Mire a Jimin y sonrei levemente sintiendo el calor recorrer todo mi cuerpo, no podía esconder todo lo que me ocurría. Mis mejillas estaban posiblemente rojas y mi cuerpo seguro temblaba.
Dirigi mi mirada está vez a Jeongguk quien estaba con cara de pocos amigos, hace pequeños instantes estaba sonriendo...
— H-hola, disculpa por molestar, ¿Me prestas a ____ unos minutos? —mire a los dos y trate de pensar en otra cosa ya que no podía pensar teniendo en mente lo que sucedió hace escasos segundos.
Mordí mi labio, recordando el sabor de los labios de Jeon. No sabría realmente como describir el sabor, era... agridulce.
— Si, puedes llevarla, además acabamos hace menos de 3 minutos —dijo en un bufido. Sus ojos se clavaron sobre mi dándome vergüenza, más de la que tenía encima.
— Genial, —estiro su mano a la mía y me saco de la habitación sin esperar a que siquiera tomara mis cosas— adiós Jeon.
Abri bastante mis ojos por su manera de actuar y trate de mantenerme callada ya que mis nervios estaban al cien y podría decir cualquier cosa que pudiera delatar que me había tentado ante el mismísimo diablo.
Apreté su mano y camine detrás de él hasta llegar a su habitación. Frunci el ceño cuando abrió la puerta con la intención de que yo entrara ahí dentro.
Abri levemente mis labios para decir algo pero inmediatamente los cerre y sonreí entrando al habitáculo donde dormía Jimin.
Camine y me senté en la cama, notando como el rubio cerraba la puerta detrás de él siendo que luego se acercaría a mi acompañado de una silla, sentándose frente a mi.
— ____, —escuche salir de su boca— no me gusta que pases tanto tiempo con Jeongguk —¿Que? Sin dudas aquello eliminó todos mis pensamientos pecadores de mi cabeza para hacerme tantas preguntas de ¿por qué?
Abri mis ojos por la sorpresa y mire a Jimin quien estaba serio sin mostrar la bonita sonrisa que siempre me deja ver.
No supe que decir y abri mis labios buscando decir algo que tuviera una respuesta concreta.
— ¿Q-qué? ¿Por qué? —susurre sin comprender del todo sus palabras, solo se me venia a la cabeza que Jimin estaba celoso.
— P-porque me gustas ____ —retrocedi levemente hacia atrás al ver que Jimin se levantaba y se acercaba a mí—, desde que hablamos senti algo por ti y me traes tan... —choque contra la pared, estaba completamente acorralada. Jimin no.
— Jimin no, por favor no... no puedo, yo, —calle y lo mire a los ojos, notando en estos un pequeño brillo— yo te veo como mi mejor amigo...
Su mano se dirigió a mi nuca acariciando suavemente provocando que apretara mis manos por el miedo de que me besara.
— Entonces concédeme el deseo de besarte... —lleve mis manos a sus hombros para alejarlo pero sus labios fueron rápidos y atraparon los míos en un beso agrio.
No me gustaba, no quería, no se sentía bien, no se sentían como los labios de Jeongguk.
Me aparte y me levante de mi lugar sin esperar a que Jimin me pronuncie alguna palabra y salí de la habitación volviendo a la de Jeon.
Al entrar él estaba sentado leyendo lo que parecía ser un libro colorido con personas de "hierro", no se ni me interesa en este momento, me siento tan enojada. Adiós a lo que fue una bonita amistad.
Gguk me miró y se levantó pero yo no hice más que agarrar mis cosas para poder irme, sentía tanto enojo. Fue tan... egoísta.
— Pareces muy enojada, ¿Que te hizo Jimin? —pregunto con calma entregandome un libro que le quite de mala manera de la mano— ____.
— ¡____, nada! Si tienes tantas ganas de saber, vas y le preguntas a él, acaba de arruinar una amistad, —dije yendo a la puerta— si le hablas, dile que no me vuelva a dirigir la palabra.
Y sin decir más salí de su habitación a paso rápido por si me topaba con Park en el camino.
El beso con Jeon fue dulce y con Jimin fue amargo... ¿Por qué? Fueron lo mismo, solo que... el que tuve con Jimin no me gustó, no se sintió bien, no se sintió bien como cuando Jeongguk me besó.