Forget You ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ

01

Allí estaba nuevamente ese chico molesto, con su cabello rojo reluciendo y una sonrisa adornada con esas mejillas sonrosadas que solo se debían a una cosa, a él. No es que se quisiera realzar con el estado de aquel otro, sin embargo, todo mundo lo sabía, todos sabían lo muy enamorado que estaba Jeon JungKook de Kim TaeHyung.

Aquel chico de cabello bermejo no era nada discreto con sus sentimientos al de cabello cerúleo, siempre le procuraba y estaba para él. Muchos podían fácilmente creer que eran pareja, de no ser por el rechazo seguido que tenía por parte del mayor.

—TaeHyung...—se escuchaba la cantarina voz del menor, quien le tenía algo al mayor quien le miraba con algo de aburrimiento—. ¿Ya comiste algo? Ha pasado de medio día y la comida más importante es a esta hora...

—Estoy bien JungKook—mencionaba irritado, haciendo que el menor bajara la mirada un poco avergonzado. Y de cierta manera, hiciera sentir culpable por aquella reacción, que de cierto modo así era—. No es necesario que te preocupes por mí, te lo he dicho muchas veces.

El menor miró a los ojos del mayor, quien solo se notaba resignación en su mirada. TaeHyung soltó un suspiro, negando con la cabeza y sonriendo ladino al de cabellos rojizos. Todos sabían del eterno amor que JungKook le profesaba y a veces le hacían sus amigos un tanto de burla con eso, cosa que llegaba a molestarle al mayor.

No es que le cayera mal el menor, sino que era aquel cariño y su forma de expresarlo tan abierta la que llegaba a causarle incomodidad. Vio como le menor le tendía algo al frente, bajó su mirada para encontrar un sándwich de sus favoritos y luego dirigió sus ojos a JungKook quien dejaba allí la comida y se daba media vuelta para dejarle quizá por fin solo.

—Come un poco por favor, tengo que irme—escuchó la dulce voz que tanto se sabía demasiado bien, intentó no mirar a donde esa voz salía—. Nos vemos luego, TaeTae.

Miró el emparedado con duda de si comerlo o no, pensando en las muchas veces en las que le había dicho al de cabellos rojizos que no le diera más cosas. Aunque, justo como en ese momento, el menor no hacía caso y le llenaba de cosas que, si bien eran de buena fe y con todo su cariño para el mayor, no le gustaba mucho recibir aquello a TaeHyung.

JungKook miró desde lo lejos a aquel chico que le volvía loco, siempre tan inalcanzable y como iban pasando los días, más reafirmaba el que realmente estaba desgastando su tiempo en intentar enamorar a alguien que nunca le vería del mismo modo, nunca sería correspondido.

Comenzaba a creer que poco a poco podría agotar la paciencia del mayor, si miraba a sus amigos, a su alrededor, su vida era muy triste. Todos estaban en parejas, siendo felices y correspondidos, luego estaba él, siguiendo a un chico que nunca parecía siquiera tener un toque de empatía con sus sentimientos.

Si bien TaeHyung nunca le había rechazado directo, duro y maleducado, si habían ocasiones en las que el mayor le trataba un tanto cortante; justo como ese día. Otros solo, aceptaba su compañía en silencio, pero era evidente que no era precisamente JungKook el chico con el que el de cabellos cerúleos quisiera realmente pasar el rato.