Final

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Mientras Hannah era llevada de vuelta en barco a su tierra natal acompañada de su mejor amiga y la duquesa Weaseltone. Andy cogía de la mano a Kristen y corría por las calles de Arendelle rebosando de alegría, Kristen tenía los ojos tapados con un trapo de cocina y no sabía por qué tanta impaciencia, pero dejaba que él hiciera lo que quisiera, se gustaban demasiado, pero solo estaban pasando un buen rato como buenos amigos.
- ¡Venga, vamos, vamos! -exclamaba Andy, corriendo agarrado de la mano de Kristen.
Kristen hacia lo posible por reducir el ritmo, pero Andy continuaba corriendo como había corrido ella días antes para salvarle, o para intentarlo, pero Kristen ya no podía correr más, continuaba con agujetas de ese día.
Andy estaba tan impaciente que no se fijó en que Kristen se la pegó con una farola y se hizo un poco de daño, entonces él la separó de la farola y continuó corriendo.
Un rato después por fin Andy paró de correr y se paró en seco súper emocionado, a los pocos segundos le quitó el trapo de los ojos a Kristen.
- ¡Te he comprado un trineo! -exclamó Andy, emocionado.
Kristen se quedó flipando, el trineo era bastante bonito, tenía cuatro asientos y unas cuerdas más resistentes que las de el trineo anterior, estaba hecho con madera de la buena y Andy había tenido el detalle de pintarlo con adornos de flores y ponerle un lazo al último asiento. Pero lo más cutre de todo es que apareció Sylvie con un vestido gigantesco blanco con piedras negras alrededor; no se veían los zapatos, pero llevaba unos tacones que parecía que la habían hecho crecer un año más.
- ¿Va enserio? -preguntó Kristen, alucinando en colores.
Cuando el antiguo trineo se hizo pedazos y Andy le dijo que se lo devolvería no sabía que hablaba en serio, que lo decía de verdad, pensaba que lo decía por decir. Ahora a Kristen no le importaba mucho el trineo pero... ¡Ahí lo tenía! Y Sylvie parecía querer estrenarlo ¿Ahora qué tenía que decirle?
- ¡Siiii! -exclamó Andy- Y es el último modelo.
- No puedo aceptarlo -dijo Kristen.
Kristen le estaba super agradecida, ¿pero para qué quería ahora un trineo si estaban en julio, la nieve de las montañas se había derretido y ya no quedaba apenas? Lo tendría en un sotano acumulando polvo hasta el año que viene, y obviamente no quería hacer eso con un regalo del chico que le gustaba.
- No se admiten cambios ni devoluciones -le explicó Andy, poniéndose firme ante ella- órdenes del rey. Y te he nombrado proveedora oficial del reino de Arendelle.
Andy señaló la medalla negra que Sylvie presumía de estar llevando colgada en su cuello, no ponía ninguna palabra, Kristen sólo veía un dibujo de un copo de nieve en medio, pero nada más. La cinta era morada con purpurina plateada.
- ¿Eso existe? -preguntó Kristen.
- Claro que existe -contestó Andy- y tiene un posavasos -Andy cogió a Kristen del codo, esta se puso un poco nerviosa ¡El chico que le gustaba la había tocado!- ¿Te gusta?
Claro que le gustaba, con un posavasos, cuatro asientos, madera de la buena... se imaginaba a gente viendo el trineo con Andy y Kristen subidos ¡sería la envidia de todos! gracias a su amor platónico. Tenía unas ganas de hacerlo suyo en medio de la calle.
- ¿Gustarme? -preguntó Kristen, volviendo a la normalidad- ¡ME ENCANTA!
Y se lanzó sobre él, Andy la cogió por la cintura sin problemas y dio unas vueltas sobre su eje sujetándola mientras ella chillaba de alegría porque volvía a tener un trineo.
- ¡Ahora mismo te besaría! -exclamó Kristen.
A Andy ya le había quedado claro que Kristen le amaba, que estaba enamorada de él, Andy había reflexionado y comprendió que sentía lo mismo, sentía ganas de estar con ella el tiempo que ellos quisieran, de vivir con ella las aventuras que fueran necesarias pero... quedaba un poco ridiculo lo que Kristen acababa de hacer, había sido demasiado directa, aún tenían que darse tiempo para conocerse mejor, no sabían muchas cosas el uno del otro, no habían tenido demasiado tiempo con todo lo de Elton, así que Kristen hizo que Andy la pudiera de pie en el suelo.
Estaban demasiado cerca de ellos mismos y eso inquietaba más a Kristen ¿por qué se había subido a brazos de Andy? Tenía que dar una explicación.
- Podría... me gustaría... quería... puedo... o sea... ¿pero qué digo?
Andy estaba sonriendo mientras miraba a Kristen como especificaba algo que no hacía falta especificar, se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla, cuando Kristen sintió sus labios en contacto con sus mejillas se sorprendió un poco ¡Le acababa de dar un beso!
- Podemos -dijo Andy.
Kristen ya no pudo aguantarse más y se acercó más a Andy para besarle, él por su parte también lo hizo y ambos se besaron. Fue un beso maravilloso, Andy no opuso resistencia; Kristen había comprendido que los chicos eran buena gente y Andy había encontrado a alguien que le hacía sentir amado.
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- ¡Verano! -exclamaba Ofelia, ya que al fin había cumplido su sueño de vivir en una estación que no era el invierno.
Ofelia, ahora que tenía la nube nevandole en la cabeza tenía toda la protección del mundo, no se podía derretir como había pasado cuando estaba cerca de la chimenea y cuando por fin había salido el Sol, de hecho había jugado con niños en lugares donde hacía un calor abrasador, entonces la nube empezaba a tirar más nieve, era imposible que se muriera.
Era la mejor amiga de los niños, al principio se asustaban al ver un muñeco de nieve versión mujer con vida y hacía que los padres de los niños apartaran a sus hijos de ella, pero al final terminaron acostumbrándose y jugando con ella.
Ahora mismo Ofelia estaba pasando al lado de una floristería donde había una maceta repleta de flores púrpura, las flores eran bastante bonitas, eran bastante agradables a la vista, el morado era uno de los colores favoritos de Ofelia, ahora mismo no se acordaba del tipo de flor que eran, lo sabía, pero ahora mismo no se acordaba.
- Holaaa... -dijo Ofelia, saludando a las plantas como si estas tuvieran sentimientos y la pudieran escuchar.
Y aspiró el olor de aquellas bonitas flores con la nariz, sin saber que ella tenía una vaga alergia a las flores, por la alergia, a Ofelia le empezó a picar la nariz por dentro, fue una sensación que nunca antes había experimentado, Ofelia sabía que un estornudo era un acto reflejo convulsivo de expulsión de aire desde los pulmones a través de la nariz y por la boca; pero Ofelia no tenía pulmones. Y aunque no tenía pulmones ella podía respirar sin problemas.
A la que se dio cuenta, ya había estornudado y su nariz había desaparecido de su cara, solo habían dos personas en aquel lugar, la propia Ofelia y Sylvie... ¡SYLVIE!
La mejor amiga de Kristen estaba a dos metros de distancia de Ofelia y las plantas; tenía la zanahoria de Ofelia en la boca, aún tenía el vestido gigantesco puesto y el medallón del copo de nieve. Ofelia la miraba horrorizada, si se metía la zanahoria en la boca, si se metía la zanahoria en la boca...
Se metió la zanahoria en la boca. Delante de Ofelia.
Ella lanzó una exclamación antes de ponerse a llorar, había perdido la nariz, la nariz que le había puesto Andy el día que se conocieron, era la nariz que ella tenía que llevar, si llevaba un bastón de caramelo quedaba mal, si llevaba un brócoli en donde tenía que llevar la nariz también le quedaba como el culo, solo le quedaba bien la zanahoria, de hecho se sentía bien llevándola. Sin la nariz sentía que le faltaba algo, igual que cuando había perdido la orquídea escapando del monstruo que había creado Elton en su castillo; era como si a un humano le quitaran una pierna, tardaría muchísimo en acostumbrarse, en volver a vivir, en volver a caminar, en volver a sentirse normal...
Quería ponerse a llorar, si una persona se ponía a llorar como quería llorar Ofelia se le pondría la cara roja y le saldrían unos lagrimones de los ojos; Ofelia no había llorado nunca, no sabía nada de ese mundo, había experimentado la tristeza al ver a Andy congelado, obvio ¿cómo no iba a entristecerse? Él había sido la primera persona que había visto en aquel paraíso de cristales de hielo que colgaban de los árboles.
Cuando estuvo a punto de ponerse a llorar bien fuerte, Sylvie se le acercó, le devolvió la zanahoria y le dio un abrazo; no la había masticado, solo se la había llevado a la boca para trollear a Ofelia. Ahora Ofelia chillaba de alegría y le daba las gracias, Ofelia abrazaba más fuerte porque estaba muy feliz, sin la zanahoria no era una muñeca de nieve, no era Ofelia a la que le gustaban los abrazos calentitos y la había recuperado.
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- ¿Preparados? -preguntó Elton.
Elton estaba en el patio del castillo, ahí habían dos fuentes, Elton había congelado una de ellas el día de su coronación, completamente asustado, y el agua había tomado una forma siniestra que había asustado a todos los presentes. Obviamente ahora las fuentes volvían a fluir y a ser igual de bonitas que antes, el agua solo estaba fresquita, venía bien en verano el agua fría y la gente volvía a quererle como rey, Elton era el rey de Arendelle, pero no quería llevar corona.
Muchos habitantes del reino de Arendelle estaban en el patio del castillo con él, aplaudiendo, listos para ver los poderes de Elton con más calma y de forma divertida, los niños estaban más preparados que los adultos, a los niños les encantaba patinar, les encantaban las alturas, les encantaba la gente con poderes, etc, en cambio a los adultos les daba un poco igual patinar, la gente con poderes y les daba pánico las alturas.
Cómo recibía el aprobamiento del público Elton dio una patada al suelo, este empezó a convertirse en hielo resbaladizo, el propio Elton era el único que no se resbalaba resbalaba, los presentes tardaron en mantener el equilibrio, algunos resbalaron entre risas. Por si no fuera poco, Elton, con un movimiento de manos volvió a congelar el agua de las fuentes, pero esta ver hicieron una forma más majestuosa y menos aterradora. La gente se quedaba boquiabierta cuando veía a Elton manifestando sus poderes, los anteriores reyes no tenían ningún poder, ni los abuelos... nadie tenía poderes, y de pronto había aparecido un sucesor con poderes de hielo (si hubiesen sido poderes de fuego habría sido mucho peor) Y con otro movimiento de manos lanzó nieve al aire que estalló en un punto fijo y empezó a nevar a un ritmo bastante suave. ¡Y listos, todo el mundo a patinar!
Andy estaba entre el público que había asistido a ver la magia de Elton. Andy recordaba que de pequeño sabía patinar, de hecho si no hubiese tenido la obligación de ser príncipe habría decidido ser patinador sobre hielo, era muy bueno. Pero luego habían aislado a Elton por un motivo que ahora Andy ya conocía y no había esquiado más, por eso había perdido práctica, bastante práctica, y ahora se resbalaba por todas partes.
Llegó hasta Elton desesperado por caerse, Andy estaba bastante animado, todo volvía a ser como antes, los poderes de Elton continuaban creciendo ¿Pero eso qué importaba? Andy se cogió a Elton para no resbalarse, él se estaba riendo y Andy solo sonreía. Ahora Andy se había puesto pantalones y se le notaba a gusto por no llevar vestido de invierno.
- Me encantan las puertas abiertas -le dijo Andy, sonriendo.
- No volveremos a cerrarlas -le prometió Elton.
Y con un movimiento de manos, Elton convirtió las simples zapatillas que llevaba Andy para caminar en unos patines de plata con adornos antiguos. Eran clavados a unos patines que pensaba haber visto en la tienda de la niña, donde conoció a su novia Kristen. Los patines estaban fríos, pero con el calor del verano se calentarán, pero no se derretirían.
- Elton, son preciosos -le felicitó Andy, completamente impresionado- Pero...
- ¡Venga! -Elton cogió a Andy de las manos y lo arrastró con él, Andy patinaba asustado- Aprenderás.
Los pies de Andy resbalaban con los patines en medio del hielo, le daba la impresión de que se iba a soltar de las manos de Elton y se iba a abrir la cabeza, por suerte llegó Ofelia y se puso detrás de él para hacer contrapeso y mantener a Andy con la espalda recta, ya que si continuaba inclinado y tropezando lo más probable era que se cayera de morros al suelo.
Kristen y Sylvie pasaron por al lado de el trío patinando, pronto Andy mantuvo el equilibrio ¡era uno de los mejores días de toda su vida! Por fin, todo el reino contento, todo volvía a la normalidad, Andy no volvería a pasar frío en un largo tiempo, sería muy feliz con Elton, con sus amigas y con Kristen, que no tardarían en salir y ya no tendrían que vivir la experiencia de mantener a Arendelle a salvo y tener que volver todos sanos y salvos ¿O si?
Todos los pueblerinos patinaban felices en el hielo bajo el sol del verano.

Frozen (versión Sp0o_.oky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora