Adiós.

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A la mañana siguiente. Toda la familia esta desayunando en el comedor.

Fernando. Bueno yo me retiro, iré a la oficina a revisar unos planos.

Alejandro. Te acompaño. Se levanta para despedirse de María José y Victoria.

Fernando. Adiós María José.

María José. Nos vemos mas tarde.

Fernando. Adiós mi amor. Se acerca a Victoria para darle un beso en la boca, pero ella se voltea. Ninguno de los dos supo como reaccionar ente la situación y Fernando le da el beso en la mejilla, a lo Victoria solo responde con una sonrisa algo incomoda. Alejandro y Fernando salen de la casa.

Raquel. Vaya, parece que a los tortolitos ya se les esta acabando el amor.

Victoria. Raquel, por favor. Con permiso, voy a ver a mis hijos. Victoria se levanta y se dirige a la habitación de los bebes.

Horas mas tarde.

Victoria y Felipa están en el estudio.

Felipa. Señora, ¿Qué tiene? Desde la mañana esta muy seria, casi no desayuno y todos nos dimos cuenta de que rechazo el beso del señor Fernando.

Victoria. Figuraciones tuyas, no está pasando nada.

Felipa. Señora, la conozco como a la palma de mi mano. Pero pues si no me quiere contar nada usted sabe. Nada mas no se le vaya a olvidar que el señor Fernando la ama demasiado y se merece que usted lo este llenando con su indiferencia.

Horas mas tarde. Fernando llega a la mansión y se dirige a su habitación, abre la puerta y mira a Victoria durmiendo a lado de los pequeños. Fernando queda lleno de ternura al ver aquella imagen y lentamente se acerca al lado de Victoria y le da un delicado beso en la frente, lo que hace que Victoria se despierte algo asustada.

Fernando. Tranquila, soy yo...

Victoria. Me diste un gran susto.

Fernando. Lo siento. Si supieras lo bella que te ves cuando duermes.

Victoria. Ja, no lo creo, estoy tan cansada, ser mamá y a mi edad no es nada fácil. Esto esta acabando conmigo.

Fernando. Aun así, eres la mamá y la mujer mas hermosa del mundo. Lentamente Fernando se va acercando a Victoria para darle un beso, pero ella gira ligeramente la cabeza esquivando el beso.

Victoria. Mmmm, voy por un poco de agua. Fernando suspira algo confundido.

Fernando. Victoria, por favor, ¿Me puedes decir que es lo que te pasa?

Victoria. A mi no me pasa nada, ya te lo dije, estoy muy cansada.

Fernando. Por favor Victoria, tenemos que hablar.

Victoria. Y... ¿De qué quieres hablar?

Fernando. Hace días que te encuentro extraña, algo distante.

Victoria. Soy ideas tuyas, ya te dije que estoy muy cansada.

Fernando. Te conozco tanto como a mi y se que algo te esta pasando.

Victoria. No quiero discutir Fernando, déjame en paz.

Fernando. Mi intención no es discutir contigo, es lo que menos quiero en estos momentos, pero en verdad, tu actitud no es nada normal, tu no eres así.

Victoria. ¿Y como pretendes que este? Después de todo lo que pase, de todo mi sufrimiento durante todos estos meses. Al decir esto ambos comienzan a llorar.

Fernando. Entiendo a lo que quieres llegar, pero también piensa en que yo sufrí.

Victoria. No puedes comparar tu sufrimiento con el mío, yo estuve sola, aferrándome a una esperanza de que un día aparecerías por la puerta, pero al paso de los días esa esperanza se volvía cada vez más obscura, mientras tu... tu estabas aquí, acompañado por todos, dándote fuerzas, ánimos.

Fernando. No puedo comprar mi dolor con el tuyo, tal vez, si, no estuve solo, pero sin ti, nada tiene sentido, no había ni un solo día, ni un solo segundo en que no pensara en ti y en nuestros hijos.

Victoria. Siempre me has hablado tanto de amor, pero, dime, ¿Qué hiciste para recuperarnos?

Fernando. No, no empieces con eso, no puedes insinuar que no hice nada para evitar lo que paso, me estaba volviendo loco, tenia una gran impotencia, hice hasta lo imposible para encontrarte, pasaron algunos meses que estoy seguro que para ambos fueron una eternidad.

Victoria. Llegaste demasiado tarde... Al escuchar esto, Fernando sintió como si le dieran una puñalada por la espalda.

Fernando. Eres muy injusta, ninguno de los dos tiene la culpa de lo que paso, ambos hemos sido victimas de la vida. Victoria solo lo mira sin parar de llorar.

Fernando se acera a Victoria y a la abraza, pero Victoria de inmediato se aleja de él.

Victoria. Nada entre tu y yo podrá ser igual, no estoy segura de poder con todo esto.

Fernando. No puedes hablar enserio, yo se que juntos saldremos de esto, necesito que entiendas que yo estoy aquí para sanar tus heridas, estoy seguro que nuestro amor podrá con esto y más...

Victoria. Eso lo dices solo para hacerme sentir mejor, pero yo estoy segura que tarde o temprano esto pesara más en ti que todo el amor que dices tenerme.

Fernando. Me sorprende que después de todo lo que hemos vivido juntos aun sigas dudando de mi amor.

Victoria. Tarde o temprano el amor se acaba, desde un principio sabíamos que nuestra relación era una locura, llegamos demasiado lejos.

Fernando. Deja de decir tonterías, mas de una vez hemos probado que nos amamos, no puedes pensar que esto es una locura.

Victoria. Fernando, por favor, reconozco que hemos vivido muchas cosas lindas, pero...

Fernando. No sigas, entiendo que ni el tiempo ni mi amor van a poder hacer que te quites esas ideas de la cabeza, intente demostrarte que nada ni nadie hará que deje de amarte, pero cuando creo que por fin seremos felices, te llenas nuevamente de temores, no tiene caso que insista, ya veo que para ti lo único que nos une son nuestros hijos. Victoria se siente en un pequeño sillón, mientras que su llanto cada vez es mas intenso.

Victoria. Se que no entenderás lo que estoy sintiendo, pero esto es lo mejor para todos, seguir juntos solo nos hará sufrir y no quiero arrastrar nuestros hijos a esto.

Fernando. Siempre pensando por mi... Aun que me duela en el alma estoy tratando de entenderte, pero no puedo, creo que mejor que me vaya, no tiene caso que me quede aquí cuando tu ya tomaste una decisión. 

Amor eternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora