Nostalgia de invierno.

Capítulo 18.

¡Hola mis bonitos lectores!

Uy, que raro estoy actualizando cuando aún hay luz de día y la traje una semana tarde, porque cuando una historia esta por terminar me vuelvo muy perfeccionista, pero los spoilers del manga me dieron vida y acá me tienen.

Este capítulo lo narra uenoyama.

Espero que sea de su agrado.Mil gracias a quien lee.

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Soñar despierto era mirar a Mafuyu Sato.

El invierno había sido tan frío que pensé que mi cuerpo se congelaría al escuchar sus lágrimas del otro lado de la cama. La nostalgia había sido tan despiadada que perjuré que mi amor se perdería como polvo entre delirios y fantasías de estrellas. Sonreí, hubieron tantas cosas que ya ni siquiera puedo recordar. Cada vez que miro a mi novio los fragmentos a su lado regresan en un luminoso y cegador instante. No puedo creer la suerte que tengo. Tenía la cara ardiendo y el cabello desarreglado al frente de un espejo, mis manos estaban temblando sobre mi chaqueta mientras trataba de terminar de vestirme. Acaricié la pulsera sobre mi muñeca. Suspiré, tomando la botella de perfume, estaba seguro de que ni siquiera una eternidad sería suficiente para poder pasar a su lado. Mi corazón se había hundido en una sofocante taquicardia. Mi mundo era tan pequeño que me cabía entre las palmas de las manos, a veces lo guardaba dentro de mi bolsillo, otras veces él eclipsaba cada pieza de mi alma.

"Ritsuka tu novio está esperándote afuera" La voz de mi hermana heló cada uno de mis nervios, me miré en el reflejo por una última vez, sabiendo que tenía esa clase de cara. Sonreí, dicen que quien se enamora primero pierde.

"Voy" No obstante, para mí quien nunca dejase de amar sería el ganador.

Era una mañana cualquiera. Una de verano. Los rayos del sol golpeaban con crueldad las calles de la ciudad. Al frente de mi casa el dueño de mis suspiros me estaba esperando. Él me extendió una mano, el estómago se me llenó de cosquillas al recibirla. Quería atesorar esta clase de sensación por siempre, no obstante, como el siempre no existía, por el momento lo guardaría en esa bonita mirada.

"¿Por qué estas acá?" Habíamos empezado a caminar hacia el paradero, habían pocas personas transitando a nuestro alrededor "Yo te iba a pasar a buscar" Pronto nuestro agarre se convirtió en un abrazo. Su cuerpo comenzaba donde terminaba mi cordura.

"Siempre me pasas a buscar tú" Una tímida y sutil capa de vergüenza se dibujó entre sus mejillas, él se acomodó un mechón de cabello detrás de la oreja. Lindo "También quiero hacer cosas por ti" Mi palma ascendió desde su cintura hacia sus hombros, él era suave y reconfortante, él tembló con aquel tacto. Codicia.

"Pasar el día contigo es más que suficiente" Me rasqué la mejilla, nervioso, tenía la lengua enredada en emociones demasiado complicadas para un primer amor "Mafuyu" El nombrado me miró con un par de curiosos y grandes ojos.

"¿Si?" Era vulnerable ante él. Ni siquiera me podía sostener.

"¿Has estado buscando trabajo?" Mis pensamientos terminaron antes de comenzar, reí, ansioso "Yo, digo" Amar era hermoso y destructivo "Si, trabajo" Había trazado una cruz sobre mi corazón y le había dado un mapa. Ahora que él lo había encontrado.

"No, pensaba buscar algo cuando llegaran las vacaciones" Ambicionaba que él me diera uno igual. ¿Qué tan cerca podía ir? "Pensé que te lo había dicho" ¿Qué tan lejos tendría que estar? Mi mente se había convertido en un desastre de magnitud excepcional. Me acaricié la frente, parecía tener fiebre por culpa del verano, las risas de las personas a nuestro alrededor eran lejanas y el tránsito calmado.