Dedicado a: NaehyungXXX ¡feliz cumpleaños bebé! 💘
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Jeno no lo pensó mucho al entrar a aquella mansión y como suponía fue revisado de pies a cabeza, no había llevado absolutamente nada, quería ahorrarse el drama porque había ido dispuesto a dar su vida por Renjun, no quería iniciar una pelea y que su novio estuviera presente. Al entrar solo encontró a varios hombres en la gran sala y se sentó a esperar.
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Las puertas fueron abiertas para Riwosky, una sonrisa dibujada en su rostro antes de entrar. El chico estaba ahí, vestido completamente de negro con sus codos apoyados en sus rodillas, pero esa pose solo duró segundos ya que al darse cuenta de su presencia se puso de pie inmediato.
Lo miro fijamente y luego detrás de él.
-¿Donde está Renjun?
-Es un gusto conocerte Lee Jeno.-soltó ignorando su pregunta mientras tomaba asiento.
-¿Donde está mi novio? Estoy aquí, ya déjenlo ir.
El mayor soltó una risa y la puerta se abrió nuevamente dejando ver a Adler el cual miro a Jeno con una mueca.
-Padrino...
-Hablamos ahora Adler, déjame conversar con el joven.
-Pero...
Se giró a mirar al menor y este solo asintió soltando un suspiro, se quedó al lado de la puerta sin decir nada. Riwosky volvió a mirar a Jeno, el chico lucia enojado e increíblemente contrario a todo lo que le habían contando del joven, este lucia desesperado. Su expresión era seria, pero por los movimientos de su cuerpo podía decir que estaba nervioso, los rumores eran que a Lee Jeno nada le afectaba, sonrió al pensar que había tocado el punto débil perfecto.
El pelinegro pasó sus manos por su rostro soltando un suspiro.
-¿Qué quiere que haga? ¿Quiere dinero? ¿Me quiere a mi? Haré lo que sea pero déjelo ir.
Riwosky lo miro detenidamente por varios segundos, sabía que el chico hablaba en serio pero quería probar que tanto, llamo a uno de sus matones con una seña.
-¿Si, señor?
-Tráeme el arma.
El hombre obedeció y de inmediato Riwosky tuvo un arma en su mano, se puso de pie quedando frente a Jeno.
-¿Por qué estás tan preocupado por ese niño? Podrías salvarte si me lo dejas.-Jeno apretó su mandíbula y sus puños.-Es muy hermoso, podría hacer millones con el...
-Váyase a la mierda...-gruño acercándose más a él mayor.
Riwosky rió levantando sus manos.
-Solo digo, deberías estar más preocupado por ti que en ese niño...
-¿Que quiere que haga?-pregunto nuevamente en voz baja, se estaba desesperando pero no iba a explotar, ellos tenían su todo y él no tenía nada.
Se instaló un largo silencio en la sala de aquella mansión hasta que el mayor soltó una risa mostrándole el arma que tenía en la mano, la puso frente a su rostro y luego de quitar el seguro se la pasó a Jeno. El pelinegro la tomó, mirándola con detenimiento para luego ver al contrario.
-Disparaté.
Jeno asintió lentamente sin quiera pensarlo.
-¿Lo dejarás ir?
