la luz de mis ojos

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Capitulo 3

Entones corrió y saltó a sus brazos. Liam gimió ligeramente cuando los brazos de la niña se enroscaron en su cuello y la levantó del suelo abrazándola con fuerza.

-No es un ogro, es papá -chilló Emma.

-Así que hoy no soy un ogro -dijo él, sonriendo-. Anoche, cuando no te dejé quedarte hasta tarde era un monstruo malvado. Y eso, señorita, es lo más amable que me llamaste. 

Emma se río y se apretó contra él con cara de felicidad. _____ los miró con incredulidad. ¿Era aquel hombre sonriente de verdad Liam Payne? El nombre y el aspecto general seguían siendo los mismos, pero la cara se había transformado. Este era un ser humano que parecía encantado de que una niña le revolviera el pelo y le arrugara la camisa. Era un hombre que podía inspirar adoración en una niña. Definitivamente, no podía ser Liam Payne.

-¿Qué has estado haciendo aquí fuera? -le estaba preguntando a la niña-. Molestar, supongo.

-No, he estado hablando con _____ y a ella sí le gustan las niñas pequeñas y dice que eres el peor ogro de todo el universo.

Hubo entonces un corto silencio en el que _____ sólo esperaba que la despidieran. Pero su jefe apenas frunció el ceño ligeramente.

-¿Usted es... la señorita...?

-Fielding.

-Si, ya me acuerdo. Su trabajo es excelente.

Él recordaba el trabajo, pero no los nombres, notó ella disgustada. Era evidente que las personalidades no producían ningún impacto en aquel hombre, excepto una personalidad, la pequeña niña ansiosa que tenía en sus brazos. _____ observó cómo la dejaba con delicadeza en el suelo y también notó una mirada extraña cuando la niña desvió la mirada. Su felicidad con la niña era real, pero había algo incómodo en ella, como si una sombra flotara sobre ellos. Eso, pensó _____, era más parecido al Liam que ella conocía.

-¿Estás listo para irte? -preguntó Emma.

-No -dijo él-. Tengo miles de cosas que hacer...

-¡Papá!

Él sonrió.

-Supongo que tendrán que esperar hasta mañana. Vamos, lo pasaremos en grande.

-Y _____ -dijo Emma-. Podrá venir con nosotros, ¿verdad?

-De verdad que tengo miles de cosas que hacer -protestó _____.

-No, no tiene -replicó inesperadamente Liam.

-Pero usted ha dicho...

-No importa lo que haya dicho antes. Escuche lo que estoy diciendo ahora. Su único trabajo es cumplir mis órdenes y mis órdenes para esta tarde son que venga a la feria -entonces, ante la mirada de asombro de ella, sonrió-. No, no me he vuelto loco. Emma quiere que vaya y eso es suficiente para mí.

-Pero la oficina...

-Sí, sería mejor que ya hubiera regresado Jenny, pero no importa. Llame a una de las asistentes y dígale... -pero en ese momento entró Jenny-. Esto resuelve el problema -dijo Liam.

Intentó dirigirse a Jenny por encima del jaleo de la niña y tuvo que mandarla callar, pero Emma no cambió de humor.

-Tom está esperando -dijo Emma por fin. 

-Y no debemos hacer esperar a Tom -dijo Liam, mientras le tomaba de la mano y le hacía una seña a _____ para que saliera delante de ellos-. Tom hace diversos trabajos para mí. Hoy hace de chofer. Nos llevará hasta la feria y, mientras nosotros disfrutamos de las atracciones, se dedicará a aparcar el coche.

Tom resultó ser un hombre como un toro, de anchas espaldas y buen carácter.

-Esta es la señorita Fielding -le presentó Liam -. Emma la ha arrastrado para que viniera con nosotros, pero a eso no se puede protestar, ¿verdad, señorita Fielding?

Si no se hubiera tratado de Liam, _____ hubiera pensado que era gracioso. Entonces, notó que la miraba con las cejas arqueadas y comprendió que lo imposible estaba siendo posible. Le estaba gastando una broma.

-De ninguna manera -dijo ella con dignidad-. Me encantan las ferias.

-¿Lo ves?

Emma apretó a su padre por el codo.

-Sube al coche -ordenó él, aparentando falsa ferocidad-. 0 nos los perderemos todo.

-¡Oh, no! _____ dice que no se escapará hasta que hayamos estado allí.

-Si _____ lo dice, debe de ser verdad -acordó Liam -. Ahora, ¿quiere subir al coche, señorita?

Emma saltó al asiento delantero al lado de Tom dejando a Liam y a _____ en el de atrás. Era un coche lujoso con el interior de color gris pálido y con mucho espacio para las piernas.

-Perdone por esta encerrona -dijo él con timidez mientras empezaban a moverse.

-No hay de qué. Es mejor que estar en la oficina todo el día.

-Con un ogro.

_____ se sonrojó.

-Mire, no quería decir...

-Por supuesto que lo ha hecho -dijo él con tono afable.

-Bueno, nunca lo hubiera dicho si hubiera sabido que era su hija.

-Naturalmente que no. Sólo piense que es la primera vez que oigo la verdad acerca de mí mismo.

-Oh, seguramente no será la primera vez -replicó ella con cierta aspereza-. Supongo que a estas alturas, ya debería saberlo.

-Ciertamente sí, pero nunca me lo habían dicho a la cara. Es una experiencia interesante. Pero estará de acuerdo en que ahora no soy un ogro, ¿verdad?

-Ahora es usted una persona totalmente diferente -dijo ella, asombrada.

-¿Humana, quiere decir?

-Bueno, sí, si quiere decirlo de esa forma.

-¿Opuesta al ogro de la oficina?

-Pienso que la palabra robot sería más apropiada.

La sonrisa le iluminó la cara de nuevo. Ahora que iba dirigida a ella, pudo notar lo deliciosa que era y soltó una carcajada. Él se río con ella. Era un sonido maravilloso, rico y profundo, con una vibración que la hizo ser muy consciente de él como hombre. Los ojos le brillaban con un resplandor que ella nunca había visto antes y, de repente, tuvo dificultad en recuperar el aliento

Entonces, Emma se dio la vuelta desde el asiento delantero y dijo:

-Esto va a ser «fantabuloso».

Liam soltó una carcajada, le dijo que se pusiera derecha y, para alivio de _____, el peligroso momento se pasó.

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