—¿Has oído lo que te he dicho, Yoongi? ―gruñó Jungkook en el teléfono―. Él dice que me tengo que quedar aquí como su invitado durante el ritual de muerte o que va a considerar esto como una agresión por parte de nuestra manada.
―Eso es jodidamente ridículo.
―Muy bien, ¿así que puedo irme a casa?
―No, probablemente deberías permanecer ahí si eso es lo que quiere el Príncipe ―dijo Yoongi―. La manada de Wolf Creek nos ha acogido. No sería justo para ellos tener la ira de un Príncipe vampiro sobre sus cabezas.
―Bueno, joder, Yoongi ―se quejó Jungkook―. Sólo sírveme en bandeja de plata a los chupasangres, ¿Por qué no?.
―¿Crees que estás en peligro?
―No ―se quejó Jungkook. No del modo que piensas.
Jungkook pensó para sí mismo. El sabía que no estaba en peligro con el aquelarre del vampiro. El Príncipe de Ivinovav había decretado que él estaba prohibido. Sin embargo, con el Príncipe mismo, Jungkook estaba en un mogollón peligro.
El Príncipe Seokjin le había robado el aliento desde el instante en que entró en la habitación. Se había sorprendido al principio por la apariencia pálida del Príncipe, y luego el hombre se deslizó por la habitación en sus ajustados pantalones de cuero negro y camisa blanca con volantes.
Jungkook apenas pudo contenerse para no babear sobre él. El Príncipe era unos cuantos centímetros más bajo que Jungkook, pero había dominado la habitación desde el principio.
Su pálido rostro y el hermoso pelo negro enmarcando su cara, sólo habían mejorado el profundo amatista de sus ojos. Jungkook nunca antes había visto unos ojos de ese color. Se sentía fascinado cada vez que miraba en ellos,incapaz de apartar la mirada.
Jungkook había oído rumores de que los vampiros podían hipnotizar a la gente con una mirada y se preguntó si su fascinación por el Príncipe derivaba de eso. Había oído otro montón de rumores sobre vampiros, algunos que el Príncipe disipó en la siguiente hora de haberse encontrado con él. Eso hizo que Jungkook se preguntara si todos los rumores que se escuchaban tenían una base real o si eran por los siglos de enemistad.
Los vampiros no parecían ser las criaturas con sed de sangre de las pesadillas de su infancia. Así mismo, tampoco se sentaban con las víctimas sangrando a sus pies o con pilas de cuerpos por todas partes. De hecho, el Príncipe parecía bastante agradable, aunque le pusiera de punta los vellos de la nuca.
―¿Sabes si está muy molesto por la muerte de su hermana?
Jungkook se encogió de hombros, aunque Yoongi no podía verlo. ―No mucho, realmente. Tengo la impresión de que ella había estado en problemas antes. No parecía sorprendido.
―¿Y va a dejar pasar el asunto si te quedas para ese ritual?
―Sí, al parecer, es como si este asunto de la semana, no pasara desde hace mucho tiempo. Yo no lo entiendo, pero lo que sea. El Príncipe se está encargando de que alguien retire el cuerpo de mi camioneta mientras hablamos. Supongo que pondrán el cuerpo en una especie de sala de exhibición o algo así.
―Mira, yo creo que deberías aguantar tanto tiempo como puedas ―dijo Yoongi―. Quiero que nos olvidemos de esto, pero si sientes que estás en peligro, vuelve a casa. Encontraremos otra manera de manejarlo.
―No, no, está bien ―dijo Jungkook―. Me quedaré por unos días al menos. Si no sirve para nada más, al menos nos dará una idea de cómo funcionan los aquelarres. Dudo que un hombre lobo haya estado tan cerca de un vampiro sin tener una lucha desde hace años.
―Probablemente tengas razón. Sólo mantente a salvo. Aprender sobre su funcionamiento no es tan importante como tu vida. Si tienes algún problema, llámame.
―Sí, está bien ―dijo Jungkook. Se despidió y colgó el teléfono, preocupado, con su labio inferior entre los dientes.
Tenía un problema, uno grande, de aproximadamente un metro con setenta y ocho centímetros y era mortalmente sexy. No podía decirle eso a Yoongi.
El Alfa probablemente se reiría por toda la habitación si se enteraba de que Jungkook se sentía atraído por un vampiro, y no un simple vampiro, un Príncipe vampiro.
Jungkook no podía dejar de pensar en el tipo. Hombre, estaba en un gran problema.
Alzó la mirada cuando la puerta del estudio se abrió y el Príncipe volvió a entrar.
―¿Está todo bien? ―preguntó Jin con su voz suave y seductora. Envió escalofríos por la espalda de Jungkook e hizo que le doliera el pene.
―Sí ―respondió el lobo, tratando de evitar la mirada directa del Príncipe―. Yoongi ha dicho que puedo quedarme. Quería que le asegurara que él no quiere hostilidades entre su aquelarre y nuestra manada.
―Excelente.
Sí, claro, ¡excelente!
―Me acompañará a cenar, por supuesto. ―Esa no había sido una pregunta.
Jungkook trató de entender por qué no le molestaba la demanda del Príncipe. A menos que su Alfa diera las órdenes, Yoongi por lo general, enviaría a quien fuera al infierno. Con Jin, no podía pensar en nada que le gustara más.
―Enviaré a Baekhyun para que le muestre su habitación ―le dijo―. La cena debería estar lista en unas dos horas por si quiere refrescarse.
―Gracias ―dijo Jungkook―. Lo apreciaría mucho. Fue un largo viaje en auto hasta aquí.
―Usted aun no me ha dicho de dónde es o la manada a la que pertenece.
―Eso va a llevar algo de tiempo. ―Jungkook rió. Jin mostró su blanca dentadura al sonreír. ―Por favor, dígame. Me intriga. ―La mirada del Principe vagó por el cuerpo de Jungkook. La sentía tan intensa que podría haber sido una caricia―. Encuentro que muchas cosas sobre ti me intrigan, Jeon Jungkook.
Sí, está bien. ¡Maldita sea!
El corazón de Jungkook latía un poco más rápido.
―Solíamos ser la manada de Shasta ―comenzó Jungkook, tratando de ignorar las palabras sugerentes del Príncipe. No sería buena idea dejar que se enterara de cómo se sentía él de intrigado.
―¿Solían ser?― preguntó el Príncipe, con una ceja arqueada.
―La mayor parte de nuestra manada fue diezmada por el complot de su hermana y los demás miembros de nuestra manada, como he mencionado antes. No quedaron muchos de nosotros. El Alfa de la manada de Wolf Creek nos invitó a unirnos a su manada, ya que estábamos atados a ellos por lazos familiares.
―¿La manada de Wolf Creek? ¿El Alfa Junghwan?―preguntó el Principe silbando bajo―. Ahora, estoy impresionado.
―¿Usted conoce al Alfa Junghwan?
―No personalmente ―dijo el Príncipe, moviendo la cabeza― pero ciertamente he oído hablar de él. No sé de muchos aquelarres que no hayan oído hablar de él. Jungwhan es un oponente formidable.
Jungkook se rió entre dientes. ―Si quieres ver algo formidable, deberías conocer a su esposa, Sunhee. Ella me asusta a morir.
Aquí segundo capítulo❤ gracias por su apoyo e interés en querer leer esta historia😚😚
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ᴘʀíɴᴄɪᴘᴇ ᴅᴇ sᴀɴɢʀᴇ | ᴊ.ᴊᴋ - ᴋ.sᴊ ©
Hayran Kurgu«ʟᴀ ᴀᴛʀᴀᴄᴄɪóɴ ᴇs ɪɴsᴛᴀɴᴛᴀɴᴇᴀ ᴘᴇʀᴏ sᴜ ᴀᴍᴏʀ ᴇsᴛᴀ ᴘʀᴏʜɪʙɪᴅᴏ. ¿ᴘᴏᴅʀᴀɴ ᴇsᴛᴀʀ ᴊᴜɴᴛᴏs ᴘᴀʀᴀ sɪᴇᴍᴘʀᴇ? ¿ᴏ ʟᴀ ᴇɴᴇᴍɪsᴛᴀᴅ ᴇɴᴛʀᴇ ʟɪᴄᴀɴᴛʀᴏᴘᴏs ʏ ᴠᴀᴍᴘɪʀᴏs ᴘᴏᴅʀɪᴀ ᴘᴏɴᴇʀ ғɪɴ ᴀ sᴜ ᴀᴄᴏᴍᴘʟᴀᴍɪᴇɴᴛᴏ?» |Advertencia| ▪Love Boy - Yaoi ▪BTS - Jungkook×Seokjin ▪Contenido +18 Hom...