Aleesa tenia un sueño, viajar donde se conocieron sus padres y su madre lo cumplió, pero ella no sabría que ese viaje le cambiaría la vida radicalmente y mas cuando acepto quedarse en esa estúpida mansión.
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No habían pasado ni 15 minutos y yo ya quería bajarme del coche, estar de nuevo de copiloto me mataba, cuando pensaba que todo estaba tranquilo el aceleraba apropósito, a este ritmo llegare mas ebria que nada y vamos, no quería ponerme así estando en el coche, lo hubiera deseado hacer en la fiesta, la botella tenia la mitad y ahora tiene un sorbo más, vamos por que tuve que tomar primero el vodka si sabia que me embriagaba más rápido.
-Bien Aleesa, hemos llegado. – Everett voltea a verme para ver mi estado.
Yo ignoro su mirada y bajo del coche, bien esto va a ser un problema mas que nada por que conozco a Briar y el no deja a nadie sobrio, bajo su cadáver pasa eso.
-Aleesa, ¿ya tan rápido tomando? – Briar me recibe en la puerta y sonríe al ver que baje la botella casi vacía.
-Hablaremos de eso adentro, por el momento invítame algo de tomar, se buen invitado. – le regalo una sonrisa burlesca y lo sigo hacia las bebidas.
-Ahora, ¿me dirás que sucedió? – el extiende su brazo para darme la bebida y yo lo tomo.
-En pocas palabras, me toco irme con Everett y maneja descontroladamente y quería relajarme y pues, que mas que Vodka para hacerlo. – contesto mientras le doy un sorbo a mi vaso.
-Ya veo, recuerdo como odiabas que hiciera eso también. – dice entre risas Briar.
-Bien, ¿tienes preparado un plan para embriagarnos e ir a ver el amanecer como en los viejos tiempos? – Hablo cambiándole de tema rápidamente.
-No, ningún plan, solo embriagarnos como locos con grandes sorbos de Vodka y en mi caso Ron.
-Bien, que empiecen los juegos del alcohol. – digo y los dos reímos, a decir verdad, yo con unos cuantos ya voy a estar más ebria que nada.
-Bien para volver parejo esto, dime cuanto tomaste. – el toma la botella para empezar a tomar.
-La mitad. – el abrió los ojos como platos y empezó a tomar descontroladamente.
Mientras yo fumaba un cigarrillo, no suelo fumar, pero cuando empiezo a tomar es algo que no puedo evitar hacer, veo como Briar va bajando la botella poco a poco, esto no será bueno ya que ebrios los dos será un problema la fiesta.
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Habíamos tomado demasiado, las horas habían pasado, Briar no paraba de reír a todo lo que hacíamos, hasta que llegamos con unas chicas.
-Bien, ¿quieren ganar dinero fácil? – menciono dándole un codazo a Briar.
-Claro. – menciona una rubia mientras las dos se ven con curiosidad.
-Les ofrezco 50 dólares si se besan entre ustedes dos y después van y besan a... ven a ese chico de ahí. – apunto hacia Gerard y ellas asienten. – el trabajo es fácil, si así lo desean que empiece el show.
Ellas sonrieron al ver que era dinero gratis, y en su estado diría que sin dinero lo harían, hice que todos los chicos voltearan a vernos con un sonido fuerte que provoque, todos estaban anonadados ante el show y cuando terminaron de besarse fueron hasta Gerard, su cara era de asombro, no sabia que estaba sucediendo en lo absoluto, su cara valía oro en serio, las chicas se acercaron y mientras una lo besaba la otra le daba besos en el cuello, terminaron el show y tanto como pude hice otro sonido para que la atención desviara hasta otra parte, las chicas volvieron a mi y les di el dinero.
- ¿Qué fue eso? – pregunta Briar con una sonrisa en su rostro.
-Un pequeño show, ¿quieres uno para ti solo? – pregunto con maldad y el asiente. – Bien, espérame aquí.
Sali en busca de una chica de la casa y obviamente no le pagaría, ya que estaba muy ebria.
-Hola, Clairo ¿Qué tal te va? – ella voltea a verme y sonríe. – Ves a ese chico de ahí. – apunto hacia Briar y ella asiente mientras sonríe. – es que le gustaste y quería saber si quieres ir con el.
Ella volvió a asentir como loca y yo sonreí ante su actitud, sabia lo que iba a pasar así que solo le regale una sonrisa a Briar y salí de la casa para ir a ver el amanecer, estaba ebria, sí, pero eso no significa que iba a romper mi promesa aun que se que Briar lo haría por estar con la chica. Me senté en la banqueta y empecé a tomar de mi cerveza cuando siento una mano en mi hombro.
-No pensaste que rompería mi promesa o ¿sí? – Briar se sienta a mi lado a ver el amanecer como en los viejos tiempos y, a decir verdad, me siento feliz.
-No me has platico que sucede contigo y Everett.
- ¿Suceder algo?, para nada, es solo un conocido que pronto me sacara canas verdes, es muy raro sabes. – hablo mientras le doy un sorbo a mi cerveza. – hay veces que se comporta bien y otras como un patán.
-Recuerdo esa pelea Aleesa, a el le gustas, piensa que tiene derecho sobre ti, pero el no sabe como ganarte, Everett es el tipo popular que todas quieren, pero tu te resistes por eso te quiere, en algún momento sabrá como tratarte y cuando pase eso, créeme lo enamoraras con tu forma de ser. – él le da un sorbo largo a su cerveza. -recuerdo cuando te dije que me gustabas en publico y para no hacerme sentir mal me dijiste que sí, y a solas me dijiste la verdad, y ahora míranos, somos unos idiotas ebrios, pero me alegro de tenernos el uno al otro como amigos. – el me ve y me regala una sonrisa y yo hago lo mismo.
Los dos volteamos a ver el cielo y vimos como amanecía, ahora no quería pensar en que podía suceder con él, no tengo interés en el por el momento, el sol iba subiendo lentamente dejando ver el color naranja en el cielo dándole así también color a las nubes, Briar paso su mano por mi hombro así abrazándome.
-Espero verte mas seguido mientras estés aquí, extraño nuestra amistad.
-Así será Briar, lo prometo.
Le doy el ultimo sorbo a mi cerveza y me paro del lugar y Briar hace lo mismo, estaba feliz de encontrarlo de nuevo ese amigo que había perdido cuando mas lo necesitaba y ahora esta conmigo para apoyarnos mutuamente, gracias por estar conmigo siempre, gracias por estar en mi vida Briar.
