Amor eterno

Realidad. Parte 1 (Final)

Los días seguían pasando la soledad que Victoria y Fernando sentían cada vez se hacia mas grande, esta vez parecía ser definitivo, ninguno de los dos había tenido la iniciativa de buscarse, pero en todo momento se pensaban. Victoria parecía dedicada en cuerpo y alma a María Inés y Gerardo, mientras que Fernando preparaba su partida a Toluca.

Constructora Lombardo. En la oficina de Alejandro.

Fernando. Pues ya esta todo listo para irme a Toluca, solo falta convocar una junta de socios para nombrar al nuevo vicepresidente de la empresa.

Alejandro. Eso es lo de menos, dime... ¿De dónde voy a sacar a otro arquitecto tan eficiente como tú?

Fernando. En Mérida hay muy buenos arquitectos además cualquiera estaría encantado de trabajar en la constructora Lombardo.

Alejandro. ¿Estas seguro de esto?

Fernando. No lo sé, estoy cansado de esperar, creo que lo mejor será irme. Parecía que su voz se ahogaba en la tristeza.

Alejandro. Aunque sabes que pienso que no te debes de dar por vencido te apoyo y te deseo lo mejor... Gracias por hacer feliz a mi madre. Fernando sonríe tratando de ocultar el dolor que lleva por dentro.

Fernando. ¿Y ella? ¿Cómo esta?

Alejandro. Extrañándote, aunque trate de disimular esta mal, ni cuando mi padre murió la vi tan triste, en verdad le haces falta.

Fernando. No tienes idea de cuanto la extraño, a veces siento la necesidad de salir corriendo e irla a buscar, demostrarle que no hay nada mas importante para mi que ella y mis hijos.

Alejandro. En verdad que no entiendo ese afán suyo por seguir separados, pero pues sabes que te apoyo en lo que decidas, aunque no esté de acuerdo.

Mas tarde en la mansión Lombardo. Victoria y los pequeños se encuentran en la habitación, de pronto llega a Alejandro.

Alejandro. Madre, ¿Puedo hablar contigo?

Victoria. Claro mi amor, pasa.

Alejandro. ¿Cómo estás de animo hoy?

Victoria. Bien hijo, estar con mis hijos me hace mucho bien y tenerte aquí conmigo me reconforta muchísimo, ¿De qué quieres que hablemos?

Alejandro. Se trata de Fernando. Al escuchar su nombre el semblante de Victoria se ilumino y a la vez se lleno de tristeza.

Victoria. Hijo, por favor, no me hagas más difíciles las cosas, no quiero hablar sobre ese tema.

Alejandro. Perdóname madre, pero me parece impórtate que estés enterada de lo que piensa hacer y solo tu puedes detenerlo.

Victoria. No me asustes ¿El esta bien?

Alejandro. Tranquila, no te alteres. El que cree que lo mejor para ambos es poner una gran distancia entre ustedes.

Victoria. ¿A que te refieres con eso?

Alejandro. Esta pensando en dejar la empresa, la vicepresidencia, quiere irse a Toluca. De inmediato Victoria sintió un gran nudo en la garganta.

Victoria. Es lo mejor, así el tendrá la oportunidad de rehacer su vida, lejos de mí, de mi recuerdo, solo espero que la distancia no haga que se olvide de sus hijos.

Alejandro. Ay madre, no puedo creer que ambos estén tomando esta actitud, si yo no viera que ambos se aman no insistiría, pero veo que los dos están sufriendo con esta separación, viene a hablar contigo con la esperanza que en ti hubiera algo de sensatez, pero ya veo que me equivoque.

Victoria. Por favor no me hables así, tu no sabes nada de como me siento, de como es nuestra relación, te agradezco tu interés por nosotros, pero eso solo nos corresponde a Fernando y a mí.

Alejandro. Solo espero que no reaccionen demasiado tarde, te quiero. Le da un ligero beso en la frente y después se marcha.

Las horas seguían pasando y después de la platica con Alejandro, Victoria quedo mas seria y pensativa que de costumbre que ni siquiera se dio cuenta de que ya había anochecido.

Felipa. Señora, ¿Se siente bien?

Victoria. Si, si estoy bien.

Felipa. ¿Quiere que le traiga su té?

Victoria. No, gracias.

Felipa. ¿Segura que esta bien? La noto algo distante.

Victoria. Felipa puedes quedarte al pendiente de María y Gerardo.

Felipa. Ay, ni hace falta que me lo diga, pero ¿Va a salir a esta hora? ¿A dónde va?

Victoria. Tengo algo muy importante que hacer, gracias Felipa. Victoria sale apresuradamente de la habitación

Felipa. ¿Pero a donde va? Y para variar sola... Victoria...

Alejandro. ¿Qué pasa Felipa? ¿Por qué esos gritos?

Felipa. Pues tu mamá que ahora si ya se volvió loca, nada mas me dijo que tenía algo importante que hacer y se fue así nomas.

Alejandro. Si es lo que estoy pensando no le va a pasar nada y en una nada ni siquiera a dormir regresa.