Seguía en el dormitorio, al rato después se escuchaba la bocina de un auto y risas de mujeres.
Toc toc
—¿Sí?
—mona soy Gus
—adelante
—¿Te sientes bien?
Asentí
—si quieres irte avísame ¿Ok?
Le sonreí
—llegaron— Jessica entró al dormitorio
—uds vallan yo les sigo-dije sin ánimos
Ambos se retiraron de la habitación, respiré hondo.
Los demás entraron, puedo oír la voz de Gracy, quise ir a saludarla pero me detuvo la que era novia de Sam
—Mi Samito, ¿Dónde está nuestra habitación? ¿Será ésta?
No por favor
—oh, lo siento— tapa su boca con dos dedos, como si le alcanzaba a cubrirla toda. Debo admitir que Katrin era guapa, era el tipo ideal de los hombres.
—no te preocupes— Sam estaba atrás de ella, quise salir pero estaba dudosa. Él volvió al living junto a Katrin.
Me decidí por salir a saludar
—¡Martina!— dijo Gracy, mientras Katrin me miraba para matarme, Gracy me dio un abrazo apretado- mira te presento a Peter
— ella ya lo conoce— dijo Sam, sentado en el sofá con sus manos abiertas apoyado de éste.
—no,yo no la conozco— dijo Peter desconcertado y negando
—Hola, un gusto— saludé cordialmente mientras que deseaba no estar ahí
—él es amigo de Peter, es Cristian
Asentí, éste último me quedó mirando fijamente, era lindo, pero no quería nada más que estar sola.
-Y ella es Katrina o Katrin le da igual como la llames-la morena sólo me sonrió
—bien, iremos de compras— Gus cortó con el silencio
—te acompaño— me apunté, para no seguir adentro
—bien, entonces iremos Mona y Jessi— interrumpió Sam
—¿Mona?
Miré a Gus para que me ayudara
—Jessica ¿Vienes?— salió al rescate mi amigo y Jess asintió
—yo también voy— dijo Cristian
No lo quise mirar, ya que su mirada hacia mí era intensa
—ok, entonces vamos— Gus tomó las llaves de su vehículo
Salí rápido nos subimos y quedé con Cristian al lado, me ponía nerviosa, pero era lo menos peor que haberme quedado en la cabaña.
Los chicos bajaron a comprar y Jessica volteó para hablarme
—Sam, es un buen tipo, no lo ha pasado bien. Asi que ten paciencia— miré hacia otro lado
—créeme que lo sé
Jessica no sabía lo ocurrido, no era algo que debía contar, no me sentía cómoda hablando de eso.
—Cristian se ve bueno
—sí— suspiré
Los chicos ya compraron, Cristian me regaló un llavero que se lo dieron en la tienda. Partimos para la cabaña, mi estómago se apretó.
