Capitulo IV

498 53 4
                                    


Habían transcurrido cuatro meses y Terrence ya había solicitado la mano de la señorita Candice. Albert había hecho una recepción por todo lo alto e invitado a periodistas y toda clase de personalidades del medio artístico y político, con la esperanza de que Susana se enterase de los acontecimientos y llegara a desenmascarar a Terry, pero esto no sucedió y ahora desde un mes atrás Candy era la prometida oficial del senador Grandchester.

La fecha para la boda había sido acordada y solo faltaban unos cuantos días ya para el momento soñado, la ley propuesta había entrado en vigencia para beneplácito de muchos y escándalo de unos cuantos señores de la élite americana.

Durante los dos meses después de anunciado el compromiso la tía abuela se había dedicado a organizar una boda de renombre pues no era así como así que se emparentaba con la nobleza inglesa y las altas esferas políticas del país. No se había escatimado en gastos para que todo quedara perfecto.

Candy caminaba por un hermoso prado y sentía el viento en su rostro y de pronto estaba volando, abrió los ojos y ¡sí! Estaba volando en el asiento del copiloto de un avión, ¡guau! Era una sensación maravillosa... de pronto miro una pequeña columna de humo que salía de la parte delantera del avión y oyó un prrr... prrrr... prrrr... y una voz muy conocida y familiar dijo con un tono de decepción – se apagó ... salta Candy – ella había saltado y la sensación en su estómago era de vértigo, de pronto la voz de Stear se escuchó nuevamente – tira del cordón – le decía – ella tiró del cordón, el paracaídas se abrió y comenzó a descender lentamente, desde arriba podía verse el prado en todo su esplendor, disfruto de la vista, se sentía muy, muy feliz, de pronto escuchó una melodía que sonaba en el aire, tenía una melodía familiar parecida al sonido de una cajita de música, sintió un suave toque en su hombro y la voz de Stear que le decía – cada vez que la escuches quiero que seas feliz Candy, nunca llores, sé muy feliz – ella abrió los ojos, aun podía oír la melodía de su "Cajita de la felicidad" que un día le regalara Stear, el día de la boda había llegado, la novia se había levantado hecha un manojo de nervios, pero llena de alegría y mucha ilusión – pensaba que su primo Stear había sido el primero en llegar a felicitarla desde el cielo. Se dirigió al baño y se metió en una tina de agua tibia que ya estaba preparada.

Mientras se bañaba escucho ruidos en su recamara, salió de la tina y se envolvió en una bata para salir del baño, Dorothy su fiel doncella, ya estaba en su cuarto preparando su ropa interior – vamos, date prisa – le dijo – ya la peinadora y la maquillista te esperan abajo, pronto llegara la modista para ayudarte a poner el vestido y hacer los arreglos de última hora, espero que no haya ninguno. Candy pensó que Anthony también estaría feliz por ella, y recordó de pronto que él ya le había dado un regalo, mientras permitía que la maquilladora aplicara solamente un poco de rubor en sus mejías y algo de colorete en rosa natural a sus labios – ¿ya llegó el buqué? – preguntó ella – no – dijo su doncella, pero una empleada de la floristería ya está aquí poniendo los arreglos florales – dile que si puede preparar un buque con flores de nuestro jardín – Dorothy volvió con una repuesta afirmativa y Candy envuelta en su bata se dirigió a la empleada y le dijo – venga conmigo por favor – la llevo hasta un rosal y le señalo las flores que deseaba para que lo preparara. En ese momento llegaba a la mansión la madre de Terry, puesto que ella y el Duque, su padre habían sido invitados a la boda y acercándose a la florista le indicó que alternara las rosas con lirios azules, por aquello de que las novias deben llevar algo azul, además de que los lirios eran sus favoritos.

 En ese momento llegaba a la mansión la madre de Terry, puesto que ella y el Duque, su padre habían sido invitados a la boda y acercándose a la florista le indicó que alternara las rosas con lirios azules, por aquello de que las novias deben lleva...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
EL PERFECTO PLAN DE TERRY Por Loren CornwellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora