I'll be your home → Lee Haechan

Day thirty five

Las corridas de las enfermeras y médicos hicieron que Donghyuck se despertara de su siesta.

Abrió la puerta rascando un ojo y vió a Sooyoung correr llorando, su cuerpo se heló.

–¿Qué está sucediendo?–Preguntó frunciendo el ceño.

–Es Jaehyun... Sufrió un paro cardíaco, están tratando de reanimarlo.–Solji agitada se detuvo a explicarle.

Haechan como pudo corrió hacía la habitación de su mejor amigo dónde podía ver a miles de doctores y enfermeras al rededor de su cama. Podía ver a su amigo allí con sus ojos cerrados sin rastros de vida.

–Donghyuck.–La voz de Heesook hizo que el se volteara, sus ojos estaban llorosos y su nariz respingada roja.–Tengo miedo.

El pasó sus brazos por sus hombros abrazándola.–Todo estará bien, cariño.–El murmuró acariciando su cabello negro, pero había empezado a llorar el también.–Todo estará bien.

–¡No me hagas esto Jaehyun!–El grito desgarrador de Sooyoung se pudo escuchar por todo el pasillo.–¡No puedes dejarme!

Una de las enfermeras mayores la sacaron de la habitación. Solji estuvo allí para contenerla.

–Linda si no te calmas vendrán a ponerte un sedante.–Solji le ofreció un abrazo que ella acepto completamente.

–No quiero perderlo, me niego, no quiero.

Heesook cerró sus ojos con fuerza abrazando más a Haechan contra su cuerpo. Todos tenían sus ojos cerrados y rogaban por sus adentros que él volviera, y como si de un milagro se tratara la voz del doctor se escuchó.

–¡Está de vuelta!–El gritó de un doctor.–Ponganle la máscara de oxígeno.

Todos quedaron en silencio. Exactamente habían sido dos minutos sin pulso y volvió. Haechan trato de calmar sus latidos sentía que su corazón iba a salir de su pecho en cualquier momento. Heesook notó esto y tomó sus mejillas haciendo contacto visual.

–Mirame, Donghyuck, mírame.–Pidió ella cuando notó que sus ojos no querían verla los ojos cristalinos de Haechan se conectaron con los de ella.–Eso es... Tranquilo... Respira despacio.

Heesook era buena calmando a Haechan cuando sucedían estas cosas. Había aprendido demasiado.
El doctor salió y haciendo que todos lo observaran expectantes.

–No le queda mucho tiempo... Tuvo suerte esta vez. No llegara a una segunda vez el realmente necesita ese donador.

Todos se miraron entre ellos y bajaron su mirada.

–Cuando despierte podrán verlo, pero no lo alteren. Su situación es delicada.

Luego de seguir las indicaciones y esperar horas afuera de la habitación de Jaehyun vieron a unos médicos pasar para luego informarles que podían pasar pero no sin antes repetirles las indicaciones.

Haechan pasó primero, lo vió allí con una máscara de oxígeno y sin su gorro. Tanta quimioterapia su cabello casi había desaparecido pero al ver a su amigo sonrió con tristeza sentándose a un lado.

–Estuve cerca.–Él se encogió de hombros.–Casi me voy.–Una sonrisa se mostró en sus labios.

–No vuelvas a asustarnos de esa forma, aún no puedes irte, tienes toda una vida por adelante conmigo, Heesook y con Sooyoung.

–Lo siento amigo... No me siento fuerte últimamente.

–Te ayudaremos a ser fuerte, te pedimos entre todos que resistas un tiempo más. Prometo que llegara ese donante. Solo...–Donghyuck tomó su mano bajando la mirada.–Resiste... resiste un poco más, por favor.–Las lágrimas de Haechan caían como cascada en la mano de Jaehyun.

El mayor acarició el cabello de Donghyuck.–Lo haré. Ya, deja de llorar...–Con su mano libre quito las lágrimas que estaban en las mejillas del menor.

Luego pasó Heesook quien no pudo aguantar las lágrimas y lloró al lado de Haechan.

–Si lloran así porque volví no quiero saber lo que será mí funeral.

Sooyoung entró luego, no tenía la bata del hospital y se podía observar sus manos temblar. La muchacha de cabellos negros tomo el rostro de su amado para observarlo con delicadeza.

–Hola mí amor.–Jaehyun sonrió haciendo que sus ojos se oculten.–¿Cómo estás?

Sooyoung frunció sus labios y luego ocultó su rostro en el cuello del mayor.–Me asusté tanto, pensé que te perdería para siempre.

Heesook le hizo señas a Haechan para que salieran. Ambos saludaron a Jaehyun antes de hacerlo.

Estaban parados en frente del gran ventanal, en silencio hasta que ella habló.

–¿Crees que llegue a pasar lo mismo con nosotros?–Preguntó sin despegar la vista de las luces que empezaban a prenderse de a poco.–Es decir, que uno de los dos se vaya...–Ella acarició sus brazos intentando encontrar calor.–Tengo miedo, nunca pensé en decir eso porque siempre creí que era mí destino hacerlo pero desde que te conocí eso ha cambiado.–Las lágrimas caían de los ojos de Heesook evitando hacer contacto con los de Haechan.–Dios, Donghyuck estoy tan asustada...

Él se acercó a ella para envolver sus brazos en su cuerpo, dejó unos besos en su cabeza para luego reposar su mentón en ella.–¿Quieres saber algo? Lo he estado pensando hace unos días... Siempre he dicho que si alguien está vivo es por una razón... Que alguien o algo lo tiene atado a este mundo.–Donghyuck acariciaba lentamente su cabello a medida que iba hablando.–Pero en todos estos años que yo estuve aquí no lo había encontrado jamás, hasta que tú llegaste a mí vida. Y es algo con lo que estoy tan feliz y agradecido... Tú me haces feliz Heesook. Todas las pequeñas cosas que haces me hacen feliz. Tanto que por las noches antes de dormir no puedo dejar de pensar en ti y mi sonrisa es tan grande que hace doler mis mejillas.–Las manos de ella hicieron presión en su abdomen soltando un leve sollozo.–Tampoco pude decir nunca que he tenido un hogar hasta ahora... Nunca me he sentido cómodo en ningún lugar, incluso aquí hasta que te vi en este pasillo. Eres mi hogar Heesook y yo siempre seré tu hogar. Por favor nunca lo olvides.–Haechan acunó su rostro en sus manos para luego dejar un beso en sus labios.

Heesook acarició su mejilla lentamente, había encontrado su propósito de vida. Ambos lo habían hecho.

Hola sí llore mucho😭😭. Espero que no me odien x esto.