Al abrir mis ojos por la alarma de mi reloj podría jurar que había sido todo un sueño.
Deje mi mano sobre mi pecho y me levante lentamente poniéndome mis pantuflas para así dirigirme a mi baño.
— Debio haber sido un sueño, —murmure cruzando la puerta del baño, mirándome en el espejo que estaba sobre el lavabo— si, seguro que si.
Sonreí ligeramente y lavé mi rostro al igual que mis dientes para estar limpia, calmando todo mi cuerpo por lo ocurrido en ese "sueño" o eso que creo que fue un sueño.
Salí del baño y busqué mi uniforme limpio para poder ponermelo. No lo encontré.
Frunci el ceño y comence a buscarlo, por varios lugares hasta que finalmente lo encontré por ser una despistada, estaba colgado dentro de mi armario.
Me quedé quieta frente al espejo en mi puerta y me acomode la falda como correspondía logrando que quedara a la altura de mis rodillas.
Sujete mis medias y me las puse, terminando por ponerme los zapatos y agarrar mis libros, especialmente la biblia.
Abri la puerta y salí de mi habitación viendo a algunas otras chicas salir y las cuales me saludaron. Les devolví el saludo y camine junto con ellas hacia la salida se las habitaciones, suspirando suavemente.
Deje mi llave en su lugar y luego camine por el patio, dirigiendome como todos dentro de la construcción principal donde se hayan las aulas.
Subi las escaleras hasta el tercer piso y entre a mi salón donde claramente estaba sentado Jeongguk, ¿No fue un sueño lo de ayer? Creí que si...
Camine hasta él y me senté a su lado como había pedido y dejé mis cosas sobre la mesa, sacando una de mis lapiceras del estuche.
— ¿Que estudian? —pregunto mirandome con la cabeza en una de sus manos.
— Estudiamos nuestra creencia, hacemos oraciones, tenemos pocas materias realmente... —murmure mientras escribía en mi libreta.
— ¿Cuales? ¿Tienen educación sexu... —tape su boca rápidamente antes de que terminara la palabra, sintiendo algo viscoso pasarse por mi palma.
— E-ew... N-no digas esas cosas... —dije con más nervios de los que podría yo tener, nunca hablábamos sobre la sexualidad nuestra.
— ¿Por qué? Es algo completamente normal —solto y luego mordió su pequeño arete de la boca.
— N-no es normal —baje mi mirada y abri la biblia escuchando a la Hermana Seulgi entrar con su biblia y otro libro junto con un estuche.
Todos callaron, inclusive el chico que se encuentra a mi lado.
Seulgi dejó sus cosas en la mesa y abrió la biblia, leyendo algo de ella para poder decirnoslo, un versículo de la misma.
— El corazón inteligente busca conocimiento mas la boca de los necios se alimenta de necesidad, proverbios 15:14 —sonrio y luego dejo la Biblia a un lado para agarrar una tiza y escribir en el pizarrón "sexo".
Mis ojos se abrieron con completa sorpresa y de reojo miré a Jeongguk quien sonreía a razón de la temática de la clase, ¿Que tanto le gusta?
— Hoy hablaremos del "sexo" o como algunos le decimos, una de las muchas entradas al infierno —escribí lo que escuché en la libreta mientras que Jeon simplemente miraba a Seulgi— ¿Por qué creen que le llamamos así?
Gire a ver a Jisung quien alzaba la mano para poder tomar la palabra.
— Y-yo creo que le llaman así por el hecho que es un pecado, a-algunos dicen que es algo tentador así como la fruta prohibida...
— Me parece bien lo que dices, ¿Por qué es tentador? —pregunto nuevamente.
— ¿Por qué es rico? —gire a ver a Jeongguk al igual que todos. Abri mis labios para decir algo pero el volvió a hablar— Es algo completamente normal, —Seulgi parecía que iba a explotar— de hecho —se levanto— gracias a ese "pecado" están todos ustedes vivos —dijo con una sonrisa.
— Jeongguk... —murmure, para segundos después asustarme al oír una regla estamparse contra mi mesa.
Seulgi estaba parada justamente a mi lado, mirando con un rostro de furia a Jeon, ni siquiera espero a que yo me levantara para tomarlo del brazo y sacarlo del salón.
Me quedé observando la puerta, dándome una idea de que podría pasarle, el solo hecho de imaginar que lo llevarían a la capilla me hacia estremecerme del miedo.
Todos comenzaron a murmurar alguna que otra cosa, debido a esto era obvio que las clases no iban a ser dadas hasta que uno de los alumnos fuera corregido.
Esto no pasaba desde Yoongi...
[...]
Baje las escaleras con algo de lentitud buscando ir a la capilla, ¿estaba preocupada? Si, lo estaba y no poco, ya que de cierta forma a pesar de lo que él dijo no me agradó, me dolería verlo sufrir y no quería que le hicieran algo.Llegue al primer piso y camine con cuidado por el pasillo hasta salir por la puerta trasera, dirigiendome a la capilla o "pequeña" iglesia que teníamos.
No había nadie por el patio por lo que corri rápidamente hasta llegar a la puerta ligeramente abierta de la iglesia.
Abri esta un poco y mire, notando que el estaba arrodillado mirando hacia los muchos bancos que estaban allí.
Senti un dolor inmenso recorrer mi espalda al ver como lo golpeaban con una regla en la misma, ¿Por qué? ¿Es necesario golpear para entrar en razón a una persona? ¿No sé supone que Dios nos creo para dar amor?
— ¿Esta bien ser pecador? —grito el sacerdote Hyung.
Cerre mis ojos para no ver y me gire, pero al girarme estaba lisa detrás de mi.
Me asusté apegandome hacia la puerta causando que esta suene y llamara la atención de quienes se encontraban dentro.
Piensa ___, piensa...
— Lisa, —la rubia me miró y alzo una ceja confundida— si haces lo que yo te pido, te daré un pudin de chocolate que tengo escondido en la cocina...