Habíamos llegado al fin a la casa y por fin era momento de arreglarnos, Sixa ya se había bañado antes de ir por su vestido así que solo yo quedaba de arreglarme, me metí a bañar lo más rápido posible por la hora que era, me agradezco infinitas veces que no haya ofrecido mi ayudaba para decorar, si no estaría perdida con el tiempo. Mi cabeza gira millones de veces hacia lo que paso ayer, el beso como disculpas, quien diablos da un beso como disculpas, o sea lo das si la otra persona siente algo, pero este no era el caso.
No tengo tiempo tampoco de pensar esas cosas así que salgo rápidamente del baño obviamente con una bata de baño y abajo mi ropa interior, empiezo secándome mi cabello ya que quería hacerme unos rizos en las puntas. Cuando mi cabello estaba seco completamente empiezo a hacerme las ondas en el cabello y cuando veo que hora era las 6:30 y a penas iba comenzando a hacer las ondas, vaya que el tiempo no me va a dar.
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Ya habían pasado una hora aproximadamente y yo apenas estoy terminando mi maquillaje, nada del otro mundo, solo delineador pestañas y un color durazno en los labios, me faltaba cambiarme y ver si el vestido me queda como quiero, saco el vestido de la bolsa, porque claramente yo no saque nada porque soy floja y qué más puedo decir. Me pongo el vestido rosa de latex que había comprado hace dos días y me queda perfecto, tal y como lo recordaba, el problema es que yo no aguanto las zapatillas y tener que ponerme unas me mata la cabeza, pero lo hago, escojo unas negras no muy altas para no cansarme tanto.
A cómodo todo, para que este en su lugar eran las 8:30 vaya, me imagino que todos ya estaban arriba y Sixa subió hace una hora por que quedo en ayudar a acomodar así que, ¡es hora de subir!, solo pido que no embriagarme esta vez que a decir mucho estos días no me había embriagado y eso era decir mucho por que tome demasiado. Mientras mi cabeza pensaba todo eso yo ya había subido a la terraza, pero mis nervios estaban de punta, había mucha gente, más de lo que pensé, a decir verdad, pero bueno.
- ¡Aleesa ven!, te presentare a unos amigos. - Voy caminando hasta Silas, no entiendo desde cuando Silas empezó a ser de mi confianza, a decir verdad.
-Bien ella es Aleesa, bueno ellos son...- Silas me dijo su nombre, pero yo no le tome mucha importancia ya que vi a un amigo de la infancia aquí.
- ¡Briar! - chillé y corrí rápidamente hacia él.
- ¡Aleesa!, ¿qué haces aquí? -camina hacia mí para abrazarme.
-Es una historia larga, ¿pero tu que haces aquí? – no podía creer que estaba aquí, es una casualidad muy grata.
-Vine con mis padres para visitar a mi familia lejana y mis primos decidieron venir a esta fiesta así que me invitaron, como sea, estas preparada para embriagarte demasiado esta noche. - él me sonríe ante su propuesta.
-No pensaba que sería diferente estando tu aquí. - el jalo mi mano hacia las bebidas.
-Bien que empiecen las carreras. - los dos subimos nuestras cervezas para empezar a tomar.
Teníamos como 4 cervezas al lado y este juego para nosotros es divertido porque el que perdiera tenía que tomar 15 segundo de alguna botella y claramente nosotros sabíamos qué tipo de alcohol nos embriagaba más rápido, todo empezó normal íbamos normal, pero en un momento pensé que yo había ganado, pero empatamos, el empate significa 3 segundos más de los 15 pero para los 2.
-Bien Aleesa, tu primero o ¿yo? la toma la botella de vodka y yo tomo el ron.
No nos decidíamos y lo echamos a la suerte y bueno, no diré que para mi suerte el tomara primero porque sé que de igual manera tomaremos los dos.
-Bien, tu turno. - no terminaba de prepararme mentalmente cuando Briar tomo mi cabeza y me la jalo hacia abajo y yo solo abrí la boca para empezar a tomar esos segundos que para mí fueron eternos.
-Bien ahora ya sabes que sigue, es momento de empezar a tomarnos shots sin parar y los vamos a mezclar porque sé que así nos embriagaremos rápido. - yo asentí y empezamos a servirnos shots sin parar hasta que yo no aguante más.
- ¡Basta! – digo al ver que el alcohol ya estaba haciendo efecto en mí, y solo voltee a ver dónde estaban los vasitos y ver cuantos habíamos tomado. – ¡es hora de bailar! – mencione con euforia mientras jalaba su mano hasta el medio del círculo de personas ya bailando.
Los dos empezamos a bailar como podíamos, pero sonó una canción que me encanta, traté de buscar a Sixa con la mirada, pero no la encontré, empecé a mover mis caderas al ritmo de la canción y pasar mis manos alrededor de mi cuerpo, cierro mis ojos dejándome llevar por la canción del momento siento como mis manos viajan por mi cuerpo aun moviendo mis caderas, siento como unas manos se posan sobre las mías para darme una vuelta. Abro mis ojos para ver a Briar dándome la, volteo a ver alrededor y las miradas estaban posadas en mí.
-Bien creo que es tiempo de ir con Sixa. - el jala de mi mano mientras yo trato de pensar que no estoy ebria, cuando claramente lo estoy ¡demonios!
- ¡Briar! – corrió a abrazar a Briar, mi ahora también ebria amiga.
-Vaya cuanto amor he recibido de ustedes, bien veo que ahora todos estamos ebrios, venía a ponerte ebria pero ya lo has hecho, como sea es momento de jugar a la botella. – Briar empezó a recaudar gente para jugar, esto siempre lo hacía cuando todos están ebrios y solo los chicos que viven aquí aceptaron.
-Bien, ahora siéntense como quieran que no importa mucho el orden si no lo que va a pasar. - menciona Sixalea ya queriendo jugar.
Yo me senté al lado de los chicos ya que como los veía como amigos yo no quería que me tocaran con ellos, aun solo era besarse depende cuantas veces te toque con esa persona más tiempo serán los besos, mientras yo pensaba y pedía que no me tocara con una chica Briar ya había explicado el juego y todos asintieron.
Todo empezó calmado para mí, pero divertido para todos menos Havah y Clairo que les toco besarse solo 5 segundos y puedo ver como los chicos las ven embobados por su beso, ellas terminaron de besarse y todo volvió a la normalidad, besos entre personas que no recordaba su nombre, pero hubo uno que me emociono demasiado, ¿Por qué? Porque era un beso entre chicos y quien no aceptara tomaría 20 segundos de vodka, quiénes eran se preguntarán, bueno era ni mas ni menos que Briar con (redoble de tambores por favor) y nuestro queridísimo ¡Henry! ¡tenemos un ganador señoras y señores! Todas las chicas empezaron a hacer ruido de emociones y los chicos no sabían que hacer, claro nos emocionaba, pero, era obvio que ellos no dejarían su hombría por solo un juego y pidieron los 20 segundos y así es como se les parte el corazón a unas 7 chicas dentro del juego.
Des pues de un rato el juego cada vez se volvía mas aburrido, ya la mayoría prefería tomar, pero para mí estúpida suerte mientras pienso esta mierda la botella toca apenas conmigo y Everett, bien no estoy dispuesta a tomar porque ya estoy demasiado ebria, y como no estarlo si estoy hablando con mi subconsciente, vaya que las cosas ya van mal. Veo como Everett se para para empezar el juego y yo hago lo mismo, los dos nos acercamos y pues paso lo que tenía que pasar. Sus besos tenían sabor a alcohol me imagino que los míos también, se imaginan que mis besos supieran salados, sonrío en medio del beso y creo que nos tardamos más de 5 segundos, pero bueno que diablos me pasa al pensar que supieran salados es gracioso, vaya que, si estoy loca,
-Bien, eso ha sido más de 5 segundos, pero bueno chicas ¿no quieren ir a algún bar? - pregunta al ver que la gente ya se estaba yendo
Nosotras asentimos y Briar invito a todos los que estábamos jugando, este chico no puede ser menos social, no quiero que vaya Everett.
-Claro, los seguimos hacia el bar. - menciona Everett mientras todos vamos saliendo de la casa para dirigirnos a los autos.
Vaya que esto no puede salirse más de control, no sé cómo será en el bar, pero como estamos todos aseguro que controlado no va a estar.
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La Mansión.
Teen FictionAleesa tenia un sueño, viajar donde se conocieron sus padres y su madre lo cumplió, pero ella no sabría que ese viaje le cambiaría la vida radicalmente y mas cuando acepto quedarse en esa estúpida mansión.