Naruto: El Activo

Solo te amo

Natasha Romanoff, al lado de Clint Barton, Samuel Wilson, María Hill y Nick Fury, observaban como una pequeña flota de Quinjet's que ocupó todo el claro, creando un bosque de metal oscuro como la noche, con el símbolo de S.H.I.E.L.D en un lateral o por la parte superior del vehículo, siendo como una enorme diana que todos podían ver. Serían un blanco a cualquier enemigo que sobrevolara aquel lugar. Pero después de todo, no tenían tiempo para un descanso cuando el mismo mundo estaba siendo controlado por personas que solo veían con codicia y odio. Una guerra se estaba llevando mientras ellos se mantenían ocultos, como si hubieran sido apaleados y machacados, algo que no era del todo incierto. Hydra los había derrotado por completo, obligándolos a retroceder ante las acometidas dadas, por la mala presa, la gestión hecha por Pierce, quien los había vuelto como los malos y colocando a sus leales como los salvadores. Aunque ellos llevaban el USB que había obtenido Fury con todos los informes sobre Hydra, complementados con los que ella obtuvo del barco de S.H.I.E.L.D cuando rescataron a los agentes atrapados en el mismo.

Movieron sus ojos hacia el que parecía ser el último Quinjet en aterrizar, el cual comenzó a abrir la rampa por la que comenzaron a bajar diversas personas. De entre las destacadas, una era Steve Rogers, quien llevaba el escudo a la espalda mostrando un aspecto ligeramente desmejorado, con la chaqueta llena de hollín y ligeramente quemada. A su lado iba la agente Carter, llevando un traje de cuerpo completo blanco, con el logo de S.H.I.E.L.D en el brazo izquierdo igualmente blanco, pero algo más oscuro para destacarse. Detrás de Carter iba un hombre de cabello negro corto, con un rostro serio, llevando una larga gabardina cubriendo su camiseta negra con una calavera dibujada en todo el pecho. Parecía llevar un cinturón con dos cartucheras, estas siendo ocupadas por dos pistolas cargadas. Al lado de este hombre, iba una mujer de cabello plateado llevando un traje de cuerpo completo plateado. La mujer llevaba una sonrisa dibujada en su rostro, con un rifle apoyado en su hombro como si no pesara nada.

Y luego bajó él.

Cubría la parte inferior de su rostro con un cubrebocas, mostrando unos ojos azules calmados que observaban todo a su alrededor, con la mano izquierda dispuesta a tomar una pistola que descansaba en su cartuchera en la pierna misma. Su otro brazo, el derecho, era completamente de color gris, metálico, completamente cibernético sin adorno alguno. Vestía sencillamente, con una camiseta negra de mangas cortas y unos pantalones tácticos negros militares, con unas botas igualmente negras.

―¡Fury!―el primero en hablar fuer Rogers, quien caminó deprisa seguido de Carter, siendo imitados por Wilson y Barton que se acercaron a ellos, seguidos por el propio Fury acompañado de Hill―. Es verdad que estas vivo.

El exdirector mostró una divertida sonrisa, llevando aquella enorme gabardina que parecía rivalizar con la que llevaba uno de los compañeros de Rogers. Este hombre movió a los ojos de un lado a otro, siempre con las manos rozando las empuñaduras de sus pistolas.

―Es un placer verlo, Capitán―declaró el hombre del parche, mostrando los dientes brevemente, alzando un lado de sus labios en una pequeña sonrisa. Fury movió su ojo hacia uno de los presente―. También es bueno verte, Naruto.

El Activo alzó el brazo a modo de saludo, retirando el cubrebocas con la mano cibernética, mostrando una breve sonrisa al hombre mayor, para luego deshacerla y mover sus ojos hacia la única persona que no había decidido moverse del lugar. Suspiró, centrándose en Fury mientras se acercaba al hombre, pasando entre sus compañeros.

Delante de Nick, el Uzumaki metió la mano izquierda en uno de los bolsillos de su cinturón, sacando un pequeño chip para sorpresa del propio Fury, que miró con interés al rubio delante de él.

―Espero esto le sirva, director. Con el chip, si logramos meterlos en el centro de los Helicarrier, podríamos lograr control sobre los mismos y que se autodestruyan entre sí―murmuró el Uzumaki, dando un paso hacia atrás y posando brevemente los ojos en Barton, dándole una cabezada al mismo, quien imitó el gesto.