No soy de vestirme así , pero no quiero opacar a Jefr. Dejó una caja bien decorada con un mensaje
Serás la más hermosa de esta noche
Acepté ponerme este atuendo sólo por él. La verdad ni cómoda me siento.
Me quedó sólo un poco ajustado pero bien.
- ¿estás lista? Vamos a llegar tarde- Jefr golpeó la puerta de mi habitación, no tenemos las habitaciones juntas
Abrí la puerta y Jefr sólo apresuró el paso.
- espérame aquí, vuelvo enseguida
Asentí
Me dediqué a mirar unos cuadros que estaban en el salón, me parecían interesante la forma en que se trazaban las líneas. Desde lejos oí una voz conocida, decidí acercarme para despejar de quién se trataba.
Sólo pude ver a la mujer de antes, estaba detrás de Jefr mientras que éste buscaba algo en el bolso. Ella le dejó algo dentro de su bolsillo de la chaqueta, pero Jefr no se dio cuenta. Quise acercarme pero una voz me detuvo
-¿eres tú?
Volteé a mirar y no lo podía creer...estaba frente a Sam. Estaba igual, su mirada no cambiaba.
- sí eres tú- insistió
No sabía qué hacer, mis piernas temblaban, intentaba disimularlas moviendome levemente hacia delante y atrás.
- ¿cómo has estado?
¿Qué? ¿Es en serio?
- bien
- que bueno, vine a ver unos temas de las acciones, mi abuelo quiso que yo estuviera presente
- que bueno
- te ves hermosa
Tú también
- gracias
- y ¿qué haces acá? Digo, no eres de las que asiste a cosas así, te eran aburridas
¡rayos! Sí que me conoces
- vine a acompañar a mi novio
Su cara se desfiguró, miró a su alrededor
- ¿no está contigo?
- fue en busca de algo
¿porqué tanto diálogo?
- y ¿Katrin?- quise seguir su diálogo
Volvió en sí
- quedó en Estados Unidos
Asentí
-mira, sé que... sé que-
- tranquilo, todo está bien - lo interrumpí- me disculpas, tengo que irme
Seguí mi camino, mi corazón palpitaba a mil, rogué para no tropezar por lo rápido que caminaba. Jefr no lo veía, quise salir del lobby y ahí estaba junto a esa chica. Esto ya me es raro, pero no quiero desconfiar.
-Martina - Jefr me llama- te presento a Mery, ella es la secretaria de la empresa
- un gusto-dije amablemente
- pero que linda eres, buen gusto tienes Jefr
- pues claro
Sólo sonreía mientras que por dentro estaba dolida. Me había convertido en una persona con máscara. Ocultando todo detrás de una sonrisa.
