Fernando. ¿Qué significa esto? Pronto vienen a sus recuerdos aquella llamada donde acusaban a Hernán.
Fernando. ¿Será posible? Fernando sale de su habitación y se dirige a buscar a Alejandro.
Fernando. Alex, lo tengo, lo tengo.
Alejandro. ¿De qué hablas?
Fernando. Recuerdas la llamada de hace unos días, hace un momento acaba de llamar este anónimo, es ahí, ahí está Victoria.
Alejandro. No te anticipes, es mejor que llamemos a la policía y ellos se encargan de encontrar a Victoria.
Fernando. No, no lo entiendes, yo no puedo dejar ni un día más a Victoria con el loco de Hernán, además solo Dios sabe en qué condiciones la tenga.
Alejandro. ¿Hernán? Fernando, por favor, no creo que Hernán sea el responsable de esto.
Fernando. Alejandro, no me importa si me crees o no, yo sé que Hernán haría todo por separarnos y si a ti no te importa tu madre, yo sí iré por mi esposa. Fernando sale por uno de los coches, Alejandro sale tras de el tratado de evitar una tragedia más.
En el lugar del secuestro.
Hernán. Victoria, ya se como se van a llamar nuestros hijos.
Victoria. Pero ellos ya tienen un nombre.
Hernán. Pero te aseguro que esos nombres los elegiste con el que te embarazo. Victoria lo mira y le hace un mal gesto
Victoria. Está bien, se llamarán como tú quieras.
Hernán se comienza a acercar a Victoria y comienza a acariciarle la cara.
Hernán. Te deseo tanto. Le susurra al oído.
Victoria siente un escalofrío recorrer su cuerpo, mientras Hernán acaricia sus piernas.
Hernán. No por favor, no me hagas esto. Hernán, solo la mira y continúa hasta llegar a su pecho, lentamente le quita la blusa y comienza a besar su cuello.
Victoria. Hernán. Le dice con lágrimas en los ojos. Así hasta que Hernán la desnudo por completo.
Cada caricia, casa beso que Hernán le daba, Victoria las sentía como un golpe, no paraba de llorar, trataba de pensar en Fernando, pero cada vez se sentía más sucia, menos mujer. El solo sentir a Hernán le daba asco.
En el auto de Fernando.
Alejandro. Hermano, por lo menos hay que llamar a la policía, no puedes hacer justicia por ti mismo.
Fernando. No, no quiero que llames a nadie, si Victoria está ahí, Hernán se va a morir.
En el lugar del secuestro.
Después de abusar de Victoria, Hernán sale de la casa.
Victoria se encuentra llorando, sentada en la cama, cubierta solo por una sábana.
Victoria. Ya no puedo más, Dios, me quiero morir. Su llanto cada vez era más desconsolado, se recuesta en la cama y se acaricia el vientre, cuando de la nada escucha algo que la estremece.
Xx. Victoria, Victoria!
Victoria. No puede ser. Escucha un golpe en la puerta, ella se da cuenta que alguien se dirigía a la habitación donde se encontraba. Al voltear a ver quién era, su llanto se tornó más fuerte y desesperado.
Victoria. Fernando.
Fernando. Mi amor, ya estoy aquí. Se acerca a ella y la abraza.
Fernando. Tranquila, ya pasó todo, te voy a sacar de aquí. Queda muy desconcertado por la manera en que la encontró, pero decidió no pregúntale qué había pasado, lo importante ahora era sacarla de aquel lugar. De la nada entro Hernán y le apuntó a Fernando con una pistola.
Victoria. Fernando. No alcanzo a decir más cuando Hernán le dio un golpe. Fernando queda en el piso inconsciente por unos segundos.
Hernán. Que agradable visita tenemos, el arquitectito.
Fernando. ¿Qué es lo que quieres?
Hernán. Es simplemente, que te divorcies de Victoria y nos dejes ser felices.
Fernando. ¿Divorciarme de ella? Jamás, no puedo creer que nunca entendió que Victoria no lo ama, a quien ama es a mi.
Hernán. No creo que te ame tanto, cuando se entregó a mi. Fernando siente hervir la sangre, se levanta y de un golpe tira a Hernán.
Fernando. ¿Qué estás diciendo?
Hernán. Lo que oíste, no te imaginas los momentos tan maravillosos que vivimos juntos, sentir el contacto de su piel, sus labios con los míos. Al oír esto Fernando voltea a ver a Victoria, que no para de llorar.
Fernando. Eres un cerdo. Fernando lo golpea hasta que entra Alejandro y lo detiene.
Alejandro. Fernando, por favor no cometas una locura, la policía ya viene en camino.
Fernando. ¿Cómo puedes estar tan taquillo cuando tienes frente a ti al hombre que fue capas de hacerle tanto daño a tu madre?
Alejandro. ¿A qué te refieres? Alejandro, mira a Victoria.
Alejandro. Madre, ¿Estas bien? Al darse cuenta de las marcas y cicatrices en el cuerpo de Victoria, se va contra Hernán.
Alejandro. ¿Qué le hiciste maldito? Lo golpea con fuerza.
Alejandro. Te confié a mi familia, creí que eras amigo que mi madre, ¿Qué mente tan retorcida tienes para hacerle esto?
Hernán. Lo hice porque la amo.
Fernando. Por favor como puede decir que la ama, cuando se ama no se lástima no sé hace dañó.
Hernán. Yo solo quería el amor de Victoria, pero tú, siempre te prefirió a ti, un hombre mucho mas joven que ella, un niño, por Dios, podrías ser su hijo, ja, su hijo… Y además, está embarazada de el. Hernán se levanta, toma la pistola y le apunta a Fernando.
Hernán. La amo, yo tenía que evitar que estuviera contigo, la quería solo para mi. Carga la pistola.
Alejandro. Hernán, por favor, no lo hagas.
Hernán. Ya es tarde para esto. Pone la pistola en su cabeza
Fernando. Doctor, no.
Hernán. Amala…. Dispara.
Victoria queda muy impresionada con lo que acaba de ver.
Victoria. Fernandooooo! Fernando corre hacia ella.
Fernando. Tranquila mi amor, ya pasó todo, ya estoy aquí, ven, vamos a vestirte. Perdóname, perdóname, falle, no supere protegerte.
Victoria. No digas eso, te amo.
Fernando. Te amo más, vámonos, tenemos que ir con un médico a que te revise. Dan solo unos pasos cuando Victoria pierde el conocimiento y cae al piso.
Fernando. Victoria, mi amor, reacciona.
Alejandro. Madre, Victoria, por favor, escúchame, háblame.
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Amor eterno
FanfictionVictoria Lombardo (Daniela Romo) es una mujer madura enamorada de Fernando Alanís (Gabriel Soto) a pesar de los obstáculos que la vida y ella misma se pone ¿Podrán realizar su amor?