Maya se arrepintió al día siguiente de hacer el intercambio. Vale, está bien, no han pasado ni veinticuatro horas pero ya se arrepintió.
–¿Qué?–Volvió a preguntar la médium.
–¡No sé que regalarle a mi querida Franziska! ¡Maya ayúdame!–Grita Larry quién ya llevaba un total de seis horas en la agencia, todo el mundo a excepción de Maya huyó. Pobrecita. F en el chat.
–Larry, fuiste tú quien quería regalarle algo a la señorita Von Karma–Responde Maya ya más que harta–¿Qué quieres que yo haga?
–¡Necesito ayuda! También eres una chica ¿No? ¿Qué le puedo regalar a Franzys?
–No lo sé, es tan... distante, piensa un poco, una mujer como ella ¿Qué es lo que le gusta?
–¡Por eso mismo te pregunto! ¿Qué hago?
–¡No lo sé pero ya vete!–Exclama Maya, perdiendo la compostura–Primero tengo que convencerla de que vaya, también a Miles, le prometí a Maggey que ayudaría con la cena, además debo ir al pueblo Kurai'n y...
–Hey, hey, Maya tranquila, aún falta para Navidad.
–¡Es la siguiente semana!–Se lleva ambas manos a la cabeza–Arrggg...
Por suerte una llamada la salva de una casi evidente explosión. Se va a otra habitación y responde al celular.
–¿Si?
–¡Buaaaaa! ¡Maya la Místicaaaaa!
–¿Pearly, que pasa?
–Me dijo que no le dijera a nadie sobre quién me tocó en el intercambio, pero no sé que regalarle...–Pearl al otro lado está sollozando, igualito a cuando tenía ocho años–¡No sé que hacer, ella me va a odiar!
–Pearly, no pasa nada, cualquier regalo estará bien–Habla mientras abre la puerta y hace señas para que Larry salga–Ella te lo agradecerá.
Ni modo Larry, tendrás que pensar tu solito en un regalo para Franziska Von Karma. Este pareció entender la indirecta pues se retiró dejando un charco de lágrimas detrás suya.
Pero ni Larry ni Pearl eran los únicos con el dilema de "¿Qué voy a regalar?" pues en otro lugar de la ciudad, Klavier está quemando sus neuronas, pensando en un regalo para el señor frente. Vamos, un chico tan sencillo como él (en el buen sentido) no debería ser tan exigente, pero ¿y si no es suficiente?
Klavier quiere acercarse a Apollo, que lo vea como un amigo (y puede que algo más...), por eso mismo decide salir a afuera para encontrar algo. No sé...
El fiscal camina entre las calles de la ciudad, viendo los escaparates de las tiendas, nada le convence, y de hecho hasta lo hace sentir mal. ¿Será que no conoce en realidad a Apollo Justice?
Y mientras Gavín camina por ahí, Simon Blackquill hace lo mismo pero en el centro comercial, mirando las tiendas de ropa. En primera ¿Athena es de esas chicas que se fijan en la moda?
–¿Busca algo en especial?–Pregunta una empleada.
–Si, busco algo para una chica alegre, simpática, que habla con robots y que sabe leer las emociones de la gente ¿Qué me recomiendas?–Pregunta Simon con el tono mamón que lo caracteriza.
–Amm...¿Un suéter?
–Si, claro, seguiré hechando un vistazo–A la empleada no le quedó de otra que retirarse.
Claro, fue una casualidad tremenda que entre los pasillos distinguiera a Apollo Justice, ya saben, detalles que benefician a la trama.
–Apollo Justice ¿Qué hace aquí?–Muestra una sonrisa burlona–No me diga que comprando ropa de chica para usted...
–¿Qué? Claro que no, vine...por una cosa ¿Y qué hace aquí fiscal Blackquill? ¿Comprando ropa de chica para usted?
Al menos ya no es un pasota que no acepta una broma.
–¿Pasa algo fiscal Blackquill? Parece preocupado–Pregunta el abogado de rojo, captando los tic's nerviosos del otro.
–Tan sólo... necesito una guía, no conozco nada de ropa.
–«Eso ya lo sabía, viendo tus pintas»–Pero claro, no lo dirá en voz alta–A lo mejor te puedo hechar una mano.
Y con esto inicia la fantástica y fabulosa aventura de Blackquill y Justice por el regalo perfecto. Un regalo para Athena. Pero no son los únicos, Phoenix estaría caminando por las tiendas, buscando algo para Miles, quién todavía no ha entrado al juego.
¿Maya cumplirá su promesa de hacer que Edgeworth y Franziska asistan?
Continuará...
¡Nos vemos en el siguiente capítulo! <3
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Cuatro Regalos (Ace Attorney)
Fiksi Penggemar"Por favor, ámame está Navidad y el resto de nuestras vidas". Un intercambio de regalos no parece ser la gran cosa. Pero Maya Fey no es tonta, y está dispuesta a unir ciertos corazones. Por eso mismo, está Navidad, varios límites serán cruzados. Emp...