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- Bonito duo -intervino una voz masculina.
Kristen se sobresaltó y vio al chico pelirrojo de la tienda de la niñata psicópata, es decir a Andy.
Sylvie se río de su abrigo. Llevaba una falda azul oscuro con pétalos de rosas que la decoraban. La parte de arriba tenía forma de corazón negro y adornos de gotas de agua de distintos colores, la capa y el gorro eran de color púrpura. Las botas eran negras y bonitas, parecidas a las de Sylvie.
- Agh -dijo Kristen- Eres tú ¿Qué quieres?
- Quiero que me llevéis a la montaña del norte. -contestó Andy, con tono aventurero.
Kristen pasó de su cara, quería dormir, había movido cielo y tierra para que ella y Sylvie pudieran dormir en un pesebre, donde había nacido Jesús de Nazaret según la Biblia. Kristen se puso su gorro en los ojos y se tumbó en la paja.
- Lo siento, chico -le contestó Kristen- No soy una guía turística.
- Te lo pediré de otra forma.
Una fuerza invisible en forma de bolsa le quitó a Kristen su gorro y le dejó un dolor en la pierna, le duró toda la noche ese dolor.
- Llevadme a la montaña del norte -insistió Andy- Por favor.
Sylvie se acercó la bolsa a su lecho de dormir, con la esperanza de que hubieran zanahorias, pero cuando miró su contenido solo encontró el pico y la soga y miró a Andy con cara triste.
- Sé cómo detener este invierno -añadió Andy.
Kristen volvió a tumbarse y se puso el gorro en los ojos mientras Sylvie rebuscaba en la bolsa.
- Salimos al amanecer -le informó Kristen- y se te han olvidado las zanahorias.
Andy lanzó la bolsa de zanahorias, con intención de dársela a Sylvie, pero le dio de lleno en la cara de Kristen, cayeron unas cuantas zanahorias al suelo mientras Kristen se recuperaba del sobresalto.
- ¡Lo siento! ¿Estás bien? ¡Yo...! -se disculpó Andy, pero pronto cambió de actitud- Ehhh ¡Nos vamos! ¡Ahora... mismo!
Y Andy se fue del pesebre caminando como un soldado, una vez fuera pudo relajarse un poco.
Acababa de hacer el ridículo.
Kristen y Sylvie compartían una zanahoria y Andy estaba listo para afrontar cualquier peligro.

Una vez en el trineo (que Sylvie, inmune al frío manejaba como si fuera un reno que lo empujara) Kristen y Andy pudieron presentarse con más tranquilidad.
- Agárrate -le avisó Kristen al príncipe- a nosotras nos gusta la velocidad.
- No te preocupes -contestó Andy, haciéndose el guay- La velocidad es lo mío.
Y subió los pies a enfrente del trineo, donde estaban las cuerdas que Sylvie agarraba para empujar el trineo, pero Kristen enseguida le bajó los pies.
- ¡Eh, alto ahí! -le riñó Kristen, bajándole los pies a Andy- Esto está recién pintado ¿Donde te criaste? ¿En una granja?
Y Kristen escupió a donde Andy había apoyado los pies, la mitad del gapo que lanzó Kristen a la parte del trineo fue a parar al ojo izquierdo de Andy, este, entre quejas se vio obligado a quitarse el gapo con los guantes de chica.
- No, -replicó Andy, sintiendo asco por la chica- me crié en un castillo.
- Así que príncipe de Arendelle ¿eh? -comenzó Kristen su futura conversación- Dime ¿por qué el rey se volvió congeladamente loco?
- Todo fue culpa mía, -contestó Andy- porque se puso hecho un basilisco... porque ese mismo día había conocido a una chica y... no quiso bendecir el matrimonio y...
- Alto ahí -le frenó Kristen- ¿Estás diciéndome que te comprometiste con una mujer a la que acababas de conocer?
- Si -contestó Andy- Total, que yo me enfadé y el también se enfadó, luego le quité el guante y...
- Alto ahí -le frenó Kristen, sorpendida- ¿Estás diciéndome que te comprometiste con una mujer a la que acababas de conocer?
- ¡Si, presta atención! -respondió Andy- Resulta que Elton llevaba puestos los guantes azules toooodo el tiempo ¡Pero creía que era porque la suciedad le daba repelús.
- Nunca te han dicho 'No te fíes de los desconocidos'? -le preguntó Kristen, como si fuera retrasado.
- Pues... si. -contestó Andy, incómodo por tener a Kristen mirándole fijamente se hizo a un lado- Pero Hannah no es ninguna desconocida.
- ¿Ah, no? -preguntó Kristen- ¿Cómo se apellida?
- De las Islas del Sur. -contestó Andy, como si fuera obvio.
- Comida favorita.
- Los sándwiches.
- Mejor amigo o amiga
- Creo que se llama Ivy.
- Color de ojos.
- ¡Divinos!
- Tamaño de pie
- ¡El tamaño de pie no importa! -fue la respuesta de Andy.
- ¿Y si no te gustan sus modales? -empezó a preguntarle Kristen- ¿Y si te desagrada su modo de urgarse la nariz? ¿Y SI SE COME LOS MOCOS?
- ¿Comerse los mocos? -se sorprendió Andy.
- Lo que oyes
- Disculpa estás hablando de una princesa. -salió Andy a la defensiva de su princesa.
Kristen le miró con cara de pasar de él mientras decía:
- Todas lo hacemos.
A Andy le entraban ganas de vomitar mientras Kristen parecía reírse.
- Pero no importa -dijo Andy- Es amor verdadero.
- Yo no estaría tan segura -comentó Kristen.
- ¿Qué pasa? -preguntó Andy- ¿Ahora eres experta en el amor?
Kristen, como si le hubiera contado una historia de miedo, tragó saliva.
- No -contestó Kristen, con miedo- pero tengo amigos que si lo son.
- Tienes amigos que son expertos en el amor -comprendió Andy- No me lo trago.
- Cállate -le dijo Kristen al ver que Sylvie poco a poco dejaba de correr, y ahora estaba asustada.
- No, no, no -insistió Andy- me gustaría...
- Hablo enserio -susurró Kristen, tapándole la boca con uno de sus guantes.
Andy sintió una almohada asfixiándole así que se quitó el guante de Kristen de la boca para continuar hablando, pero Kristen le volvió a mandar callar.
Cogió la luz y se giró para ver más o menos en la oscuridad.
Al principio no veía nada, pero luego no tardó en ver más de dos ojos amenazadores, observándoles en ese rincón oscuro.
- Sylvie -le dijo Kristen- corre ¡corre!
Sylvie no tardó en reaccionar y se puso a correr como si fuera una atleta transportando una mochila sin libros dentro, el trineo se movía muy rápido y Andy estuvo a punto de caerse, pero Kristen se puso a su lado normal.
- ¿Qué era eso? -preguntó Andy.
- Lobos -contestó Kristen.
- ¿Lobos? -Andy pensaba que estaba de coña, pero se podía oír perfectamente los gruñidos de los lobos y el cómo corrían.
¿Cómo podía Sylvie correr más rápido que ellos con un trineo a sus espaldas?
- Tu quédate aquí y evita que te coman -le dijo Kristen a Andy, encendiendo una antorcha aprovechando la lámpara de aceite.
- Pero quiero ayudar -se ofreció Andy.
- No
- ¿Por qué no? -preguntó Andy.
- Porque estás peor que tu hermano -le contestó Kristen.
- ¿Disculpa?
- ¿¡QUIÉN SE COMPROMETE CON UNA MUJER A LA QUE ACABA DE CONOCER!? -exclamó Kristen, luchando con los lobos que daban su vida por entrar en el trineo y conseguir cena.
- ¡ES AMOR VERDADERO! -gritó Andy, blandiendo la guitarra de Kristen.
Kristen, asustada se agachó antes de que Andy pudiera partirle la cabeza con la guitarra, justo cuando Kristen se agachó un lobo estaba saltando para llegar hasta Sylvie y devorarla, pero Andy lo apartó con el instrumento.
Kristen se quedó maravillada con el chico, pero no fue mucho tiempo, porque enseguida un lobo distinto cogió a Kristen del brazo y la tiró del trineo, pero Kristen logró agarrarse a una cuerda que había detrás mientras dos lobos le mordían las piernas.
Andy aprovechó la antorcha para quemar unas mantas que tenían enrolladas.
- ¡Agáchate! -le ordenó Andy a Kristen.
Ella obedeció y las mantas golpearon a los lobos que le hacían daño a Kristen. Una vez libre, la mujer se puso a subir la cuerda.
- ¡Casi me prendes fuego! -exclamó Kristen.
- Pero no lo he hecho -dijo Andy, ayudándola.
Sylvie, corriendo se dio cuenta de que estaba a punto de llegar a un precipicio, al mismo tiempo, Andy le daba la mano a Kristen para devolverla al trineo y se daba cuenta.
- ¡Tienes que saltar, Sylvie! -le animó Andy.
- Oye -se enfadó Kristen- a mi amiga solo le hablo yo.
Cogió a Andy en brazos y lo lanzó hasta Sylvie, que atrapó al chico otra vez en brazos.
- ¡Salta, Sylvie! -exclamó Kristen, cortando la cuerda que unía a Sylvie con el trineo justo a tiempo.
Sylvie saltó como lo haría Superman, o Batman, dio un salto de superheroína y consiguió llegar al otro lado del precipicio con Andy en sus brazos como si fuera su bebé. El trineo estuvo a punto de llegar, pero empezó a caer, obligando a Kristen a saltar.
La chica se sujetó a un montón de nieve y miró abajo.
No se mareó, pero sí que vio su trineo en llamas por la lámpara de aceite.
- Acababa de pagarlo -sollozó Kristen.
Se sobresaltó al ver que la nieve estaba empezando a ceder, si Kristen no se salvaba caería al vacío con su trineo.
Pero no podía salvarse, la nieve tiraba de ella, la muerte era inevitable, hasta que el pico que había cogido de la tienda de la niña rata asesina cayó enfrente de ella sujeto por una cuerda.
- ¡Agárrate! -le ordenó una voz masculina.
Kristen volvió a obedecer, se sujetó al pico con fuerza, pronto una fuerza invisible tiró de ella hasta ponerla a salvo.
- ¡Tira, Sylvie, tira! -exclamaba Andy.
Se notaba que los dos tiraban de la cuerda y hacían un buen equipo; una vez Kristen estuvo a salvo Sylvie y Andy miraron el como había terminado el trineo, Sylvie lo miró apenada mientras su amiga lloraba con la boca llena de nieve y no sabía cómo consolarla.
- Os devolveré el trineo y... todo lo que había dentro -les prometió Andy, Kristen se cubrió la cara con las manos, llorando- y lo entenderé si... no queréis seguir ayudándome.
Andy, con paso apenado empezó a caminar, sin saber muy bien cómo llegar a su destino, mientras tanto, Kristen, con los ojos llorosos, se incorporó y se dirigió a Sylvie.
- Claro que no quiero -le dijo a Sylvie- Es más, no voy a ayudar a nadie nunca más.
- Morirá si se va solo -replicó Sylvie.
- Eso no me importa -contestó Kristen.
Sylvie hizo una mueca.
- No tendremos trineo nuevo si él muere -observó Sylvie.
Kristen la miró con cara de mala gana, oía a Andy murmurar y decir cosas para si solo a lo lejos, estaba claro que no iba a llegar a ningún lado sin ayuda.
- ¿Sabes? A veces te odio -le dijo Kristen a Sylvie, y levantó la voz para que Andy le escuchara- ¡Espera! ¡Iremos contigo!
- ¿Enserio? -se sorprendió Andy, a veinte metros de distancia de ellas- Es decir... ¡guay! Os estoy esperando.
Kristen se rió, Sylvie se apoyó en la rodilla de su amiga para levantarse y la ayudó a imitarla.
Les quedaba mucho camino para llegar hasta Elton.

Frozen (versión Sp0o_.oky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora