parte dieciocho

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Eran las 9:30 am, estaba un poco nerviosa y eso me preocupaba. Jefr estaba distinto no tanto físicamente sino su personalidad me agradaba, me hacía sentir cómoda.
Decidí ir por una ducha tibia, mamá estaba despierta se encontraba en la cocina.

-buen día ma- grité desde las escaleras

- tan temprano que te levantaste hija

- saldré con Jefr - dije desde el baño

- que bueno, será tu guía

Sonreí como tonta desde el espejo del baño.
Ya terminando de arreglarme, escogí ropa ligera, no sabía a dónde íbamos a ir pero el clima estaba agradable.
Jefr golpeó la puerta de entrada

-pasa, adelante Jefr

- gracias

- Marti, está Jefr esperándote

-ya bajo ma

Arreglo mi cabello y tomo mi bolso.

-lista- me animo mirando el espejo de mi habitación

Jefr se veía  lindo, polera Blanca que le asentaba sus músculos y jeans azules.

-ho-hola

-hola Jefr ¿vamos?

-si

- nos vemos ma

- diviértanse

Él  abrió la puerta de su vehículo, era atento en cada detalle, mientras íbamos en el, su celular sonaba cada cinco minutos

- disculpa es de la empresa

-no, no te preocupes, entiendo ¿y cómo te ha ido?

-¿en la empresa?

Asentí

-pues, bien, estamos con unos nuevos accionistas y es por eso que llaman en todo momento, quieren comprar otras acciones y estamos viendo si.... - volteó a mirarme- lo siento te estoy aburriendo

-no no no, descuida suena interesante- le sonreí y también él

- llegamos

Miré todo a mi alrededor y era un paisaje que no recordaba haber venido, había un lago, árboles que se mecían por el viento y flores de todos los colores

- ¿te gusta? - preguntó  dudoso

- ¡sí! Es hermoso

Abrí la puerta del vehículo con destino a contemplar el lago, Jefr abrió la maletera llevaba un canasto hacia mi.
Acomoda una manta y abre la tapa del canasto, era jugo de naranja, frutas y cosas saladas

-wooow ¿y esto?

- es para ti, bienvenida

- me has dado la bienvenida dos veces

- es porque estoy muy feliz de que estés de vuelta- sonrió

Debo admitir que su bienvenida fue muy grata, estaba todo delicioso reímos bastantes con anécdotas de pequeños, cosas que no me acordaba.

-espero que ésta vez no sea rechazado por ti

¿De qué hablas? ¿Rechazado?

- no entiendo- comi un pedazo de pastel nerviosa

-veo que no lo recuerdas

Negué con la cabeza

-ok, mmm, estábamos jugando con  Peter a los guerreros y nos escondimos tras un árbol mientras que Gus y Leyla nos buscaban, intenté besarte pero viste a una araña y saliste corriendo

No soy ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora