Me encontraba sentada en una ronda de personas, no entendía nada del juego, solo sabía que se llamaba 7 minutos en el cielo.
Suspire nerviosa y la sonrisa de Yoongi me reconforto como tanto yo necesitaba.
Un chico se paró en medio de la ronda con una botella vacia en sus manos, mirándonos a todos.
— Bien, se que algunos tal vez no saben de que va este juego y se los explicaré —dejo la botella acostada en el suelo y apunto a una puerta alejada— . Ese, es el cielo, aunque hay más arriba —todos rieron excepto yo— . Cada uno de ustedes rotará la botella de vodka en el suelo, a quien apunte con su boca, será la persona con la que tendrán que ir al cielo por 7 minutos.
Tuve miedo al notar las sonrisas de Yoongi y Jeongguk luego de verme escuchar esto. Ambos estaban uno al lado de otro frente a mi en la ronda de personas.
Mis cuerpo tembló por milisegundos hasta que comenzó el juego haciendo que todos miraran atento.
Quedábamos ya pocas personas. Me sobre salte cuando estando tan sumida en mis pensamientos, la punta de la botella paró en mi, dejándome admirar a Gguk levantarse de su lugar y acercarse a mi cargandome en sus brazos.
Temi y mire a Yoongi quien jugaba con el aro que estaba en medio de su labio, sumido en si y con el rostro bastante serio.
Al ser llevada, lo único que veía a mi alrededor eran luces de colores, humo y personas que se estampaban contra la pared.
Mi cuerpo se estremeció cuando subió las escaleras y luego de unos cuantos pasos se detuvo frente a una puerta.
Abrió esta y me dejó dentro de ella luego de entrar el y cerrar la puerta. Escuche un "click" por parte se la puerta y vi las llaves que tenía en su mano, moviéndolas de un lado a otro.
Retrocedi y no obstante a dar un par de pasos, el me tenía en sus manos habiendo tirado el bastón a alguna parte de la habitación.
— Te prometo que si no quieres que te bese no lo haré.. —dijo con ternura en mi boca— ¿Me dejas entrar al cielo?
— Concedido... —no me iba a negar, no ahora.
Sus manos acariciaron mis caderas y me atrajo a su cuerpo eliminando cualquier rastro de lejanía que teníamos.
Cerré mis ojos, sintiendo su diestra alejarse y posarse en mi mentón, acariciando con su pulgar mi labio inferior y delineandolo, estaba deseando que me besara.
