Despues del final.

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La vida sin Fernando cada día era mas difícil, me había acostumbrado tanto a el.
No sabia vivir sin eso hermosos ojos verdes, no podía soportar ni un minuto mas sin besar esos labios. Mi decisión estaba tomada, no podía arruinar la vida de un hombre joven, no podía quitarle la ilusión de tener un hijo.
Aunque la compañía de Felipa y Tony me hacían feliz no dejaba de pensar en mi Fernando.
Una tarde Felipa y yo decidimos salir a caminar con Tony, mientras Felipa me decía que quería adoptar a una perrita para hacerle compañía a cuco, escuchamos una voz gritaba mi nombre
Xx. Victoria...Victoria
Victoria. ¿Viene alguien ahí? en ese momento le di a Felipa a Tony. No lo podía creer era Fernando.
Victoria. Fernando...¿Que haces aquí?
Fernando. Quiero decirte que me voy a instalar aquí, traje mi tienda de campaña y todo y me voy a instalar hasta que dejes de ser tan testaruda y me aceptes,  me aceptes como tu marido, como tu compañero, como tu esclavo, como lo que sea, pero no me muevo de aquí
Victoria. Si, acepto lo que sea.
No podía perderlo de nuevo, no sabría vivir sin el, no estaba dispuesta a separarme de el nunca mas.
Felipa. Bueno señora y hasta que hora lo va besar. No me dijo que extrañaba besar al joven, ándale esta es su oportunidad.
Mire a Felipa, que hasta sentí que la mataría con la mirada
Felipa. Bueno como no me gusta estar de mal tercio me voy con Tony y cuco
Victoria. No Felipa quédate. En ese momento Fernando me tomo del brazo y me acerco a el, quedando frente a frente podía sentir los latidos de su corazón, su mirada era tan intensa. Sin pensar me beso la frente, luego fue en la nariz. Sabia que pronto vendría aquel beso que tanto anhelaba, me sentía nerviosa, tan nerviosa como la primera vez que sus labios hicieron contacto con los míos.
Poco a poco se fue acercando a mis labios, ya no podía soportar ni un segundo mas. En un abrir y cerrar de ojos sentí sus labios rosando los míos, ese beso tierno paso a ser uno cada vez mas pasional y lleno de deseo.
Sentí como sus manos acariciaban delicadamente mis caderas, después se separo de mis labios para ir con mi cuello, era tan obvio nuestro deseo. De pronto lo pare en seco.
Victoria. Fernando, por favor, no ahora.
Fernando. Victoria, date cuenta de que te necesito, te deseo, necesito sentir tu cuerpo con el mío, quiero hacerte mía una vez mas.
Victoria. Y yo a ti mi amor, pero por favor dame tiempo.
No dijo nada mas, solo me dio un pequeño beso en la frente.
Al entrar a la casa Felipa ya nos tenia una hermosa sorpresa. Nos había preparado la mesa con una deliciosa comida.
Felipa. Bueno ahora los dejo solos para que platiquen.
Note sus segundas intenciones al decir eso. Durante la comida Fernando y yo estuvimos platicando de muchas cosas, el tiempo se nos fue volando que no nos dimos cuenta que ya había anochecido. Sin decir nada tome la mano de Fernando y lo fui conduciendo hasta mi habitación. Al entrar Fernando me abrazo por la cintura y comenzó a darme ligeros besos en el cuello, me gire para quedar frente a frente y así poder besarlo, Fernando comenzó a desabrochar los botones de mi blusa.
Victoria. Fernando, espera necesito tomar un baño
Fernando. No creo que quieras tomarlo dos veces, de aquí no te mueves
No me dejo decir nada mas, silencio mis palabras con beso. Uno a uno desabrocho los botones de mi camisa, comenzó a besar mi cuello para después bajar a mis hombros, sentía como poco a poco mi intimidad comenzaba a mojarse. Tome su camisa y como una fiera la arranque, me quede un momento admirando sus perfectos pectorales. Comencé a besarlo como si esta fuese la última vez que lo hiciera, mientras lo hacia, el delicadamente quitaba mi sujetador, al dejar libres mis senos cargados de deseo les dio un ligero apretón haciéndome gemir del placer que aquello me provocaba. Me tomo en su brazos y me llevo a la cama, ahí me deposito como si fuera una delicada flor. Comenzó a desnudarse, dejando libre aquella erección ansiosa de salir de su prisión.
Fernando. Amo cada línea de tu cuerpo.
Se hinco frente a mi quitándome la falda, dejándome solamente en bragas. Sentí como sus dedos tocaban mi intimidad.
Victoria. Ahhhh...Fernando, por favor ya no aguanto mas.
Levante mis piernas para que así fuera mas fácil la tarea de quitar mis bragas. Al hacer eso Fernando introdujo sus dedos a mi intimidad.
Fernando. Dime que me amas, dímelo Victoria.
Victoria. Te ahhh, te amo
Al decirlo, Fernando se puso de pie, suscitándose arriba de mi, condujo su pene a la entrada de mi intimidad, poco a poco sentí como su miembro me llenaba por completo. Aumentaba sus movimientos que me hacían gritar de placer, enterrando mis uñas en su espalda, sintiéndolo mío una vez mas.
Pronto cambiamos de posición, esta vez quede por encima de el, comencé mis movimientos de arriba hacia abajo, haciendo que mis senos se movieran, eso volvía tan loco a Fernando que me gustaba hacerlo, cuando el podía daba ligeros chupones a mis senos.
Pronto llegaría a el orgasmo tan deseado, bese a Fernando con tanta intensidad
Victoria. Ahhhh... Te amo tanto Fernando.
Minutos después sentí como su esencia me llenaba por completo, sellamos tan bello momento con un beso. Me recosté en su pecho mientras el acariciaba mis cabellos.
Fernando. No tienes idea de cuanto te amo, cuanto amo sentirte mía. Nada ni nadie hará que deje de amarte.
Victoria. Ay mi amor, no sabes como le agradezco al cielo tu amor, que siempre estés conmigo, que me ames a pesar de todo, la edad, el que dirán, el que estés dejando el hecho de ser padre por mi culpa.
Fernando. No hablemos de eso, no arruinemos tan hermosa noche, mejor dame un beso.
Me levante para poder besarlo.
Victoria. Te amo Fernando. Ahora si, si me permites voy a darme un baño, estoy toda sudada.
Fernando. Te amo mas mi vida. Logre mi objetivo pues.
Victoria. ¿Cual objetivo?
Fernando: Hacer que te entregaras a mi, sin reservas y que lo disfrutaras como nunca. me deseabas, yo lo se.
Victoria. Loco, dice con un tono serio. Ya me voy.
Victoria busca su ropa para dormir y se va a la ducha. En la habitación esta Fernando y de pronto suena el celular de Victoria.
Fernando. Alo!
Hernán. ¿Como esta la mujer mas hermosa del universo?
Fernando. Buenas noches Dr. Hernán.
Hernán. ¿Fernando? ¿Pero que haces con el celular de Victoria? ¿Que no te habías ido de su vida ya?.
Fernando. La amo y ella me ama, y me di cuenta de que no puedo vivir si ella. Al escuchar esto Hernán sintió la sangre hervir por sus venas.
Hernán. Ah, me alegra que estén juntos otra vez, dile que luego la llamo. Hernán cuelga el teléfono un tanto celoso.
En eso Victoria sale del baño y se da cuenta que Fernando tiene su celular.
Victoria. ¿Que haces mi amor, por que tienes mi celular?
Fernando. Llamaron preguntando por la mujer mas hermosa del universo, ya sabrás tu quien era. Dice un poco molesto.
Victoria. Por favor Fernando, no vamos a discutir por esto. ¿No te das cuenta de que yo te amo a ti? Te elegí a ti y contigo quiero pasar el resto de mi vida.
Fernando. Te creo, pero odio que Hernán te hable así, que aun pretenda algo contigo, se que me amas pero es inevitable no ponerme celoso. Perdón mi vida. Victoria se acerca a su oído.
Victoria. Me encanta cuando me celas. Anda vamos a dormir.
La noche paso rápido y muy tranquila. Fernando despertó primero, miraba a Victoria, lo linda que se veía dormida, parecía una delicada flor. Comenzó a basar su labios para intentar despertarla.
Victoria. Buenos días mi amor.
Fernando. Buenos días mi bella durmiente. Le da un beso a Victoria. ¿Como dormiste?
Victoria. A tu lado siempre voy a dormir bien. ¿Te das cuenta de que es la primera noche que pasamos juntos, yo espero que vengan muchos mas.
Fernando. Vendrán muchos mas mi amor, te lo juro. ¿Vamos a desayunar?
Victoria. Esta bien, solo déjame tomar un baño.
Fernando. Ay mi amor, vamos a pasar todo este día en pijama, ¿si?
Victoria. Loco, anda pues vamos.
Al llegar a la cocina ya estaba Felipa preparando café para nosotros.
Felipa. Buenos días ¿Como pasaron la noche? Por la cara de los dos me puedo imaginar que pasaron una maravillosa noche.
Fernando. Buenos días Felipa. Uy no sabe la hermosa noche que pasamos.
Felipa. Si me imagino, no caben en si de la felicidad.
Victoria. Bueno pero ustedes dos, mejor me voy para que puedan hablar agusto.
Felipa. Hay señora, ya, siéntese y vamos a desayunar ¿Que quiere que le prepare?
Victoria. Solo café y pan tostado. Dice un tanto molesta.
Felipa. ¿Y usted joven?
Fernando. Lo mismo que Victoria, gracias.
El día paso muy tranquilo. Felipa, Victoria, Fernando y Tony pasaron todo el día en la playa hasta que cayo la noche.
Habitación de Victoria.
Victoria. Mañana habrá que regresar a Mérida, hoy hable con Alejandro y me dijo que María José y el ya habían regresado a la mansión, y Tony necesita a sus papas.
Fernando. Muy bien, así que ya les diremos que estamos juntos y esta vez para siempre para siempre.
Victoria. Te mueres por gritarlos a los cuatro vientos. Anda vamos a dormir.
Fernando. ¿Por que dormir cuando podemos aprovechar toda la noche? La mira con deseo
Victoria. Fernando por favor, hoy no, vamos a dormir.
Fernando. Bueno, se hará lo que la señora quiera.

Amor eternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora