La locura.

422 24 1
                                    

Días después en la mansión Lombardo, Hernán llega a visitar a Victoria.
Hernán. Victoria, querida ¿Como estas?      Al besarle la mano nota el anillo en la mano de Victoria y no dice nada.
Victoria. Hernán, un gusto verte, yo estoy muy bien ¿Y tu, como te ha ido? hace tiempo que no venias.
Hernán. Tienes razón, había estado muy ocupado en la clínica, además creí que estarías con Fernando y no te quise molestar. ¿Como va tu relación con el? o me darás la sorpresa de que por fin tengo una oportunidad contigo.
Victoria. Hernán, por favor, sabes que te considero como uno de mis mejores amigos, yo amo a Fernando, lo amo con todas mis fuerzas, jamás podría dejarlo, jamás amare a alguien como lo amo a el. Y...         No termina de hablar.
Hernán. ¿Y? ¿Que pasa Victoria? Sea lo que sea puedes decírmelo con toda libertad.
Victoria. Fernando y yo nos comprometimos hace unos días, vamos a casarnos.     Hernán queda helado con la noticia.
Hernán. ¿Casarse? Pero estas segura de lo que estas haciendo, no te parece que estas cometiendo la peor tontería de tu vida.
Victoria. Se que al mundo entero le parecerá una estupidez, pero lo amo, lo amo mas que a mi propia vida y la peor tontería de mi vida seria dejarlo, renunciar a mi felicidad con el.
Hernán. Es tu decisión y me alegra.    Lo dice con un tono frío.      Me tengo que ir, gracias por recibirme.
Victoria. ¿Estas bien? Gracias por apoyarme, eres un gran amigo y perdón una vez mas por no poder corresponder a tu sentir.
Al salir de la mansión, Hernán no puede contener la rabia que le da el haberse enterado de la boda de Victoria.
Hernán: Si Victoria no esta conmigo, no estará con nadie mas, ella es mía, solo mía.     En la puerta Hernán y Fernando se encuentran.
Fernando. Buenos días Doctor ¿Como le va?          A lo que Hernán no contesta
Victoria se encuentra en su despacho con Felipa cuando entra Fernando.
Fernando. ¿Como esta la futura señora de Alanís?
Victoria. Mi amor, yo estoy muy bien ¿Como esta el futuro señor de Valverde?
Felipa. Bueno como yo no quiero estar de metiche mejor me voy
Fernando. Te he extrañado tanto, me haces tanta falta.
Victoria. Y tu a mi, no sabes cuanto ansió el momento de ser tu esposa.
Fernando. Te amo. Acabo de ver a Hernán salir, lo vi muy molesto, ni siquiera me contesto el saludo. ¿Tuviste un problema con el?
Victoria. Pues un problema en si no, lo que paso fue que no tuve de otra mas que contarle que tu y yo nos vamos a casar y aunque trato de disimularlo me di cuenta que se molesto. No quisiera perder su amistad, pero eres mucho mas importante para mi tu que el.
Fernando. En verdad no me gusta ser el causante de tus problemas con Hernán, pero por otra parte me da tanto gusto que tus amistades se enteren de que tu y yo nos amamos. Te tengo una sorpresa, te voy a llevar de paseo.
Victoria. ¿De paseo, hoy?
Fernando. Si, hoy, así que ve y ponte algo mas cómodo y ve por tu bolsa.
Victoria. A mira, ahora tu, decidiendo que tengo que hacer... Esta bien, espérame un momento, voy a cambiarme ¿Quieres algo de tomar?
Fernando. No muchas gracias mi amor.
Victoria. Ven acompáñame, solo me cambio de zapatos y ya nos vamos.        Los dos suben a la habitación de Victoria. Minutos después se van.
En el camino Victoria se da cuenta que se dirigen a el terreno arquitectónico en que estaban trabajando.
Victoria. ¿No me digas que ya terminaron las construcciones y ya por fin las voy a poder ver?
Fernando. No seas impaciente, muy pronto sabrás que es la sorpresa que te tengo. Antes de llegar, necesito que te tapes los ojos con esto, no quiero que veas nada.
Victoria. ¿Para que tanto misterio?
Fernando. Tu no preguntes, te vas a divertir.                       Le dice mientras acaricia su pierna con un tono excitante.
Victoria. Ya lo creo.                Toma el pañuelo que Fernando le da y se lo pone en lo ojos.
Llegan a la cabaña donde hicieron el amor por primera vez. En todo momento Fernando lleva a Victoria de la mano y dirigiéndola por el camino.
Victoria. Por favor Fernando, ya me quiero quitar esto, ¿A donde me llevas?
Fernando. No seas impaciente, ya estamos aquí. Pase lo que pase, no te quites la venda de los ojos.
Victoria siente un escalofrió recorriendo su cuerpo.
Fernando conduce a Victoria por las escaleras, así hasta llegar a la habitación, de pronto Fernando suelta por completo a Victoria.
Victoria. ¿Fernando? ¿Donde estas?
Poco a poco Fernando vuelve a acercarse a Victoria, donde comienza a besar su cuello, Victoria se asusta pero recuerda la promesa que le hizo a Fernando de no quitarse la venda de los ojos, Fernando sabia cuanto volvía loca a Victoria esos besos. Pronto comienza a desnudarla, empezando por aquella blusa azul que cubría su pecho.
Fernando. Te amo, te amo.
Luego Fernando quita el sujetador que deja libres los senos de Victoria, con delicadeza y amor comienza a besarlos, haciendo que Victoria quede aun mas excitada, esto hace que Victoria no contenga el placer y suelte un sonoro gemido. Besando desde su pecho hasta su abdomen Fernando se encuentra con el pantalón que impide seguir besando el cuerpo de Victoria, hasta que la deja completamente desnuda.
Victoria. Dice con voz jadeante. Por favor Fernando, ya no aguanto mas.
Fernando no dice nada y la conduce hasta la cama donde la recuesta y se posiciona sobre ella, acaricia y besa cada centímetro de su cuerpo. Victoria cada vez mas excitada entierra sus uñas en la espalda de Fernando, dejándole en claro cuanto ansiaba que entrara en ella. Fernando toma una fresa y la coloca sobre el cuerpo de Victoria.
Victoria siente algo recorrer su cuerpo, siente un escalofrío invadirla y provoca que se sienta aún más excitada.
Fernando. Te amo, te amo, te deseo, me encanta tener tu cuerpo así, solo para mí.
Victoria. Fernando por favor, ya no aguanto más, ahhhh, por favor, termina con esto.
Fernando no hace caso a las súplicas de Victoria, besando todo su cuerpo hasta llegar a su intimidad, dónde da ligeros besos.
Victoria. Ahhhh, Fernando.
Después Fernando toma un trozo de chocolate, el sabía que era el favorito de Victoria, así la besa, haciendo que Victoria pruebe aquel deliciosos manjar, vuelve a bajar hacia su intimidad dónde pone otro trozo de chocolate, así como una fiera, con ligeras lamidas hasta quitar por completo el chocolate. Esto hace que Victoria no contenga el placer y gima alto, está completamente loca de deseo, del placer que todo le hace sentir. Con caricias tiernas Fernando recorte el cuerpo de Victoria, le dice al odió.
Fernando. ¿Te gusta mi amor?
Victoria no puede articular ni una sola palabra y solo con sonidos jadeantes, le da a entender que lo está disfrutando como nunca.
Fernando se pone de pie y comienza a desnudarse, no dice ni una sola palabra y se posiciona entre las piernas de Victoria y con un gran ímpetu dirige si miembro a la intimidad de Victoria, esto hace que ella se asuste un poco al sentir el contacto, pero eso no le impide sentir tanto placer. Victoria no puede evitar gemir alto, se encuentra el un nivel de excitación.
Victoria. Fernaaaando aaah, por favor.
Fernando atiende a las súplicas de Victoria y poco a poco la penetra, comenzar su movimientos que de ser lentos pasaron a ser cada vez más rápidos y cargados de deseo.
Fernando se acerca a los labios de Victoria los comienza a besar con gran frenesí, hasta que decide quitarle la venda de los ojos. La primera mirada lo dice todo. “TE AMO”
Cambian de posición, ahora quedan frente a frente, Victoria sentada sobre Fernando, empieza su movimientos, cabalgando haciendo que sus senos se muevan, haciendo a Fernando sentirse aún más excitado.
Los dos llegan al mismo tiempo al tan deseado orgasmo. Al disfrutarlo se besan como si ese fuese su último beso. Ambos sonríen realizados.
Victoria. Amor, por favor dímelo, has que nunca lo olvide.
Fernando. Te amo, te amo. Es maravilloso hacer el amor contigo, me encanta tenerte así, desnuda, solo para mi. Ahora tú, dímelo.
Victoria. Te amo más que mi vida, más que a nada en este mundo, eres y serás lo más hermoso que la vida me pudo regalar, amo y adoro cada momento que pasó contigo y no veo la hora de convertirme por fin en tu esposa, deseo pasar el resto de mi vida a tu lado.
Después de una charla maravillosa Fernando lleva a Victoria a la mansión.
Victoria. Quédate aquí conmigo.
Fernando. No como cree señora, usted y yo aún no estamos casados. En cuanto estemos casados te juro que no habrá noche que yo no pase a tu lado.
Victoria. ¿Es una promesa?
Fernando. Es una promesa señora Victoria.

Amor eternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora