No había podido dormir ese día, aquél relato, me impresionaba los motivos de que Sam siguiera de igual manera existiendo, recuerdo que en su discurso nombraba que su hermana era todo, que sin ella no podría vivir...
Me gustaría conocerla
Respiro y me organizo a la ceremonia de Esther. Todo listo
—Camil y Jouse, vamos por éste matrimonio— les animo e iniciamos con la ceremonia.
Cada vez que preparo un casamiento, imagino que es el mío, cada detalle, cada color de rosas, manteles etc... pienso que es mi matrimonio, es por eso que debe ser a la perfección. Desde niña me gustó todo esto, ver al novio cuando llega la novia, o lo feliz que se muestra la novia con todo lo preparado.
¿Deseo casarme? ... pues sí... imagino eso cada vez que asisto a uno, pero de vez en cuando se me pasa. Rompí hace poco con Gerald, las cosas no iban bien, es una relación de tres años, decidimos dejar las cosas así, pero de vez en cuando le marco a su teléfono pero ya no es como antes.—Martina, ¿Martina?— Camil me da un codazo en mi brazo
— sí, — me doy cuenta que todos los invitados esperan por mi respuesta, miro a Camil
—la cena— me susurra
—sí, claro pasemos al salón
—¿Te sientes bien?— me pregunta Camil
Asiento y le sonrío
— esto de los caramelos fue buena elección
— sí, pero me parece infantil— refirió Jouse retirándose del salón
— ¡Martina!
—¿Qué sucede?
—dicen que viene el primo de la novia y él no había confirmado ¿Qué vamos hacer?— Camil asustada
—tranquila, queda un espacio en aquélla mesa, iré a la cocina a dar el aviso para otro servicio
— ok, yo voy a la recepción
— de acuerdo
Me dirijo hacia la cocina para dar el aviso del invitado que se decidió a asistir. Por suerte es una ceremonia lujosa pues no hay problema de otro invitado
Salgo de la cocina, veo al invitado, Camil lo guía a su mesa, las invitadas no le quitan la vista, se voltean a mirar y susurran
¿Quién será?
Curiosa me acerco para saber...
¡Oh por Dios!
Volteo en seguida
¿Qué hace aquí? No puede ser, es Sam ¿Qué haré?
Marco a Camil a su teléfono, me dirigí rápido a afueras del salón
—¿Martina? ¿Dónde estás?
—Camil, te pido un favor, confío en ti, confío en ti
—¿Sucede algo?
—tengo que retirarme
—¿Qué? ¿Pero cómo? Es la mitad de la ceremonia
—sí, lo sé, pero me surgió algo importante, confío en ti, junto a Jouse terminen bien esto ¿De acuerdo?
— Está bien, te llamaré para cualquier cosa
—sí, no hay problema, estaré atenta, nos vemos
Salgo rápidamente del evento, me dirijo a mi departamento, hasta aquí todo anda bien, por suerte no me vio.