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Pausa, se había parado el mundo, Ofelia había demostrado tener una voz soprano bastante bonita, sin embargo nunca había tenido la oportunidad de entrenarla.
Cogió a Andy de la mano con su brazo rama y se puso a gritar:
- ¡Venga, es por aquí! ¡Recuperemos el verano!
- Si, vamos -contestaba Andy, compartiendo la misma felicidad de Ofelia.
Sylvie salió corriendo también tras ellos, intentó animar a Kristen a seguirla, pero no lo hizo.
Kristen se quedó mirando la cascada, como si fuera eso lo preocupante, lo preocupante era el como reaccionaría Ofelia al saber que en verano, todo lo que tenga que ver con el invierno se derrite.
En verano se derretía el hielo, la nieve, los muñecos de nieve...
- Alguien tendrá que decírselo -dijo Kristen, rallada mentalmente.

Los tejados de las casas del reino de Arendelle estaban cubiertos de nieve, a la gente le había pillado desprevenido este cambio temporal y se abrigaba como podía, ya que se habían deshecho de sus prendas de invierno la primavera pasada.
Una mujer había estado cortando leña con su marido y sus hijos, iba a poner una de sus piezas en el carro de la leña, pero un hombre que estaba al lado del carro vio como había puesto la corteza.
- No, no -le explicó- Has puesto la corteza hacia abajo, y tiene que ir hacia arriba.
La mujer vio como el chico le daba la vuelta a la corteza que había puesto, pero ella estaba de acuerdo en que la corteza era hacia el lado contrario, como le habían enseñado toda la vida, por lo que ellos dos empezaron a pelear mientras una niña robaba una de las cortezas del carro sin que nadie se enterara y se la llevó a su familia.
Hannah paseaba con mantas en los brazos y dos guardias a sus espaldas por las calles salpicadas de blanco.
- ¡Mantas! ¿Alguien necesita una? -preguntaba Hannah mientras caminaba.
Un señor levantó la mano, haciendo que la princesa se acercara a él, cuando lo hizo el señor cogió una manta y cogiéndola del brazo con respeto le dijo:
- Arendelle está en deuda con vos, alteza.
Hannah le sonrío. Se volvió a dirigir al reino.
- ¡El castillo está abierto! -anunció Hannah en voz alta- ¡Hay sopa, y vino caliente en el gran salón!
Se detuvo al ver a Ivy un poco lejos, la llamó, se acercó a ella y le dijo:
- Toma, lleva esto. -y le dio las tres mantas que le quedaban, a Ivy solo le quedaba una.
Ella asintió, ya no llevaba el vestido elegante que había llevado en la coronación de Elton, pero el abrigo también le quedaba muy bien, era de sus padres.
- ¡PRINCESA HANNAH! -la llamó una voz de anciana, a la princesa de las Islas del Sur.
Ambas amigas se hicieron un mini saludo y Ivy se fue corriendo con las mantas mientras Margaret llegaba hasta Hannah seguida de sus dos guardaespaldas, un hombre y una mujer.
Margaret estaba frotándose los brazos de frío, en cambio, sus guardaespaldas estaban ahí tan panchos, como si no notaran el frío.
- ¿Acaso piensa repartir los bienes de Arendelle mientras nos morimos congelados? -le preguntó Margaret a Hannah, muy de mal humor.
Pero esta sólo respondió con un tono tranquilo.
- El príncipe Andy dio órdenes...
- ¿No se da cuenta de que el príncipe podría estar conspirando con UN BRUJO? -exclamó Margaret, interrumpiéndola- ¡PARA DESTRUIRNOS!
- No cuestione así al príncipe -le defendió Hannah, esta vez menos tranquila- Me dejó a mi a cargo, y no dudaré en proteger a Arendelle de los traidores.
La duquesa la miró como si Hannah tuviera detrás al peor asesino de todos los tiempos y le faltaran las palabras para decírselo.
- ¿T-traidores? -lo único que se le había quedado de la oración de Hannah.
Se oyó un alarido de caballo a lo lejos, pese a estar lejos no tardó en cruzar la puerta abierta de Arendelle, dando saltos, gritos y sustos a todo el mundo, estuvo a punto de atropellar a una niña y estaba asustando a los demás.
Hannah no dudó en acercarse a él, mantuvo una distancia de un metro entre ella y el corcel de Andy.
- ¡So, so, muchacho! -le decía Hannah- tranquilo, tranquilo...
Cuando por fin se tranquilizó Hannah lo acarició para que confiara en ella.
Plano de la heroína. Miró el supuesto trallecto del caballo donde ahora había mucha niebla ¿sería un viaje complicado? ¿Qué le estaba pasando a Andy?
- El príncipe Andy está en apuros -anunció Hannah- necesito gente que me ayude a buscarlo.
- Me ofrezco voluntario -se oyó decir a uno a lo lejos.
- Yo ofrezco a mis guardias, alteza -le dijo Weaseltone mientras Ivy también se apuntaba.- Estad listos para lo que venga -les susurró la duquesa de Weaseltone a sus guardaespaldas- y cuando veáis al rey quiero que terminéis con este invierno ¿entendido?
Sus guardaespaldas que habían dedicado parte de su vida a proteger a Margaret asintieron, encantados, mientras había más gente en Arendelle que se ofrecía voluntario.

Frozen (versión Sp0o_.oky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora