"Por favor, ámame está Navidad y el resto de nuestras vidas".
Un intercambio de regalos no parece ser la gran cosa. Pero Maya Fey no es tonta, y está dispuesta a unir ciertos corazones. Por eso mismo, está Navidad, varios límites serán cruzados. Emp...
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Phoenix todavía subestima a Maya. Todavía no es consciente de hasta donde puede llegar su locura. Y claro, nuestra médium fan de las hamburguesas no está dispuesta a dejarlo así.
–Declaro al acusado...¡No culpable!–Dictamina el juez seguido de un golpe con su mazo. Se abre la sesión, por lo que Phoenix toma su maletín y dispone a salir de la corte.
Otro caso con veredicto de inocencia. ¡Toma ya, otro punto para Nick!
–Bueno ¿qué quieres hacer hoy?–Pregunta el abogado, mirando a su asistente, quien curiosamente se mantuvo callada todo el juicio, tachenlo de exagerado pero resulta sospechoso.
–¿Qué te parece si antes de irnos vamos a visitar a Edgeworth a su oficina? Hace tanto que no hablamos con él.
–Estará ocupado...–Y hay va otra vez, Phoenix Wrigth poniendo excusas para no ver al fiscal. Por si no había quedado claro...¡Phoenix y Miles de ultra adoran en secreto! Toda la maldita corte ya se dió cuenta de los sentimientos innecesarios que traen estos dos.
–Vamos Nick, quiero verle ¿tú no?–Responde Maya mientras infla sus mejillas igual que una niñata.
Por supuesto que quiere ir a verle, con sólo recordar al fiscal los ojos de Phoenix adquieren ese brillo tan único. Entonces recuerda la idea de Maya: el intercambio de regalos. ¿Edgeworth estará de acuerdo? ¿Participará pese a su problema con la Navidad?
Sólo hay una manera de saberlo.
–Esta bien, saludamos y ya ¿Entendido?–Dice Phoenix. Vencido por Maya la Mística otra vez.
–¡Si!–Con ambos llenos de ánimos, suben por el ascensor hasta llegar a la oficina del fiscal.
Estando frente a la puerta, Nick se toma un minuto para tranquilizarse. Le sudan las manos y su corazón está agitado.
–¿Pasa algo Nick?–Pregunta Maya.
–Si, es sólo...que desde que ya no está contra mí en los juicios dejamos de hablar tanto.
Maya pone una mano en su hombro, y dedica su más radiante sonrisa. Phoenix estará bien siempre y cuando la tenga a su lado. No sólo como amiga, sino como si familia.
–No te preocupes, sé que a Edgeworth le hará ilusión verte.
Ya estando mejor, Phoenix abre la puerta lentamente. Asomando la cabeza.
–Edgeworth, siento...¿molestarte?
Miles no se encuentra solo en la oficina. Franziska, Gumshoe, Maggey, Athena, Apollo, Trucy, Pearly, Blackquill, Gavín y Larry están ahí, todos apretujados en la oficina. Maya y Phoenix son observados por toda esa multitud.
–¿Qué cara...?–Murmura Phoenix, pero al ver que Trucy y Pearl están presentes, cambia su comentario–¿Qué está pasando aquí?
–¡De seguro todo es culpa tuya Phoenix Wrigth! ¿Porqué nos citaste aquí?–Exclama Franziska mientras estira su látigo, pero no lo usará pues de por sí la habitación es pequeña. Además, si rompe algo tendrá que oír los regaños de su hermano.
–Más te vale tener una explicación para esto Wrigth–Comenta Miles, cruzado de brazos con esa mirada asesina tan común suya–¿Qué hace toda este gente en mi oficina?
–Señor Wrigth, nos dijo que era urgente que vinieramos aquí–Dice Athena con los puños apretados–"Mejor nos hubiera citado en un sitio menos deprimente"
Eso último lo dijo Widget, el collar de Athena.
–E-Es broma señor Edgeworth, s-su oficina es muy bonita–Se disculpa la abogada pelinaranja..
–Tienes razón, es muy deprimente–Comenta Klavier, quien sólo pasa de todo, sentado a lado de Apollo, quien prefiere guardarse sus opiniones.
–¡Un momento! Yo no los cité aquí–Exclama Phoenix–¿De qué me hablan?
–Anoche nos envió un mensaje señor Wrigth–Responde Apollo–Nos dijo que era urgente.
–Pero yo no...–Si, fue ella Nick–¡Maya!
–Pensé que de otra manera no iban a venir–Responde Fey, con una sonrisa algo malvada.
–¿Cómo desbloqueaste mi celular?
–Fácil, la contraseña es M...
–Okey, no lo digas en voz alta–Nick no podía tener más rojas las mejillas.
–Maya la Mística ¿Porqué nos citó aquí?–Pregunta Pearl mientras se muerde una uña.
Maya se pone en medio de la oficina, vista por todos, guardando silencio. Toma del escritorio una hoja blanca y una pluma.
–Necesito que escriban sus nombres, también un botecito dónde hecharlos.
Continuará...
Gracias por leer ❤ Nos vemos en el siguiente capítulo! <3
