Renjun no se quedó mucho tiempo en la mañana en el departamento de Jeno. Desayuno y se despidió cuando sus hermanos comenzaron a llegar y como era costumbre Jeno tenía "asuntos" que resolver así que Hyunjin lo acompañaba.
-Yo tengo auto y tu luego debes volver en un taxi. Es tonto, no se porque le haces caso a Jeno.-Negó con la cabeza y estacionando.
-Es mi hermano.- respondió encogiendose de hombros y saliendo del auto. Renjun rodó los ojos porque a pesar de que era siempre Hyunjin el que lo acompañaba nunca le decía más de dos palabras.
-Me puedes hablar, ¿sabes? No muerdo.
Hyunjin rió negando con la cabeza.
-Tu no, tu novio si.
El chico se giro y comenzó a caminar hasta buscar un taxi. Renjun se enderezo en su auto y condujo la esquina que le quedaba para llegar a su casa. Sabía que Hyunjin debía estar aún mirando así que entró rápido para que se pudiera marchar.
Entro a su casa saludando a sus padres y dándoles la excusa de que era muy tarde así que se quedó con Jeno porque habían tomado y no querían conducir así, y de todos modos el departamento de Jeno quedaba más cerca. Sus padres sonrieron por lo responsable que era su chico.
Subió a su habitación y se bañó con varias cosas rondando por su cabeza. Para relajarse le pidió un té a su Nanie y se puso a dibujar pero luego de media hora no aguantó más y se paró poniendose un abrigo e hizo unas cuantas llamadas en el teléfono de su casa antes de ir al hospital.🐝
Llegó al hospital y pregunto por Kim Hyunsoo, pero parecía que ya era tarde. El chico había fallecido por causas naturales hacia una hora. La hora que le costaba a Jeno llegar al hospital y probablemente asfixiar al chico.
Renjun suspiró llegando sus manos a su cabeza y escuchando a la enfermera decir "Lo siento". A Renjun no le importaba ese demente. A Renjun le importaba lo extremos a los que Jeno llegaba cuando se trataba de el. Así que nuevamente se pregunto si valía la pena estar cerca de el haciendo que sus demonios salieran a la luz con más frecuencia.
Su abuela le dijo dos noches antes de morir unas palabras que siempre quedarían en su mente.
"Tu belleza, delicadeza y gracia serán la desgracia de alguien."
Renjun ya sentía que la profecía de la vieja loca se estaba cumpliendo.
