¿Inicio del fin?

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Fernando se acerca a Victoria y comienza a besarla, mientras que Victoria desabrocha la camisa de Fernando, después se besan, mientras se acarician.
Fernando quita por completo la blusa de Victoria, cuando alguien toca la puerta.
Alejandro. Madre, ¿Puedo pasar?
Victoria. Un momento hijo. Rápidamente ambos se visten. Pasa mi amor.
Alejandro. Una disculpa, espero no haber interrumpido.
Fernando. Muy inoportuno hijito mío.
Victoria los mira un poco molesta.
Alejandro. Madre, acaba de llegar Hernán, dice que quiere hablar con nosotros.
Victoria. ¿A esta hora? ¿Será algo grabe?
Fernando. Por fin alguien más inoportuno que tú Alex.
Victoria. Fernando, por favor no empieces.
Los tres bajan a estudio de Álex dónde ya los espera Hernán.
Victoria. Hernán ¿Qué pasa?
Hernán. Disculpen la hora pero esto no puede esperar.
Alejandro. Bueno hombre, dinos, que pasa.
Hernán. Bueno lo que les quería decir es que m voy del país, dejaré el hospital en manos de unos colegas y como entenderán ya no puedo ser el vicepresidente de la compañía. Así que, por favor, Fernando, acepta el cargo, estoy seguro de que nadie hará mejor trabajo que tú.
Fernando. No que decirle Doctor, me sorprende mucho su decisión.
Victoria.. ¿Pero cuando te vas? Pero…¿Por qué te vas?
Hernán. En unos días, es por eso que mañana quiero convocar a una junta para informar a todos los socios de lo que esta pasando. Victoria, perdóname, pero son razones muy personales.
Victoria. No te preocupes, pues si esa es tu decisión está bien, la respetaremos y sobre Fernando, también estoy de acuerdo con que el sea el nuevo vicepresidente de la empresa, después de todo ya es de la familia.
Fernando. Victoria, sabes que no estoy de acuerdo, si antes me opuse ahora con más razón, no quiero que piensen que por ser tú marido ahora me voy a meter así en la empresa.
Alejandro. Sabes muy bien que no es así, te has ganado ese puesto con tu trabajo. Y pues si, ahora eres el esposo de mi madre ya eres de la familia y como tal vas a ser tratado, así que aceptas si o si.
Fernando. Está bien, acepto, pero si Raquel no está de acuerdo propongan a alguien más.
Victoria. Estoy segura que Raquel estará de acuerdo, si tú eres el mejor. Dice lo besa, lo que hace Hernán se moleste.
Hernán. Bueno eso era todo, los veo mañana en la junta y nuevamente una disculpa por la hora.
Victoria. No te preocupes y muchas suerte en todo lo que venga para ti.
Hernán. Gracias, buenas noches. Se va.
En el coche de Hernán.
Hernán. Está todo listo, nadie sospechara ahora solo me falta encontrar el momento perfecto para hacerlo y por fin Victoria será mía y nadie podrá separarme de ella.
Mansión Lombardo.
Victoria. Es algo extraño de la nada Hernán quiera irse, no se, ahí hay algo raro.
Alejandro. Madre, ya lo oíste, el tiene sus razones.
Fernando. Alejandro tiene razón mi amor, además, por mi entre más lejos este ese Doctorcito de ti está mucho mejor.
Victoria. Fernando, no empieces. Bueno, ya mañana será otro día.
Alejandro. Buenas noches entonces, hasta mañana.
Victoria/Fernando. Buenas noches Alex.
Victoria y Fernando suben a su habitación.
Fernando. Ya estoy muy nervioso, que tal y nadie está de acuerdo con que yo ocupe el lugar de Hernán.
Victoria. Por favor Fernando, de nuevo no, estás capacitado para el trabajo y te los has ganado a pulso, así que no empieces con tus pensamientos negativos porque te mando a dormir a la habitación de huéspedes.
Fernando. No serías capaz de hacer eso. Se acerca a ella para besarla, pero Victoria siente un leve mareo.
Fernando. Victoria ¿Qué tienes?
Victoria. Me sentí algo mareada, pero ya está pasando.
Fernando. Ven, recuéstate, voy a prepararte un té. Tienes que ir al médico, no es normal que te den mareos.
Victoria. Ay Fernando, a mi edad es totalmente normal, no te preocupes tanto, estoy bien.
Fernando. No importa, ve al médico, por favor, voy por tu té, ya vengo.
Después de una agradable charla, ambos duermen abrasados. Al día siguiente todo transcurría con tranquilidad, se acercaba la hora de la junta mientras que Victoria y Fernando terminaban de arreglarse.
Fernando. Estoy muy nervioso mi amor.
Victoria. Tranquilo, todo saldrá bien.
Fernando. ¿Te había dicho que te vez hermosa con ese vestido? Se acerca a ella y la besa.
Victoria. Señor Fernando, por favor contrólese, estamos a punto de irnos.
Fernando. Señora Alanís, pues cancelemos esa junta quedemos aquí haciendo el amor. Comienza a besarle el cuello, mientras desabrocha el cierre de aquel elegante vestido, al mismo tiempo que Victoria trata de quitarle la camisa, pero algo los interrumpe.
Alejandro. Madre, ¿Estás ahí? El chófer ya está esperándonos. Supongo que tú maridito está contigo, porque lo he buscado como un loco por toda la casa.
Victoria. Un minuto amor, ya vamos. Alex baja al salón a esperarlos.
Fernando. Vaya manera de interrumpir los mejores momentos.
Victoria. Cállate, ya vámonos.
Constructora Lombardo.
Victoria y Fernando llegan de la mano, ahí se encuentran con Hernán.
Victoria/Fernando. Buenas tardes Hernán.
Hernán. Buenas tardes Victoria.
Mari. Señora Victoria, Arquitecto, Doctor, la sala está lista, ya los están esperando, pasen.
Comienza la junta.
Alejandro. Como ya todos saben el motivo de mi está junta es para nombrar a nuestro nuevo vicepresidente, ya que el Doctor Plasencia se va del país, ¿Alguien tiene alguna propuesta?
Victoria. Yo propongo al Arquitecto Fernando Alanís.
Hernán. Yo propongo a la señora Victoria Valverde. Todos miran con desconcierto s Hernán. El desconcierto es aún más para Victoria, Fernando y Alejando.
En ese momento Fernando pone la mano en la pierna de Victoria y le susurra al oído.
Fernando. Vamos a estar bien amor.
Alejandro. Entonces votemos, todos pueden votar excepto mi madre y Fernando.
Fernando comienza a acariciar la entre pierna de Victoria, mientras que ella trata de detenerlo pero en su lucha, Fernando toca su intimidad, comienza a brindarle tan delicadas caricias que no tarda en sentirse excitada. Victoria aprieta los labios para no soltar ningún gemido que el placer de las caricias le estaban provocado, lucha consigo para no cerrar los ojos y no levantar sospechas de lo que estaba pasando. En pocos minutos la respiración de ambos empieza a ponerse jadeante.
Alejandro. Bien, tenemos 4 votos para mí madre y 5 para Fernando. Victoria, Fernando ¿Tienen algo que decir.
Victoria y Fernando se miran, ninguno de los dos puede pronunciar siquiera una palabra, así que con la cabeza dicen que no.
Hernán. Victoria ¿Te sientes bien? Te noto un poco rara.
Victoria. Todo está perfecto. Toma aire y suspira para poder responder.
Alejandro. Bueno, si no hay más por el momento hemos terminado con nuestra junta.
Todos felicitan a Fernando por su nuevo puesto, poco a poco los presentes van saliendo de la sala de juntas.
Victoria. Amor, sabía que ibas a tener ese puesto. Le da un beso mientras Fernando le acaricia el cuello.
Fernando. Ven acá, tú y yo tenemos algo pendiente, ya no aguanto más, te necesito, te deseo, necesito hacerte mía una vez más.
Victoria. Estas loco, después de lo que hiciste en la junta, anda ve a trabajar.
Fernando. Señora, yo soy su marido y me tiene que obedecer, así que venga para acá.
Salen de la sala de juntas y se dirigen a la oficina de Fernando.
Mary. ¿Todo bien Arquitecto? ¿Se le ofrece algo?
Fernando. Que no me moleste por nada del mundo. Estaré hablando con mi esposa.
Al entrar a la oficina Fernando cierres la puerta con seguro y Victoria se sienta en el pequeño sillón
Victoria. A ver señor Arquitecto, ¿De qué quiere hablar conmigo? Lo mira con cierta maldad.
Fernando. Pues primero hay que ver si usted puede hablar. Dice mientras la acaricia.
Victoria. Fernando, por favor, ¿Cómo aquí? Estas loco.
Fernando silencia las palabras de Victoria con un beso. Comienza a acariciar su cuerpo hasta que se encuentra con el cierre de aquel vestido, comienza a abrirlo hasta que la deja apenas en ropa interior, mientas que Victoria desabrocha uno a uno los botones de la camisa de Fernando.
Comienza a dar ligeras mordidas en los hombros de Victoria el sabía que eso la volvía loca. Mientas que como una loca Victoria le sacaba los pantalones. Discretamente Victoria miro aquel grande bulto que cubrían los calzoncillos de Fernando, adoraba verlo, sabía que era solo de ella. Con ternura Fernando quita aquel sostén de encaje dejando salir aquellos senos que para Fernando eran perfecto, los miraba y poco a poco comenzó a besarlos para después devorarlos, Victoria sentía cada vez más mojada su intimidad, sentía que estaba apunto de estallar. Beso a beso Fernando recorre todo el cuerpo de ella, hasta llegar a su abdomen donde poco a poco retira las bragas. Ya estando completamente desnuda Fernando se pone de pie para poder admiras el cuerpo de Victoria.
Victoria toma a Fernando de la mano y lo acerca a ella, comienza a acariciarlo y de un momento a otro le quita los calzones dejando que saliera aquel miembro. Sin pensarlo ella comienza a acariciarlo haciendo que Fernando suelte algunos gemidos. De pronto Victoria le da un liguero beso en la punta de su miembro, el queda sorprendido, pues Victoria jamás había hecho algo así.
Fernando. Amor, no tienes que hacerlo.
Victoria no dijo mi una sola palabra y metió el miembro de Fernando en su boca, succionaba y lo acariciaba con una gran frenesí.
Fernando. Aaaaaah, Vic aaaaaah.
Victoria solo miraba con una mirada muy picara. Después de unos minutos Victoria se pone de pie y va hacia la boca de Fernando para besarlo.
Fernando. Me encantas, me encanta tu cuerpo, tus besos, toda tu eres perfecta. Dice mientras recuesta a Victoria en el sofá, beso a beso Fernando dirige su miembro a la intimidad de Victoria. Al sentir el contacto con su clítoris ella suelta un sonoro gemido. Así hasta que la penetra por completo, Victoria araña la espalda de Fernando, ella levanta sus piernas y las recarga sobre los hombros de Fernando, mientras el aumentaba la velocidad de sus movimientos. Admiraba como los senos de Victoria se movían al ritmo de sus embestidas. Victoria sentía que estaba apunto de estallar, con trajo sus paredes vaginales, sabía cuánto volvía loco a Fernando que hiciera eso.
Cambian de posición, ahora quedan frente a frente, Victoria comienza a una deliciosa cabalgata. Ambos están apunto de llegar al éxtasis.
Victoria. Aaaah, ¿Juntos? Hace más lentos sus movimientos. Hasta que ambos llegan juntos al orgasmo. Se besas como si no hubiera un mañana.
Fernando. Te amo.
Victoria. Te cada día más amor.
Fernando. ¿Te gustaría ir a cenar hoy en la noche? Para festejar.
Victoria. ¿Más festejos?
Fernando. Contigo nunca terminan los festejos.
Victoria. Eres el mejor marido del mundo, está bien, vamos a cenar está noche. Ahora tengo que vestirme, no vaya a ser que alguien nos encuentre así.
Fernando. Tu de que te preocupas, es normal, somos marido y mujer.
Victoria. Ah, claro que es normal, pero mientras estos encuentros sucedan en la habitación de los esposos, no en la oficina.
Victoria se levanta y toma su ropa para vestirse.
Ambos salen de la oficina abrazados y se dirigen a Mari.
Fernando. Mari necesito que me haga una reservación para esta noche en el mejor restaurante de Mérida, a mi nombre y al de la señora Victoria.
Mari. Claro que sí Arquitecto.
Victoria. Bueno mi amor, te veo en la noche, te amo.
Fernando. Hasta la noche mi vida, yo también te amo. Se besan.


Amor eternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora