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Andy estaba en su cama, durmiendo como un tronco, con su pelo naranja alborotado, adornado por un mechón blanco que no se lo podía quitar ni con todos los tintes del mundo. Roncando sin darse cuenta.
La voz de una de las sirvientas a la que Andy apreciaba mucho porque había sido su amiga toda la vida y le había ayudado en los momentos más difíciles, le despertó al otro lado de la puerta.
- Principe -dijo la voz.
Y Andrew se incorporó con los ojos cerrados:
- ¿Si?
- Siento molestarle. -dijo otra vez la voz.
- No, no, no, tranquila -contestó Andy, sin abrir los ojos y con voz adormilada- llevo horas despierto...
Y sin darse cuenta apoyó su cabeza en una mano para seguir durmiendo, a los pocos segundos ya estaba volviendo a roncar.
Le volvió a despertar el toc toc en la puerta del ama de llaves, y el, alarmado volvió a despertar, sin abrir los ojos.
- ¿Si?
- Sigo siendo yo, alteza -respondió ella- Es hora de prepararse.
- Si, claro -contestó Andy, quitándose las legañas de sus ojos cerrados- ¿Prepararse para que?
- La coronación de su hermano.
- La coronación... de mi hermano... -repitió Andy.
Abrió los ojos y vió ante el un traje de hombre reposando sobre un maniquí donde destacaba el verde pistacho por su chaqueta y el negro por las otras cosas que se tenían que poner.
- ¡Hoy es el día de la coronación! -exclamó Andy.
En cuestión de minutos ya salía por la puerta de su habitación exclamando Hoy es la coronación, con el traje verde pistacho que los sirvientes le habían preparado con cariño:

Frozen (versión Sp0o_.oky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora