Capítulo 11.

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Hola mis lectores bonitos!Muchas gracias por ingresar a esta historia!Bueno, no cometi suicidio por honor, así que hay actualización hoy, de hecho, de ahora en adelante hay cada semana porque ahora puedo!El capítulo de hoy lo narra Mafuyu.Espero que sea de su agrado <3

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El cuerpo sudoroso, las piernas agotadas, el corazón agitado, la cabeza convertida en un lio. El día era soleado y caluroso; en aquel calor no existió el perdón. La semana de exámenes había empezado con una evaluación física; yo tenía mal estado y era torpe, mis pies se habían tropezado entre una decadente y obscura pasión, mientras mis manos se mantenían atadas. Pero trataba; escuchaba las cadenas, sentía los cortes de las cuerdas sobre el pecho, sus garras sobre mi cuello. Las intentaba quebrar. Nada que ofrecer. Nada que perder entre nosotros dos ¿Alguna vez lo hubo? No habían más que migas y los restos de un putrefacto amor. Ya no importaba.

Mis ojos lo buscaron a él entre aquella multitud; el calor había bañado su piel mientras talento era emanado por cada uno de sus poros. Un salto hacia las barras, un gol en el partido, flexiones de brazos y el arma secreta de los relevos. Uenoyama era realmente genial. El corazón me retumbó de manera estruendosa cuando una resplandeciente sonrisa me fue regalada, las mejillas me cosquillearon ante su imagen. Popular y talentoso, amigable, inteligente, terco; habían tantas cosas que me gustaban de él. Diferente y destructivo. Mi atención fue enfocada hacia el suelo; sobre la cancha una botella de agua vacía se encontraba rodando. Un nudo se armó sobre mi garganta, lo miré otra vez; majestuoso e inalcanzable, el pecho me pesó.

¿Lo arruinaría a él también?

"Uenoyama es realmente atractivo, ¿No lo crees?" Dos chicas, pequeñas y bonitas se encontraban conversando a mi lado, cerca de las gradas. El calor era insoportable. No había llegado el primer día de verano.

"¿No lo sabes?" La otra chica negó, con una mueca curiosa y un tenue rubor entre los pómulos "Él tiene novio" Aquella mueca de desagrado y decepción.

"¿Novio?" Su voz fue burlona "¿Te refieres a un hombre?" Su boca se deformó en el asco "Que desperdicio de buen material" Aquellas risas, las fotos, los golpes, las ansias, el ser apuntado y rechazado. Me abracé a mí mismo, las manos me temblaron al igual que el corazón, mis piernas no fueron capaces de sostener a mi cuerpo. Tan débil como inútil. Patético.

"Fue triste cuando me enteré" Los gritos de la multitud parecieron lejanos e irreales "Antes pensaba que él era normal" Normal. Sonreí, quebrado y manchado.

Normal. Yo lo había arruinado a él.

"Yuki es un verdadero homo después de todo. Hombre, y pensar que él me quitó mi puesto como capitán del equipo, espera a que se expandan estos rumores, le quitaran su posición por decisión popular" Lo había arruinado otra vez. Mil veces más, era todo lo que sabía hacer.

Yo no era normal. Fue amargo y doloroso el aceptarlo, involucrarlo no quería que fuese una opción, no obstante, dejarlo, los ojos me ardieron al igual que la garganta; respirar fue difícil entre el sudor y el sol. Era doloroso el mero pensamiento de apartarlo de mi lado. No quería ser odiado, pero era egoísta, buscaba ser amado pero le mentía. Ambicionaba quererlo pero él era herido. Porque yo era anormal.

"Las mujeres son mucho más hermosas cuando no dicen basura de los demás" Un brazo se acomodó sobre mi hombro de manera protectora y celosa "Ustedes sabían que Mafuyucchi estaba escuchando, ¿No es así?" Mis ojos se enfocaron en Itaya, su expresión fue fría e indiferente "A Uecchi no le gustan las malas personas" Las chicas rodaron los ojos antes de alejarse. El de cabello rojizo me miró. Bajé la nuca con impotencia, con unas manos inútiles y heridas.

Nostalgia de invierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora