Heaven Knows I'm Miserable Now

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El camino hacia la estación fue largo, además de que los policías hacían comentarios o preguntas debes en cuando, las cuales ignoro, prefirió ver por la ventada de la patrulla. Analizando lo que sucedió hace unos minutos, simplemente no podía creerlo, ¿Cómo es posible que él sepa dónde estaba? Y sabía que lo estaba haciendo apropósito, lo conocía no era la primera vez que intentaba hacer algo en su contra, pero en esta ocasión no tendría el apoyo por parte de alguien igual de importante que le haría frente a Harry, por lo que ahora si estaba condenado. Al llegar a la estación los policías lo arrastraron por el lugar sin delicadeza, causándole molestia ya que no iba a hacer nada, pero intento seguirles el paso, visualizó a Harry en la entrada, quien miraba con diversión como trataban a Husk, "Como un criminal, lo cual eres al intentar robar algo que no te pertenece" según la perspectiva de su enemigo. Harry los siguió hasta que arrojaron al oji-ámbar a la celda terminado en el suelo quejándose, sin importarle si lo habian lastimado cerraron  la puerta tras de él, sus amigos se encontraban ahí encerrados, sin dudarlo al ver a Husk se acercaron para ayudarlo a levantarse. Los policías se fueron dejando a Harry solo con ellos, sonreía arrogantemente molestando a los tres presentes.

- Mira, justo donde perteneces - Dijo burlón acercándose amenazante, enfureciendo a Husk.

- Cuando salga de aquí te juro partirte la cara - Corrió hasta la reja golpeándola haciendo que Harry retrocediera, estaba muy molesto con ese imbécil.

- Me encargare de que eso no suceda - A no ser que obtenga una recompensa a cambio Pensó - ¡Diviértete! - Se alejó mientras se reía a carcajada, el mayor en respuesta volvió a golpear la reja causando un gran estruendo.

- Tranquilo, todo va estar bien - Dijo Jack intentando calmar a su amigo, Duncan se apoyó en una de las paredes viendo a sus amigos preocupado, Husk soltó un suspiro de frustración al sentarse en una de las camas que se encontraban en la celda, poniendo ambas manos en su cara.

Pasaron las horas, por la ventanilla creyeron que ya era tarde, apunto de anochecer. Nadie se había acercado para indicarles que iba a suceder impacientando a Duncan y a Husk, Jack intentaba todo lo posible que ambos estuvieran, al menos, cómodos a pesar de la situación en la que estaban, sacando comentarios o chistes, la tensión bajo considerablemente al pasar el tiempo esperando alguna señal, la cual llego. Se escucharon pasos acercándose, uno de los policías que estaba cuando fueron a arrestarlos se puso enfrente de la celda observando a los que se encontraban adentro. Husk se había acostado en la cama mientras miraba al techo, Duncan seguía apoyado en la pared con los ojos cerrados y Jack caminaba de un lado a otro contando una anécdota, que detuvo al ver al oficial.

- ¿Quién de ustedes es Husk? - Pregunto sin mucho interés, Duncan y Jack miraron al recién nombrado.

- Yo - Se levantó de la cama acercándose, el agente solo saco unas llaves abriendo la celda dándole una indicación con su mano para salir.

- Sígueme - Al salir el oficial cerró con llave para comenzar a caminar seguido del mayor quien no puso resistencia. El camino fue algo largo acompañado de un silencio muy incómodo para percepción de Husk, pudo observar que no se encontraba nadie por donde pasaban - Por aquí - Esto es extraño, pensó. Su acompañante se detuvo frente a una puerta la abrió indicándole que entrara, obedeció, era una habitación pequeña donde se encontraba una mesa con dos sillas a cada lado, encontradas para tener una plática frente a frente, una lámpara tenue, al sentarse noto un "ventanal" el vidrio era oscuro, no podía ver nada del otro lado - Espere aquí, no se atreva a intentar algo, lo tenemos vigilado - Dijo en un tono autoritario para al final cerrar la puerta al irse.

Espero ahí sentado, será que va a ser entrevistado por un delito que no se cometió y fue una trampa, muy probablemente. Le sería difícil teniendo en cuenta que parecía no tener todo a su favor, mientras no sea el desgraciado de Harry quien se encargaría de tomar las cosas por su cuenta se prometería no golpear a nadie por creerle a ese estúpido, aunque en este caso se llevaría una sorpresa. La puerta se abrió dejando ver a un hombre mucho mayor que él, bien vestido, creyó al principio que era uno de los "esclavos" de Harry, pero al reconocer quien era no pudo evitar estar sorprendido, era el mismo señor que había visto cuando descubrió que Harry estaba acosando a su pareja.

Tú dulce vozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora