Una Noche de Burbujas

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Klavier odia cuando las cosas no salen como se las esperaba. Claro que no es el único, todos odiamos cuando pasa eso, pero Klavier exagera a la hora de quejarse.

No ha encontrado nada para regalar a Apollo. Nada. Cero. Puntos negativos.

–«Mierda»–Es lo único que comenta sobre su situación, decide subir a su moto y darse una vuelta por la ciudad, quizás para refrescar su memoria.

Ya es de noche, la bella ciudad de Japifornia es adornada con luces, estrellas y decoración navideña. Nuestro fiscal alemán no es muy fan de estás fechas, de niño las celebraba con entusiasmo (vamos, como cualquier otro infante) pero desde que decidió debutar en The Gavinners y hacerse fiscal, es como si esas fechas se ocultaran bajo una alfombra; al igual que el resto de fechas supuestamente importantes como Halloween, cumpleaños, e incluso año nuevo.

Klavier siempre ha vivido en una burbuja de jabón, muy en su mundo donde hace lo que se le da la gana.

Sigue montado en su moto un buen rato, absorto en sus pensamientos, mirando hacia el frente. Apollo no vive en una burbuja de jabón, él no lo necesita porque sabe de cara que tan poco gratificante puede ser el mundo. En otras palabras, a diferencia de Gavín, Apollo es realista.

El fiscal alemán decide parar un momento, se baja y retira su casco. Conducir como un maniático no lo va a ayudar. Necesita oír su voz aunque sea un minuto.

Saca su celular y llama a Justice.

–¿Si? Oh, Klavier ¿Qué pasa?

–Ha pasado algo «te extraño» ¿Sabes dónde puedo encontrar a Santa?

–¿A Santa? No lo sé, un centro comercial tal vez–Apollo parece reflexionar un momento–Si, en el centro comercial hay uno.

–¿Y cómo estás tan seguro?

–Acabo de volver de ahí.

–¿De compras, señor frente?

Desde el otro lado de la línea se puede oír que suelta una risa, parece que Apollo ya no es tan vulnerable a sus bromas. Por no decir coqueteos.

–No, tan sólo un pendiente.

–El regalo del intercambio...

–Si, además quedé de ayudar a Trucy con unas decoraciones, también me encontré con Blackquill y...

Apollo le cuenta lo sucedido con Simon, Klavier se queda en silencio, una sonrisa tierna sale de sus labios. Le gusta escuchar a Apollo, tan sincero y tan lleno de vida; es la misma sonrisa que pone Klavier cuando escucha buena música.

–¿Y a qué se debe la llamada? No me digas que en verdad querías saber dónde estaba Santa–Pregunta el abogado rojizo.

–No, sólo...–Estaba a punto de decir "quería distraerme contigo» pero sabe que significaría un corte de llamada–Quería saber si ya habías encontrado un regalo.

–Si ¿Tú no?

–¿Alguna idea?

–Depende de si es un hombre o una mujer.

–Es una mujer, muy femenina y delicada.

–¿Qué tal algo de joyería? No sé, por decir algo.

–Si, es una buena idea, gracias señor frente me tengo que ir.

–Esta bien, buenas noches.

–Buenas noches...

La llamada termina, y Klavier vuelve a colocarse su casco y hace rugir su moto. Por fin ya tiene una idea, quizás rebuscada pero todo en Gavín es rebuscado.

Pero para ello necesita ayuda, y será Trucy Wrigth quien se la otorgue. Porque mientras Klavier vaga por las calles, la joven maga se encuentra en casa, intentando tejer una bufanda.

Continuará...

Nos vemos en el siguiente capítulo! (◠‿・)—☆

Cuatro Regalos (Ace Attorney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora