Cuatro Regalos (Ace Attorney)

Vive sin Temer

–¿Alguna pregunta?–Añade Maya, mientras los demás la miran perpleja.

–¿Puedo pasar de esto?–Pregunta Simon, quien tiene una cara como de estar oliendo basura.

–¡No!–Reprocha Maya–Por favor, les juro que será divertido.

Hay una pausa, todos mirándose entre ellos. Pero Pearl da un paso al frente, apretando sus puños.

–Si Maya la Mística dice que será divertido entonces yo le creo–Anuncia Pearly, con esa dulce sonrisa tan común en ella, pese a que ya es una jovencita adolescente, no deja de tener ese encanto infantil.

–Vale, entonces yo también–Añade Trucy, dando pequeños saltitos de forma, al igual que Pearly, también es algo inmadura pero tierna a la vista–¿Te apuntas Polly?

–¿Yo? No sé...–Como de una reacción natural se tratara, mira de reojo a Klavier, sentado a su lado, y cómo la oficina está a rebasar de gente, sus hombros rozan de manera ligera–¿Qué opinas Klavier?

–¿Uh? ¿Porqué me preguntas a mí señor frente? No sabía que te importará–Añade una sonrisa burlona a su pregunta, poniendo más nervioso al abogado. Maldita sea, no otra vez. Klavier Gavín siempre tiene que añadir una sonrisa coqueta, o un guiño provocativo a la fórmula. Apollo desearía tener el valor suficiente para devolverle los coqueteos.

–¿V-Vas a hacerlo o no? Yo si lo haré–Exclama Apollo, intentando no explotar.

–Si tu lo haces, yo lo haré–Suelta Klavier de golpe con una actitud más seria, todas las personas presentes escucharon fuerte y claro. El rostro de Apollo está más rojo que su traje.

–¿Polly estás bien?–Pregunta Trucy.

–Estoy...¡Bien!

–¡Entonces yo también me apunto!–Dice Athena con la misma actitud energética de siempre–Quien sabe, tengo un buen presentimiento.

–¿Cómo puedes ser tan simple?–Pregunta Blackquill no muy convencido.

–¿Y tú cómo puedes ser tan pesimista?–Responde Cyke con una sonrisa burlona–Si te da miedo esto perderás puntos para mí.

Eso último lo dijo Widget.

–Esta bien, me apunto–Simon no lo sabe pero jamás podría decirle no a Athena.

–¿Pero que haremos exactamente amiga?–Pregunta Gumshoe, quien desde el principio estaba de acuerdo, será un idiota pero sabe por dónde van los tiros.

–Un intercambio de regalos–Explica Maya–Cada quien saca un nombre y le entregará a esa persona un regalo, será nuestro detalle de Navidad.

–Es la primera vez que estoy en un intercambio de regalos–Comenta Maggey–Hace mucho que no celebro Navidad, tiene sentido porque siempre causo un desastre que hecha a perder la noche...

–¿Maggey?

–Mi vida a sido una cadena de desgracias, he sido atropellada por todo tipo de vehículos, envenenada por un sinfín de alimentos...

Supongo que por ahora, podemos pasar de ella en lo que Gumshoe la tranquiliza.

El 96% de la gente está de acuerdo en esto. Aunque todavía hay un par que ni siquiera han dicho nada al respecto, Franziska y Miles; los amargados del grupo. Ella con el ceño fruncido y él desviando la mirada.

–¿Pasa algo?–Pregunta Phoenix.

–No tengo tiempo para intercambio, estoy muy ocupada–Responde Von Karma ya a la defensiva, estirando un poco su látigo–¡Realmente me trajeron aquí para esa estupidez!

–Franziska...–Murmura Edgeworth.

–Estarás de acuerdo conmigo Miles ¿No? Nosotros no celebramos la Navidad.

Phoenix, junto con los demás, se quedaron callados. Para Miles es normal, todos sabemos la vieja historia del DL6, pero...¿Y Franziska? ¿Qué problema tiene ella con estas fechas?

–En fin, si eso era todo procederé a retirarme–Comenta la fiscal, dándose media vuelta y salir por la puerta. Nadie intentó detenerla.

–¿Y ahora que mosca le ha picado a Franzy?–Pregunta Larry, rompiendo el pesado silencio.

–Miles...–Dice Phoenix–Tú...

–No participaré en esto, tengo cosas que hacer y posiblemente tenga trabajo en Navidad–Responde rápidamente, casi de forma automática–Terminen de una vez para que se vayan.

Cómo si fueran un grupo de niños a los que han regañado, cada quien escribe su nombre en silencio y lo agregan a una taza de té que Maya escogió.

–Ahora tenemos que sacar un nombre ¿No?–Pregunta Trucy.

–¿Les parece mejor si vamos al pasillo? Para ya no molestar más a Edgeworth–Dice Maya, nadie se opuso.

Todo el mundo se marchó. Phoenix mira de reojo a Miles, quien está sentado mirando unos documentos. Quería decirle algo del estilo "Vamos, han pasado décadas", o "Ya supéralo". Pero no se atreve, porque es Miles y no es capaz de mirarlo a los ojos.

Con un nudo en la garganta, Phoenix sale en silencio, dejando a Edgeworth solo con sus pensamientos.

Continuará...

¡Nos vemos en el siguiente capítulo! ❤❤