Simon y Apollo necesitan rezar

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–¿Qué estamos buscando exactamente?–Pregunta Apollo, quién junto con Blackquill llevan ya media hora caminando por el centro comercial

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–¿Qué estamos buscando exactamente?–Pregunta Apollo, quién junto con Blackquill llevan ya media hora caminando por el centro comercial.

–Un regalo.

–Eso...ya lo sé pero si me dijeras para quien a lo mejor podría ayudarte.

–No hace falta que te diga para quien es, sólo que es una chica–Responde fríamente, y es la verdad, no hace falta, además es...¿Vergonzoso? ¿Es vergonzoso admitir cuento te importa el regalo hacia una persona? Simon cree que si.

Apollo tenía que conformarse con eso. Bien, la pregunta del millón ¿Qué le gusta a una chica?

–Creo que la ropa podemos descartarla–Comenta Apollo.

–¿Porqué?

–Porque ni tú ni yo sabemos de eso, además no lo veo factible ¿Y si te equivocas en sus gustos?

Simon conoce a Athena demasiado bien. En cuento a sus gustos generales, por favor, se sabe al dedillo que música le gusta, cuál es su color favorito, la comida que más adora, pero es verdad que no la ha visto vestida con otra cosa que no sea su característico traje amarillo.

–Bien, ropa no ¿Entonces qué?

–¿Qué te parece un peluche? Son tiernos.

–Señor Justice, entre que tienes un diario y en qué te gustan los peluches, empiezo a sospechar que te...

–¡Y-Yo no tengo un diario! «¿Quién de la agencia te pasó el chisme?»–Los clásicos nervios de Apollo salieron a flote–No d-dije que me gustara los peluches, sólo dije q-que son tiernos.

Blackquill no parecía convencido pero no preguntó más. Decidieron seguir pasando por las tiendas hasta encontrar uno de regalos cuyas ventanas dejaban a la vista peluches del tamaño de un elefante bebé. Había osos, cocodrilos, ovejas, vacas...¿Cuál será del agrado de Athena?

–¿Tú cuál elegirías?–Pregunta el fiscal bicolor.

–Amm...–Los admira uno por uno–¿Sabes que animales le gusta?

Fácil, le gusta todos. Athena es así de alegre, por eso Blackquill no puede evitar sentirse aliviado a su lado, porque sabe que ella siente una empatía grande hacia todos y aún sabiendo su naturaleza cruel les dedica una sonrisa. Por eso Blackquill cayó encantado hacia ella.

–El pingüino se ve simpático–Comenta Simon–Me llevaré uno tamaño mediano.

–Jaja, no sé quién es pero se ve que te esfuerzas mucho por ella–Bromea Apollo. Simon no se molestó, tan sólo le devolvió la sonrisa.

–Si, supongo que si.

Simon Blackquill y Apollo Justice: misión cumplida.

Y mientras ese par caminaba sin rumbo por el centro comercial, Maya decide hacerle una visita a Franziska. Todavía queda un asunto pendiente, y si, su promesa con Larry se mantiene. Además, quiere saberlo ¿Qué problema tiene Franziska con la Navidad?

Y por ello fue al tribunal, a la oficina del fiscal donde había una posibilidad de encontrarla. Por suerte tenía razón, ahí estaba ella leyendo unos archivos.

–¿Edgeworth te deja estar en su oficina?–Pregunta Maya al entrar, trae un pequeño paquete en las manos.

–Me darán la oficina de a lado, pero preferiría mi oficina haya en Alemania ¿Qué haces aquí?–Ya tiene esa cara de molestia otra vez, su rostro que parece decir "me estás haciendo perder el tiempo".

–Vine a...convencerte–Maya se prometió no doblegar está vez, si o si debe salir de aquí como ganadora.

–¿Sobre qué? ¿Su estúpido intercambio?

–No son estúpidos, son divertidos y me gustaría que participaras.

–¿Porqué? Esta claro que no me soportan, no soy su amiga ¿Porqué voy a perder mi tiempo en eso?

Maya se impresionó un poco con aquello. Franziska ni se había inmutado en decirlo.

–¿De eso se trata?–Habla la médium–¿Crees que no nos agradas?

Franziska tuvo que pellizcar el puente de su nariz, cerrando los ojos, haciendo parecer a Maya como una tonta que no entiende nada. Así es Franziska Von Karma, haciendo sentir como idiotas a todos.

–No pienso hablar de eso contigo, así que lárgate antes de que llame a seguridad.

Maya quería tocar fondo. Algo le dice que si sigue por ese camino terminará fatal. Camina hacía el escritorio y deja el pequeño paquete.

–Es una tarta de zarzamora, Edgeworth nos dijo que era tu favorito–Ahora es Von Karma la impresionada–Es de una pastelería muy buena, mi favorito.

Y tras eso, se dio la vuelta pero Franziska la detuvo con una frase.

–Sólo no me gusta la Navidad...

Maya la mira de enfrente.

–¿Pero porqué?

Franziska desvía la mirada. Pero decide hablar, hay cierto olor a zarzamora.

–Por mi padre.

El instinto de Maya le dice que puede tomar asiento y escuchar la historia. Por primera vez desde que se conocen, Maya siente que Franziska le habla como una amiga.

Continuará...

Nos vemos en el siguiente capítulo!! ❤️

Cuatro Regalos (Ace Attorney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora