Spread A Little Happiness

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Un nuevo día para sonreír ¿no lo crees? Uno nunca está totalmente vestido sin una sonrisa, aunque esta semana fue algo estresante, no por mi trabajo eso ya es costumbre y me encanta dar las noticias en la radio, aunque eso tenga un precio muy alto. Ser el centro de atención en lugares no deseados, nunca me interesó estar rodeado de tanta gente interesada más en lo que gastan y presumir lo que tienen, pero ahora al ser reconocido me tratan como un igual, de no ser por eso ni me voltearían a ver. Hasta que te conocí, nunca me trataste diferente por ser la estrella de la radio. Aunque siendo sincero complicaste las cosas en mi vida, a la vez que la salvaste.

Recuerdo el día en que te vi por primera vez, uno de mis compañeros del trabajo me invitó a una fiesta de esas importantes, según el yo debía de asistir obligatoriamente, claro que quería que fuera, ¡Era alguien importante, un perfecto anzuelo para personas interesadas en la fama! Me quería negar a ir, pero estaba obligado por mi jefe, para atraer más patrocinadores. Ese tipo solo piensa en el dinero, por otra parte, fue el único que me apoyó en mi sueño, gracias a él estoy donde estoy, en lo más alto, por lo que le debo muchos favores. Entre ellos ir a esa dichosa fiesta, he de admitir que fue agradable de no ser por Harry, nunca hable con él solo lo conozco por el periódico, sin embargo algunos chismes y los que has tenido la desgracia de conocerlo responden lo mismo "Es un cretino que se cree la gran cosa y ni sabe hacer nada", "Está donde está por la herencia de su padre" entre muchas cosas más, hasta Richard, mi jefe, cree y sabe qué tipo de persona es, "Es solo un niño consentido de papá, ya sabes caprichoso, hipócrita e inmaduro, ten cuidado Al, él tiene muchas influencias" esa fue su advertencia. Quise evitar problemas, pero él no me dejo, estaba cerca de la mesa donde se encontraban diferentes comidas y bebidas, apartado del resto, ya había saludado a algunos compañeros, además me habían presentado a los anfitriones de la fiesta. Me encontraba bebiendo un poco mientras observaba que tanto había ahí, aunque he de decir que cualquier restaurante tiene mejores menús.

- Vaya, vaya, miren que tenemos aquí, pero si es el nuevo locutor estrella, Alastor ¿cierto? - Me volteé a la dirección de la voz, justo la persona que quería evitar se encuentra enfrente de mí.

- Sí, soy yo, un gusto - Dije cortésmente con una sonrisa.

Debo ser educado me repetía en mi mente, el miró a todas direcciones para ver si alguien estaba cerca de donde nos encontrábamos - ¿Que hace una cara bonita por aquí? - Preguntó acercándose a mi.

- ¿Disculpe? - No sabía que contestar, estaba impresionado y no de un buen modo, no estaba preparando para ese tipo de interacción con él.

- No me lo tomes a mal lindura, pero personas como nosotros necesitamos estar juntos - Esta va a ser una noche larga.

- Me disculpará, pero no estoy entendiendo de lo que me está hablando - El sólo se río en mi cara mientras pasaba una de sus manos por mi espalda baja acercándome a él, inmediatamente lo aparte - Lo siento, pero me tengo que ir - ¿Quien se cree? Caminé unos pasos hasta que sentí que el me sostenía de la muñeca, dirigí mi mirada a él, estaba sonriendo, fue la sonrisa mas desagradable que he visto en mi vida.

- No te vayas, creo que empezamos mal - Me jaló a su dirección, haciendo que quedara a unos centímetros de el - ¿No lo crees, cariño? - Listo he tenido suficiente de este individuo, esto ya es demasiado.

- No quiero formar un escándalo, pero si me pregunta, creo que sus palabras no fueron las mejores - Jale mi brazo haciendo que él me soltara, sin dejar ser educado respondí. - Por lo que me retiro, con permiso - Caminé lo más rápido posible lejos de él, sentí su mirada en mi mientras me alejaba, solo con unos minutos de "platica" confirmé lo que muchos decían de él.

Tú dulce vozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora