parte 8

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No he visto a Sam, Gus ha estado pendiente de mí después de lo vivido. Sigue con invitarme a lugares que él habitua, pero aún no estoy de ánimo, he sido una irresponsable, no entiendo cómo me atreví a tal acción.
de tantas insistencias decidí salir con Gus, pero no a ese pub, sino a tomarnos un helado, quiero ver la luz del sol.

-¿Qué tal monita? ¿Estás mejor?

Hago pucheros y asentí

- ok, vamos a la heladería

Puso su brazo en mi hombro, Gus era de esos amigos que no sobrepasaba los límites, siempre ha estado para mí. Inclusive rechazó a una chica para estar conmigo.

-¿Fresa?

Asentí

Gus fue a tomar el pedido, desbloquee mi celular, y me fui a contactos

Sam no tiene foto en su perfil, enseguida bloquee de nuevo mi celular.

-aquí está, fresa para monita

-gracias Gus

-y dime ¿Cómo ha ido las bodas?

-mmm más o menos, entrando a invierno siempre bajan

- aah, claro

-¿Gus?

- mmm

-¿Una pregunta?

-claro dime

- no te molestes con esto, pero quiero saber

-dale

-¿Cómo era Sam en la escuela?

Gus dejó de comer, se mostró molesto, niega con la cabeza

-sólo responde, ¿Sí?- insistí

-sólo ésta vez

Asentí

-era un chico tranquilo, que amaba el deporte pero las matemáticas no, las chicas lo seguían de acá para allá, pero sólo se fijó en una...

-ttsss

Gus me mira extraño, le sonreí

-terminó la escuela en EE UU, ya que ésta chica se tuvo que mudar por trabajo de sus padres

-aaah entiendo

-al parecer aún están juntos

Debo admitir que esto último no me agradó, era cierto lo que Sam dijo ese día en el pub.

-ya, no quiero hablar de esto, dime ¿Y Gerald? -cambió de tema

-amigo, si quieres subirme el ánimo te informo que lo estás empeorando

-ok, ok, lo siento

-ooh- me sorprendí con lo que recordé

-¿Qué qué qué?

-Gus, debo ir a casa de Gerald, está mi computador- sacudí mi cabeza con mis dos manos

- hay esa cabecita- Gus sacudió más mi cabeza- terminemos el helado y vamos

Así lo hicimos terminamos el helado y a Gus se le ocurrió una gran idea

-espérame aquí iré por las bicicletas

Sonreí tontamente, estoy afuera del local, el sol está increíble, aún quedan rayitos de sol antes que empiece el invierno.

Escucho la risa de una chica, se nota que es feliz, volteo a mirar

¿Es Sam?

Voltee hacia el ventanal de la tienda... él sonreía, se veía bien con ella... estaban abrazados... cayeron lágrimas de mis ojos, pero las limpié rápidamente. Pasaron 10 minutos y Gus llega con las bicicletas, y sonríe alegremente. Me dirijo hacia él

No soy ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora