Nostalgia de invierno.

Capítulo 19.

¡Hola mis preciosos lectores! 

Que no se note lo mucho que me duelen los finales con el mes de demora que traje para el final. Pero bueno, siempre son difíciles de escribir.

Muchas gracias a todas las personas que apoyaron esta historia y se toman el tiempo y el cariño para leer. De verdad gracias.

El último capítulo lo narra Mafuyu.

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Y cuando creía que había pasado todo. Me pasó él.

Fue invierno cuando me encontró. Uno cualquiera. Uno repleto de nostalgia y amargura, uno donde lloré sobre retazos de corazón y melodías oxidadas. Cuando lo conocí me dio miedo mirarlo, cuando lo miré me aterró el besarlo, cuando lo besé amarlo parecía inconcebible, y ahora que lo amo inconcebible es vivir sin él. Por Ritsuka Uenoyama cantaría todas las canciones de amor jamás escritas sabiendo que tendrían sentido, por él me ahogaría en esa mirada para colorearme entre cielo y eternidad, por él me convertiría en polvo de estrellas y letras cuyo significado solo se podrían comprender en un beso. Por él quería ser tanto. Esta vida. La siguiente. Otra más. Cada una de ellas lo encontraría para volvernos a enamorar en invierno. Uno cualquiera. Uno como hoy.

"No te vayas a quedar dormido, Uenoyama" Pero hoy era verano "Recuerda que Haru y Akihiko nos van a estar esperando en la tarde" El primero de nosotros dos. El nombrado suspiró, sus brazos se estiraron de manera perezosa en el aire, él me buscó, su tacto fue cálido y magnético. La cancha de básquetbol era grande y el anfiteatro se encontraba vacío.

"No entiendo porque debemos seguir viniendo a clases" Ni el estridente sonido de un partido de básquetbol ni el crujido de las graderías fueron lo suficientemente fuertes como para opacarlo a él "No estamos haciendo nada" Su cabeza se había acomodado sobre mi hombro, su mano entrelazada a la mía. Eléctrico y chispeante. Adictivo.

"Aún nos queda una semana para cerrar el semestre" Sus cabellos estaban acariciando mi cuello y la punta de mi nariz, tenía mariposas aleteando desde el vientre hacia la garganta. Tan cerca "Sin los exámenes no hay mucho que hacer" Sus piernas al lado de las mías, nosotros en el último escalón. Alto. Tan alto que dolería al bajar.

"Mafuyu" Su respiración fue nerviosa y agitada contra mi piel. Aterciopelada e intoxicante "¿Ya has pensado que harás en las vacaciones?, ¿Has buscado trabajo?" Él se levantó, sus ojos fueron tanto que no pude pensar en nada más. Tenía al azul de su cielo impregnado en mis pensamientos y al añil de su océano sosegando mi alma.

"Aún no" El grito de los jugadores fue estridente al haber anotado un punto, la fragancia de Uenoyama era viciosa y peligrosa "¿Tú has buscado algo?" La ansiedad se había escrito en el rostro de mi novio, él frunció los labios, su mirada me buscó para volverme a soltar. Me encontró otra vez, suspiré.

"Yo" Lo único que amaba de él "He estado pensando en algo" Era todo. Él se acarició la nuca, sus manos se habían humedecido, él me estaba sosteniendo con fuerza "Akihiko me recomendó para una vacante en una tienda de música y están buscando a dos personas, así que" No fue necesario que él terminara de hablar.

"Me encantaría pasar todo el verano ahí contigo" Yo ya lo sabía "Gracias por pensar en mí" No. Él era quien lo sabía en realidad. Si, cada una de mis emociones él las había tomado para quedárselas, y ahora.

"Mafuyu" No podía respirar sin él "Me siento un poco nervioso" Mis palmas acariciaron sus facciones, el tacto fue íntimo y magnético, el aire estaba caliente "Esta será la primera vez que pasaremos tanto tiempo separados desde que somos pareja" Él bajó la nuca, apreté su mano con fuerza "No me gusta" Tenía el corazón embriagado con un latido atronador y la mente deshecha en caos. Repleta de él.