Epílogo

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-Haechan... Por favor, tienes que comer algo. No podrás recuperarte si no lo haces.-Sooyoung rogaba al ver el plato de comida intacto.

-No, no puedo.-Él negó mirando sus manos.-Sooyoung... la extraño muchísimo. Ella...

No pudo terminar de hablar porque había comenzado a llorar provocando que su voz se cortara.
Las caricias de Sooyoung en su cabello lo hacían recordar a Heesook, pero su perfume era tan diferente que podría reconocer esa fragancia a kilómetros.

Unos golpes sonaron en la puerta provocando que ambos se separaran de su abrazo.

-¿Interrumpo?-La sonrisa triste de Jaehyun apareció en su rostro. A pesar de estar próximo a su cirugía el ambiente era de un tono gris, todo se había vuelto aburrido y monótono.

-No... Yo ya me iba.-Sooyoung limpió velozmente las lágrimas que habían caído de sus ojos para brindarle una sonrisa a su pareja.-Los veo luego.

Jaehyun tomó asiento en la silla a un lado de Haechan quien tenía la vista perdida en su regazo.

-No voy a preguntarte "¿Cómo estás?" o "¿Cómo te sientes?" porque la verdad todo está como la mierda misma.

-Concuerdo.

-Pero...-Dijo Jae rápidamente.-¿Crees que a ella le hubiera gustado? ¿Le hubiera gustado que estés así?

-Jaehyun... No hace falta.

-Sí que la hace, Haechan. ¡Mírate! Respóndeme, ¿Crees que a Heesook le hubiera gustado verte así? Eres alguien que alegra a las personas con tu presencia.

-¡La persona que hacía mis días alegres no está, Jaehyun!-Los ojos llorosos de Haechan se conectaron con los de Jaehyun.-Ella... simplemente se fue...

-No...-Jaehyun negó levemente.-Ella está aquí.-Tocó suavemente la sien de Haechan.-Y ahora llevas una parte de ella aquí...-Su mano se posó sin hacer daño sobre su pecho, para ser más preciso, en donde se encontraba el corazón quien fue de Heesook.

La mano de Haechan se posó en su corazón y lo sintió latir, sus ojos se cerraron involuntariamente, estaba allí, podía sentirla, podía escuchar aquella risa contagiosa, esa voz tierna al cantar las canciones de las películas animadas que tanto amaba, su voz al decirle te amo, podía escucharla.

Sus ojos se abrieron lentamente para mirar a Jaehyun, pero ellos se dirigieron a la puerta donde pudo ver a una muchacha de cabello negro y largo, piel blanca como la nieve, un barbijo negro sin colocar correctamente dejando ver aquella sonrisa característica haciendo que sus ojos se ocultaran.

Lo estaba saludando.

-¿Qué es lo que estás viendo?-Jae se volteó al verlo con una sonrisa melancólica en su rostro.-¿Quieres que llame a Sooyoung?

-Estoy bien, hyung.

La recuperación de Haechan iba muy bien, los médicos lo llamaban 'milagro' pero él sabía muy bien que no era un simple milagro, era una persona en especial. Era su Heesook, su ángel.

Su madre iba verlo durante su recuperación, llevando diferentes cosas para intentar acercarse a su hijo, todas fallaron.

-¿No crees que deberías darle una oportunidad?-Haechan, Sooyoung y Jaehyun se encontraban sentados en frente del ventanal.-Ha estado viniendo desde la operación.

-No lo merece.-Haechan bufó.

-Haechan...-La voz de Jaehyun sonó en tono de reto.-Es tu madre después de todo.

-¿Las madres abandonan a sus hijos en hospitales sin dar rastro de vida durante años?-Haechan preguntó mirando al muchacho mayor.-No, no lo hacen. Se supone que debería haber estado cuando más la necesité, todas esas noches que...-Su voz de cortó y miró hacía el frente evitando el contacto visual.-Todas esas noches dónde sentía que ya todo estaba perdido... Que tal vez ya era momento de partir ¿Dónde estuvo, eh? Ahora simplemente es una extraña.

I'll be your home → Lee HaechanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora