peliverde o como mejor opción encontrar al peliverde antes de que este cometa alguna imprudencia. Pero no sabía bien donde buscarlos, para ambos era la primera vez que estaban por su cuenta en el mundo humano, no conocían los peligros, las tentaciones y las maldades que había en ese mundo.
Lo único que esperaba es que ninguno de sus estudiantes se encontrarán con ningún demonio, en especial con el rubio cenizo, y mirando sobre su hombro se cercioro de que el demonio pelirrojo lo estuviera siguiendo y que no haya tomado la oportunidad para escapar, pero este le seguía en automático. Bajando un poco la mirada lo notó, aún seguía ahí ese pequeño astro de luz entre tanta oscuridad, le llamaba la atención ver ese suceso pero no iba a hondar mucho en ese detalle ahora debía encontrar a sus alumnos y aunque no lo quisiera, necesitaría la ayuda de ese chico.
-oye- suspiro-.sabes, ¿donde podría empezar a buscarlos?.
Tomo desprevenido al pelirrojo, el cual detuvo por unos segundos su caminata y vio sorprendido la espalda del mayor, el cual aún seguía su caminata. Le sorprendió que este se dirigiera hacia el como un igual, que no lo despreciara o insultara, estaba feliz, sentía un agradable calor a la altura de su pecho y sentía que podría explotar esa zona, al pensar esto tomo su ropa a la altura y centro de su pecho con su puño arrugando la misma en un vano intento por evitar que su pecho "explotará" de la emoción que sentía al verse por primera vez "útil".
Al no obtener respuesta el pelinegro se giro para ver en donde se encontraba el pelirrojo y al girar para verlo lo vio, ahí estaba otra vez, ese astro de luz que se manifestaba en el alma oscura del demonio pero esta vez era diferente, ya no era una pequeña chispa, no, ahora era más brillante y ocupaba una tercera parte de su alma. No entendía como eso era posible pero por el momento lo dejaría pasar, lo primero era encontrar a sus alumnos sanos y salvo luego averiguaria sobre ese demonio pelirrojo.
.....
Había tensión en el aire y la escena que se presentaba en ese momento no ayudaba mucho, la castaña aún se encontraba recostada en el tronco de aquel árbol mirando a su amigo, el cenizo continuaba aprisionando con uno de sus brazos el cuerpo de la pequeña castaña y mostraba una mirada desafiante al peliverde. Sentía nervios de la mirada penetrante que le otorgaba el cenizo a su persona, ahora pensaba que habia sido una mala idea intervenir sin más, sin un plan de por medio o alguna idea milagrosa y sin poder seguir sosteniendo la mirada del cenizo bajo la suya, sentía como su cuerpo temblaba cual gelatina y las ganas de llorar eran enormes.
El cenizo al ver como el peliverde bajaba la mirada y comenzaba a temblar ante su presencia le genero risa, la cual contenía, pero ante todo logró aumemtar su ego aún más de lo que ya era. Esto era grandioso un maldito ser celestial le temia, y estaba bien, él era uno de los demonios más poderosos del maldito infierno y debían de temer ante su presencia, estaba apuntó de hablar cuando una fuerte ráfaga de viento corto su pensamiento.
El verde y el rojo estaban atónitos ante el marrón.
En un momento la castaña se habia liberado de la prisión que era el árbol y el cuerpo del cenizo, era tan inmensa la alegría que sentía en ese momento al ver allí a su querido amigo peliverde que no lo pensó ni dudo un segundo, sin que lo pudiera evitar dio un paso fuera de su prisión y revelando sus alas dio un gran impulso con las mismas, seguramente desestabilizo al cenizo en ese movimiento.
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My ángel
Romance"El amor entre un ángel y un demonio esta estrictamente prohibió"... Lo sabían... Lo sabían perfectamente pero aún así... Aún así seguían viéndose a escondidas, reían, sonreían y lloraban, en pocas palabras eran felices pero todo comienzo tiene un f...