tratar de negar algo

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Capítulo 16

______ se llevó bien enseguida con Nora y con Tom, que juntos se encargaban de cuidar la casa y el jardín para dejarla libertad para concentrarse en Emma. Muchas tardes tomaba la merienda con ellos en la cocina. Era una habitación grande de ambiente tradicional debido a las cazuelas de cobre colgadas de las paredes. Pero a pesar de su ambiente, los electrodomésticos eran de último modelo
-Es como estar en una estación espacial -comentó ______, mirando a su alrededor todos los mandos-. ¿Te lo puso Liam para ti?
______ sabía que Nora vivía para su cocina.
-Algunos de los aparatos más recientes los pedí yo -dijo Nora-, pero siempre hemos tenido las últimas novedades. Helen...
Se detuvo abruptamente.
-A Helen le gustaba así -terminó ______ por ella-. Está bien. No tienes que tener miedo de nombrarla delante de mí. ¿La conociste bien?
-Nos conocimos en las mismas clases de cocina. Después, nos pidió a Tom y a mí que viniéramos a trabajar para ella. Se acababa de casar y estaban poniendo esta casa.
-En las fotografías se la ve muy guapa -observó con naturalidad ______.
Ese día estaba a solas con Nora y se sentía más libre para hablar sin Tom.
-¡Oh, era preciosa! -recordó Nora-. Tan' fina y delicada, como si una simple brisa pudiera llevarla. Cuando se murió, pensé que él se volvería loco. Estoy segura de que se hubiera vuelto loco si no hubiera sido por la pequeña.
Cuando llegaron las fotografías de la boda, ______ y Nora las contemplaron juntas. Nora estaba entusiasmada con la de Emma y ______ juntas.
-Parece un pequeño ángel -suspiró-. Uno nunca imaginaría...
Se cortó con una débil sonrisa.
-No, pero lo estoy descubriendo.
A pesar del debilitante efecto de su enfermedad, Emma no era un ángel, sino una niña normal. Tenía una naturaleza dulce, pero podía ser tan terca como una mula. Tenía una gran fuerza de voluntad y la capacidad de conseguir lo que quería. En definitiva, era como Liam en miniatura.
Su padre encontraba difícil negarle nada, y ______ sabía que estaba rozando siempre una línea muy delicada. Emma podía enzarzarse en batallas tan agotadoras para conseguir lo que deseaba que pudieran ser peligrosas para ella. La pequeña no dudaba en usar su fragilidad como arma con el resultado de que ganaba demasiado a menudo y estaba escapándoseles de las manos.
Sin embargo, incluso cuando podía ser más enervante, era adorable. A veces, ______ la sorprendía mirándola secretamente en medio de una discusión como si no fuera más que un juego. Cuando sucedía eso, las dos acababan en un estallido de carcajadas y ______ con la convicción de que la estaba sometiendo a prueba.
La niña acudía a la escuela sólo por las mañanas. A la hora de comer, ______ la recogía y Emma pasaba la tarde descansando en la cama y leyendo hasta la hora de dormir. A la hora en que Liam volvía a casa, estaba descansada y ansiosa por hablar con él durante la cena.
A veces la llevaban al ballet. A Liam le aburría, pero aguantaba las veladas ignorando el escenario, con los ojos fijos en Emma saboreando su felicidad.
A veces, ______ le sorprendía riendo con Emma como si no tuviera ni un solo problema en el mundo. Después, en la intimidad de su habitación, sus hombros se encogían y se le ponía la cara gris de la tensión. Ella ansiaba consolarlo, pero sabía en lo más hondo que era inútil. No había consuelo posible para la muerte de una hija amada.
El cinco de noviembre, ______ organizó una fiesta de fuegos artificiales para los amigos del colegio de Emma. La tarde fue un éxito enorme. Emma estaba muy animada, con gorro, bufanda y mitones dibujando estelas en la oscuridad con las bengalas.
-Papá, mírame -gritó agitando una tan cerca de su cara que él apenas consiguió apartarse a tiempo.
-No me saques un ojo -se rio él-. Déjame encender una.
Liam encendió una cerilla y, de repente, el aire se encendió con el brillo de las chispas multicolores iluminando ambas caras como por arte de magia. Estaba sonriéndose el uno al otro en un momento perfecto que excluía al resto del mundo. ______ levantó la cámara de vídeo y más tarde por la noche, cuando todos estaban en la cama, bajó a ver la cinta. Allí estaba Liam, con la cara radiante de amor y ternura por su hija. Era una mirada que ______ había visto a menudo, pero que nunca le había dirigido a ella.
Con la llegada del fin de año, el volumen de trabajo de la oficina de Liam aumentó y él empezó a llevarlo a casa. Una tarde, ______ entró en su estudio con café y sándwiches mientras él hablaba por teléfono. Después de dejarlo, hubiera salido, pero, sin mirarla, él agitó una mano de forma imperiosa para que esperara.
Como si fuera todavía su secretaria, pensó entre la indignación y la diversión.
Se había acostumbrado tanto al padre tierno, que, inconscientemente, casi se había olvidado del autócrata que ladraba órdenes a sus subordinados. Se sentó mientras él terminaba de hablar y, mientras esperaba, se fijó en un papel en el borde de la mesa con el nombre de George Cosway. Lo recordó del primer día en que Liam la había hecho pasar a su oficina para cambiar el contrato de Cosway. Se dejó llevar por la curiosidad y miró el documento.
-No me importa si tienes que sacarlo de la cama -estaba diciendo Liam por teléfono-. No pienso esperar más. Consigue una respuesta para mañana -se quedó en silencio un instante-. No discutas, Sam. Hazlo. Simplemente hazlo.
______ soltó una carcajada.
-En la oficina solíamos llamarte, el Gran Arreglador -le recordó-. La leyenda era que podías arreglarlo todo.
-Eso me gustaría a mí -se reclinó contra el respaldo con los brazos detrás de la cabeza sonriendo. Estaba en plena forma por haber obligado a que los asuntos salieran como él deseaba, la droga más potente del mundo para él-. Es increíble lo a menudo que la vida consiste en forzar algunas cuerdas por detrás del escenario.
-0 mover a la gente como si fueran marionetas -bromeó ella.
Su estado de ánimo era contagioso.
-Eso también -concedió él-. Tengo la teoría de que la vida está dividida entre las marionetas y los que las mueven.
-Contigo como manipulador y todos los demás como marionetas -dijo ______-. Conseguiste que yo hiciera lo que tú querías.
-Por supuesto. Así es como me gusta. En un mundo bien ordenado, todo el mundo debería hacer lo que yo quiero.
Entonces, de repente, el buen humor se evaporó.
-Pero hay algunas cosas que no pueden arreglarse -murmuró sombrío-. Ni siquiera por el manipulador más duro de la ciudad.
______ lo miró a los ojos y lo que vio en ellos la dolió. Detrás de aquella filosofía y rudeza, Liam se estaba muriendo lentamente por dentro.
Y ella, que se moría por poder consolarle, era impotente. Tan impotente como él mismo.
Por fin él suspiró y dijo:
-Me costó mucho tiempo aceptar que había algo ante lo cual yo no podía hacer nada, pero supongo que lo estoy consiguiendo. ¿Está dormida ya?
-Debería estarlo, pero creo que estará despierta esperando que tú vayas a darle el beso de buenas noches.
-De acuerdo. Subiré en un minuto. ¡Ah, café! Estupendo -se sirvió una taza y miró el documento que ella tenía todavía en la mano-. ¿Qué piensas de eso?
-Lo siento -se disculpó ella con rapidez-. No quería curiosear. Es que me fijé en el nombre de Cosway y me pregunté cómo habría salido el contrato.
-No muy bien. Todavía sigue poniendo dificultades. No te disculpes. No me importa que mires. No lo he olvidado.
-¿Olvidar el qué?
-Nuestro trato. Te prometí una oportunidad profesional a cambio del tiempo que dure este matrimonio.
-Ya me estás pagando un buen salario.
-Pero quiero darte más, que eso. Tienes cualidades para convertirte en asistente de primera categoría. Para mí, quizá.
______ apretó los puños fuera de la vista. ¿Cómo podría hablar de trabajar juntos como si nada hubiera ocurrido?
-No creo que eso fuera una buena idea -dijo.
-¿No? Quizá no. Sólo quería que supieras que soy un hombre de palabra. Tenías razón en recordármelo.
-No lo he hecho. Sólo...
-No, ya sé que no ha sido a propósito. Pero sigues interesada en los negocios, ¿verdad? Te dejaré algunos libros para que los leas. Los encontrarás de mucha ayuda.
-Gracias -dijo ______.
La dulce camaradería de un momento antes había desaparecido. Para poner peor el asunto, Liam se dio la vuelta inmediatamente hacia la estantería a sus espaldas y sacó un volumen.
-Aspectos de la Dirección de Empresas -leyó-. Empieza con esto. Ahora subiré arriba a dar las buenas noches a Emma.

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