Me acomode en mi cama mirando al techo, pensando en si realmente ____ vendría a mi habitación.
Lo estaba dudando pero cuando recordaba lo buena que ella era con todos, tomaba en cuenta que era completamente incapaz de no cumplir su palabra.
Jugué con mi cabello esperando a que ella tocara la puerta cuando llegara pero nada, habían pasado posiblemente unos 40 minutos desde que Jimin se la llevó para que lo ayudara.
— ¿Que tanto tiene que ayudarlo? —gruñi por los celos, porque si, estaba celoso de que mi Angelita esté con él. Más que nada sabiendo que él gustaba de ella tanto como yo.
Cerre mis ojos y me relaje comenzando a pensar en otras cosas, ejemplo; mi vida fuera de este lugar.
La extrañaba, extrañaba a Taehyung, extrañaba fumar, extrañaba las fiestas, extrañaba el alcohol, extrañaba el sexo, extrañaba miles de cosas, también a mi madre aunque estoy enojado por haberme traído, pero no tanto gracias a que ____ esta justamente en esta academia haciendo que sea más interesante.
Ahora mismo tendría que estar hablando con Taehyung de la semejante belleza que encontré en este lugar tan remoto donde él no se atrevería ni a pisar sabiendo tanto como yo que se podría prender fuego.
— ¿Que carajo estará haciendo ahora ese estupido?
Me dije a mi mismo dándome una idea de las posibles estupideces que podría estar haciendo Taehyung en este mismísimo momento.
Escuche mi puerta ser tocada y me levante con bastante alegría sonriendo intermediamente para abrir la anterior dicha y ver a ____ con sus libros en sus manos, ¿Por qué eres tan...
— Linda.
Sonrei ampliamente cuando sus mejillas comenzaron a tomar un color relativamente llamativo para mis ojos, ese color tan bonito que le quedaba más que perfecto en el rostro pálido que poseía.
Me hice a un lado para verla pasar tímidamente y acomodar los libros sobre el escritorio donde se supone que debo estudiar pero mis ganas de tenerla sobre el eran más grandes, lastimosamente tenía que aguantarme el agarrarla y comermela ahí mismo.
— ¿En qué quería que lo ayudes?
— ¿H-huh? —se quedo pensativa y hablo, ¡mierda! ¿dónde estuviste cuando yo estaba ahí afuera?— ¿Hablas de Jimin? Necesitaba ayuda para acomodar libros en la biblioteca —sonrió, ¡ME SONRIÓ!
No podría explicar lo feliz que me sentía, me sonrió, bueno... ¿Y si esta sonriendo por ayudar al idiota ese? Soy demasiado tóxico, que digo demasiado, me queda pequeña la palabra "demasiado".
— Oh, pensé que no vendrías —dije girandome a buscar mi libreta y mi estuche.
— ¿Por qué no lo haría? Bueno... sinceramente —me gire para verla y me acerque dejando los libros en el escritorio, dejando mi diestra sobre el mismo para mantenerme frente a ella— y-yo...