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Andy se estaba cansando del traje de mujer, estaba por prestárselo a Kristen, o a Sylvie, que iban en pantalones pero ¿donde podía cambiarse sin pelarse de frío?
Estaba amaneciendo, era la segunda montaña que escalaban, molaban las vistas, en cuanto Andy volviera a palacio con Elton las pintaría todas.
Incluso la que estaban viendo de...
- Arendelle -murmuraba Andy.
- Completamente congelado -añadió Kristen.
Desde lo de los lobos, Kristen poco a poco se estaba mostrando más simpática con el príncipe, no era algo malo, era una putada viajar con alguien que no paraba de quejarse y Andy se estaba sintiendo más a gusto con las chicas.
Arendelle parecía una escultura de cristal, Elton lo había hecho sin querer, estaba asustado en aquel momento, Andy estaba seguro de que había descubierto como retirar su error.
- Pero no pasa nada -dijo Andy- Elton lo descongelará.
- ¿Seguro? -preguntó Kristen.
De pronto Andy se acordó de Hannah, su sonrisa, su voz de sirena... ¿cómo lo estaría pasando? ¿Cómo lo estaría pasando con su gente de Arendelle? Pronto volveré, Hannah, se dijo Andy.
- Si -contestó Andy, ante la duda de Kristen- sigamos ¿la montaña del norte es por ahí?
Y Andy señaló delante suyo, haciendo que Kristen se riera tanto de sus guantes como de su manera de hacerse el sabido.
- Para ser exactos -Kristen cogió el brazo de Andy y la cambió de dirección- Es por ahí.
Andy se quedó sorprendido al ver que Kristen le había hecho señalar el pico de una montaña, como si fuera el pico del Everest.
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Había un paisaje precioso delante de ellos, una cascada de color azul congelada y árboles de cristal de donde colgaban hilos con trocitos de hielo. Kristen extendió la mano para tocar los hilos y moverlos conforme iba avanzando, creando así música; Sylvie, que no sabía si eso era posible hasta que llegó su colega, se puso a mover las manos y los brazos, haciendo que los cristales hiciesen ruido.
- Nunca pensé que el invierno fuera, tan bonito -comentó Andy.
Andy no esperaba que Kristen dijera algo, pero hubo una contestación.
- La verdad es que es precioso -dijo una voz de mujer, soprano- ¿A que si?
Kristen fue la primera que se sorprendió al oír esa voz, y miró detrás suyo para ver quien era, pero encontró a Sylvie con los hilos con hielo que colgaban de los árboles por todo el pelo, despeinandolo. No podía ser Sylvie la que hablaba, la voz tenía un tono gracioso y tonto, y Sylvie en verdad era muy lista, lo disimulaba callándose muchas cosas y teniendo esa actitud infantil, como si no fuera una mujer en verdad.
Andy se abrió paso entre los hilos, pero no encontró gran cosa, solo la pequeña cascada congelada, mientras tanto la voz se acercaba.
- Pero le hace falta algo de color -decía- se me había ocurrido el azul, el violeta... ¿y el amarillo? Amarillo y nieve ¡Uhhh! ¡No pega! ¡Jajaja!
Andy se sobresaltó al descubir quien les hablaba, la criatura se trataba de la recreación de un muñeco de nieve pero con una orquídea en lo que representaba el pelo y unas piedras negras como botones de una camisa.
La muñeca se giró hacia Andy:
- ¿Qué os parece? -preguntó.
Andy gritó y le dio una patada en la barbilla, la chica rara quedó decapitada, su cabeza fue a parar a las manos de Kristen, se suponía que la cabeza no debería tener ya vida, pero al ver a Kristen la saludó:
- Hola -dijo la cabeza.
- ¡Qué mal rollo! -exclamó Kristen, y le pasó la cabeza a Sylvie.
Sylvie se la devolvió a Kristen, esta a Andy, parecía la final de un partido, mientras tanto la cabeza protestaba y su cuerpo daba vueltas.
- ¡Qué va al cuerpo! -anunció Andy.
Y tiró su 'pelota' al cuerpo del muñeco de nieve, o mejor dicho 'la muñeca de nieve'; Andy le pedía que le hiciera niñas en sus canciones por no cabía la palabra 'muñeca', no se adaptaba a la canción, y se acostumbraron a llamarlas así.
La muñeca cayó al suelo y se incorporó, cuando lo hizo tenía la cabeza del revés, con el pelo abajo y la boca arriba.
- Pero ¿Qué es lo que veo? -preguntó la mujer nieve- ¿por qué estáis colgado bocabajo como murciélagos?
- Ehhh... espera un momento -Andy se acercó a ella le cogió la cabeza y se la puso del derecho.
Una vez todo bien, la mujer sonrió y se sorprendió al ver al joven.
- Gracias -rio la mujer de nieve.
- De nada -le contestó Andy
- ¡Ya estoy perfecta! -exclamó la muñeca.
Hablaba sin preocuparse de lo que podían pensar de ella, ni siquiera se había dado cuenta de que Andy iba vestido de mujer y que no era del todo pelirrojo, tenía un mechón blanco por el pelo naranja, tampoco se había dado cuenta de que Kristen iba un poco de hombre y Sylvie tenía media decoración de los árboles en el pelo.
- Casi perfecta -observó Andy.
Y se sacó la bolsa de zanahorias de Sylvie, mientras tanto, la mujer de nieve hablaba con Kristen.
Hubo un momento en que la mujercita se giró hacia Andy y este le atravesó la cara de parte a parte con la zanahoria, justo donde tenía que estar, en medio de la cara, la punta del vegetal estaba haciendo de nariz.
Mientras Andy se disculpaba, la mujer movía los ojos, lo único que tenía como nariz era la punta de la zanahoria, el resto lo tenía en el cogote.
- Disculpe, perdóname -le decía Andy.
- Estoy... ¡de maravilla! -exclamaba ella- ¡Siempre he querido tener una nariz! ¡Es una naricita súper chiquitita...!
Y mientras ella trataba de tocarse su nariz con dulzura, Andy cogió lo que quedaba de zanahoria y empujó, de manera que ahora toda la zanahoria hiciera de nariz.
La mujer de nieve puso cara de que la hubieran apuñalado, pero cuando vio la zanahoria (ahora más grande) que adornaba su cara se alegró.
- Anda! ¡Ahora me gusta todavía más! -dijo la chica- Hola, soy Ofelia. Y me gustan los abrazos calentitos.
Se dirigió a Andy extendiendo los brazos, sin darse cuenta de que Andy lo estaba entendiendo todo. Un muñeco de nieve versión chica. Ofelia. Esa era su frase.
- ¿Ofelia? -preguntó Andy ¡Cuánto tiempo!- ¡Eso es! ¡Ofelia!
- Y tu eres... -empezó la muñeca Ofelia.
Andy se dio cuenta de que estaba haciendo el idiota y trató de mostrarse normal.
- Príncipe Andy -se presentó- de Arendelle.
Ofelia se giró y vio a Kristen y a Sylvie mirándola, hipnotizadas ¿una muñeca de nieve hablando?
- ¿Y quien es esa mujer tan rara que veo ahí? -le preguntó Ofelia a Andy.
- Es Sylvie -contestó Andy.
- Oh, vale ¿y quién es la otra? -volvió a preguntar Ofelia, señalando a Sylvie, cosa que no había hecho con Kristen.
- Pues Sylvie -respondió Andy.
- Ah, el mismo nombre -observó Ofelia- más fácil diferenciarlas.
Sylvie iba a coger la zanahoria de Ofelia, pero esta la frenó con sus manos hechas con ramas, sin caer en la cuenta de nada.
- Sylvie, me quieres pedizcar la nariz -le dijo Ofelia- tu también me gustas.
- Ofelia -la llamó Andy para que le prestara atención, Ofelia se giró y no despegó los ojos de Andy- ¿Te ha hecho Elton?
- Si ¿por qué? -contestó Ofelia.
- ¿Sabes donde está?
- Si ¿Por qué? -Kristen estaba cogiendo el brazo rama de Ofelia para romperlo, pero era super elástico.
- ¿Podrías llevarnos hasta el?
- ¿Cómo funciona? -preguntó Kristen, cuando terminó de formular la pregunta el brazo le dio una cachetada.
- ¡Quieta, Sylvie! -exclamó Ofelia, devolviendo su brazo a su sitio- Deja que me concentre. -volvió con Andy- Si ¿por qué?
- Yo te diré por qué -le contestó Kristen- necesitamos que nos devuelva el verano.
Ofelia suspiró, abrió mucho la boca... parecía la mujer más feliz del mundo.
- ¡Verano! -exclamó Ofelia- No os preocupéis pero siempre me ha gustado la idea del verano, y del sol, y de las cosas calentitas...

Frozen (versión Sp0o_.oky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora