"La carta"

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Capitulo 28

Emma se recuperó con rapidez. Con el corazón funcionando con eficacia por fin y la fuerza recuperada en las extremidades, el color le volvió a las mejillas y la falta de respiración desapareció.
Después de unos cuantos días en Cuidados Intensivos, le instalaron en una pequeña habitación soleada que daba a los jardines. En el exterior, los narcisos de primavera formaban una alfombra amarilla. Por todas partes estallaba la vida, subrayando el dramático cambio que había ocurrido en sus vidas sin ninguna advertencia.
Todas las tardes, Liam se apresuraba a llegar al hospital desde el trabajo. Emma abrió los brazos para recibirlo y le daba un fuerte abrazo. _____ los contemplaba con orgullo sonriendo. Se habían encontrado el uno al otro en una forma que no había sido verdadera hasta el momento.
La actitud de Emma hacia ella tampoco había cambiado. La aceptaba como madre de forma incuestionable, igual que antes. Lo que era extraño, pensó _____ después de lo que había pasado mientras se había debatido entre la vida y la muerte. Las dos personas que habían estado con ella entonces habían sido Liam y Helen. _____ no había aparecido por ningún sitio. Sin embargo, Emma casi había olvidado la experiencia y _____ no tenía el valor de preguntarla.
Estaba feliz por Emma y por Liam y, sin embargo, sentía un dolor en el corazón que no desaparecía. Se sentía extraña como en el limbo. En el lenguaje del mundo de los negocios, donde Liam era el rey, los términos bajo los que se había casado ya no eran válidos. Las condiciones eran nulas y el contrato descansaba en una premisa falsa.
Hubiera sido fácil dejar pasar las cosas. Podrían tener una vida tranquila, acercarse con los años y tener sus propios hijos hasta que, quizá, los orígenes de su matrimonio se borraran con el tiempo. La voz de la tentación le susurraba que sería mejor que una vida sin él.
¿Lo sería? Una parte en lo más profundo de la naturaleza de _____, se negaba aceptarlo. No podía decir nada hasta que Emma se hubiera recuperado por completo, pero llegaba el momento en que Liam y ella tendrían que enfrentase a la verdad, condujera adonde condujera.
Una tarde, Liam llegó a la hora habitual de su visita para encontrar a _____ saliendo de la habitación. 
-Tengo que ver al doctor para hablar de cuándo nos la llevaremos a casa -dijo ella.
-Cualquier día desde ahora.
-Estupendo. Para mí nunca será lo bastante pronto -_____ desapareció por el pasillo. Liam entró y abrazó con fuerza a Emma. Por un momento, hicieron brillantes planes para su regreso, pero el pronto se dio cuenta de que su hija estaba distraída-. ¿Qué es lo que pasa, cariño? 
-Papi. He perdido a Oswald. Se cayó de la cama. 
Liam buscó debajo, pero no encontró nada. 
-¿Estás segura?
-Estoy segura de que lo he perdido. Si no esta aquí, debe andar por algún sitio.
-Tú quédate en la cama. Yo lo encontraré. ¿A cuál de los tengo que buscar?
-A Oswald.
-¿Pero a qué Oswald?
Por fin, Liam localizó a la foca y al pingüino juntos en el suelo. Emma abrió los brazos para recibirlos y le dio las gracias.
-Me has tenido muy confuso durante un rato -le dijo Liam -. No sabía que tenía que buscarlos a los dos. 
-Pero si los dos son Oswald. Oswald y Oswald es Oswald. ¿Es que no lo entiendes?
-Estoy empezando a entenderlo, cariño.
Liam se levantó del suelo y se sacudió el polvo.murando algo.
-¿Qué ha sido eso, papi? -Nada -contestó él, apresurado. -Me pareció oír cazuela.

Emma volvió a casa entre un gran regocijo. Había tarjetas y regalos de toda la familia y una carta de Chaz llena dibujos de hombres como cerillas que la hicieron reír mucho. Los días empezaron a pasar, su primer día de vuelta en la escuela, su primera tarde con las Brownies, su primera clase de baile.
Una noche, cuando Emma estaba en la cama, _____ dijo casualmente:
-¿Has pensado en lo que pasará a partir de ahora?
El frunció el ceño.
-¿Y por qué debería pasar algo ahora?
Ella inspiró con fuerza y habló con ánimo:
-Desde luego, Liam eres muy olvidadizo. Me contrataste para seis meses y ya se han pasado. Han acabado más felizmente de lo que esperábamos y eso está bien, Pero creo que ya es hora de que yo siga adelante con mi vida.
Hubo un corto silencio antes de que él replicara:
-No sabía que sintieras eso...
-Era sólo un trato temporal -le recordó ella.
-Pero Emma y tú están tan unidas que yo creí... ¿no eres feliz con nosotros?
-Estoy encantada de que esto haya salido tan bien para Ustedes dos -dijo _____, eligiendo las palabras con mucho cuidado-. Pero después de todo, una promesa es una promesa y tú siempre dijiste que eras un hombre de palabra. Ninguno de los dos habíamos anticipado esta situación.
Él la miró fijamente y _____ vio la rabia en su cara.
-¿Y eso es todo lo que es para ti? ¿Una situación? ¿Estás dispuesta a salir así de la vida de Emma cuando significas tanto para ella?
«Di cuánto significo para ti», pensó ella. «Por favor, dilo».
Después de un momento, ella replicó:
-No voy a salir. Eso no se lo haría, pero hay un curso de negocios en el que quiero matricularme. Está a sesenta millas de aquí, así que tendré que organizarme. No tenemos por qué hacerle ningún anuncio dramático a Emma. Simplemente me desvaneceré de la pintura gradualmente. Con todas las cosas nuevas que tendrá en su vida, apenas lo notará.
-¿De verdad crees eso? -preguntó él con frialdad-. ¿0 es sólo una excusa conveniente para hacer lo que quieres?
«Pídeme que me quede si me quieres. Dime que lo que hemos pasado juntos significa algo para ti».
-Por dios bendito, Liam , mira la vida de Emma. Le va bien en la escuela y ahora estará a tiempo completo. Tiene montones de amigos. Se quedará con Jazzy y sus hijos y tiene el campamento con las Brownies. Y lo siguiente será la escuela de ballet. He jugado un papel tan pequeño en su vida que no creo que note mi partida si lo hacemos de la forma adecuada.
-¿Y cuál es la forma adecuada según tú? -preguntó él con la voz más fría que ella le había oído nunca.
-Pattie me ha llamado hoy. Tu padre se va a ir a unas vacaciones para pintores el próximo mes. Estará fuera durante seis semanas. Pensé que Pattie podría venir aquí.
-¿Para cubrir tu escapada, quizá? -preguntó él con ironía.
-Para estar aquí para Emma y que la niña no note ninguna carencia. Ya sabes que se adoran.
El la miró con la cabeza ladeada.
-Tú te llevas bien con mi madre, ¿verdad? 
-Sí, creo que es encantadora.
-Ella también te quiere. Y el resto de mi familia. No sólo Emma, sino todos los demás. Hasta mi hermana Paula, a la que todo el mundo le cae mal por principio, habla bien de ti. Pero eso no es duficiente para ti, ¿verdad?
-No -dijo ella con un leve suspiro-. No es suficiente para mí.
-Bien, supongo que al final harás lo que quieras -gruñó él-. Y no te importa lo que los demás sientan. «Dime lo que sientes. No el resto de la familia, sino tú».
-Necesitaré tu ayuda, Liam . La universidad sólo acepta estudiantes de demostrada «capacidad». Una carta tuya podría allanarme el camino.
-¿Una carta de recomendación para mi propia mujer? ¿Cuánta credibilidad crees que le prestarán a eso? 
-Tienes razón. Será mejor que use mi nombre de soltera.
Él frunció el ceño.
-Debería haberlo esperado, por supuesto. De acuerdo, te daré esa carta. ¡Y maldita sea!

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