p i r ó m a n o

cap.2

Estaban en vacaciones, tenían dos meses para relajarse, pasarlo bien y no hacer nada.

Ray estaba nervioso, los padres de Emma irían a visitarla ese día, los conoce de hace años, pero siente que los padres de su amiga todavía lo ven como un peligro.

Al menos su padre ya que es muy sobre protector, cada vez que ellos van el solo se digna a saludarlos y luego encerrarse en su habitación.

Norman no entendía el porqué lo trataban así, con el eran diferentes, parecían estar más a gusto con el Albino que con el azabache.

Emma se molestaba bastante con sus padres por el simple hecho de hablar mal del chico a sus espaldas y su enojo aumentaba cuando comparaban a Ray con Norman, era claro que ninguno se parecía pero no soportaría que trataran así a Ray.

Llegaron más temprano de lo habitual, Norman estaba en la habitación de Ray, viendo alguna que otra película, aunque ninguna se veía interesante en ese momento.

-quiero ver esa- dijo apuntando a la película que se encontraba disponible, dudo por un momento ya que era de terror.

-¿te crees muy valiente? A penas viste la huérfana y vas a ver el conjuro 2- Ray se molestó por el reciente comentario.

Ah pero no se va a quedar así, no no, le arrebató el control apagando la televisión con una sonrisa victoriosa, por si me lo preguntan fue inmaduro pero sabemos que mi opinión en estos momentos no sirve.

Norman lo miró por unos segundo tratando de procesar lo ocurrido, bajó la cabeza riendo un poco, Ray quien estaba sentado en medio de sus piernas le dió un golpe en el brazo, así se podría callar.

-eres un inmaduro.

-¿ah si? Dile eso a mi Dobby.

Levantó a la cachorrita de Emma que estaba vestida del elfo de Harry Potter, olvide mencionar que Ray tenía una bufanda de Slytherin.

Ambos estallaron en carcajadas, no podían parar de reír y parecían quedarse sin aire, Norman abrazó a Ray por la cintura recostandose en la cama dejando a Ray encima suyo.

Norman lo miró serio, no lo quería soltar y su agarre era fuerte, las mejillas del azabache comenzaron a calentarse con un leve sonrojo de su parte.

-te llevaré al inframundo Ray- susurró cerca de su oído sacándole un suspiro pesado y agitado, la voz de Norman había sonado como si lo quisiera matar o algo así.

Seguido de eso Ray le sonrió pícaro subiendo al cuello de su amigo, comenzando a hacerle unas cuantas cosquillas así lo soltaba.

Las risas volvieron a llenar la habitación, olvidando por completo que estaban los padres de Emma.

-carajo, Ray, Norman guarden silencio que mis padres están aquí y ustedes saben como son- dijo rodando los ojos.

-perdón.

-no me importa- Ray aprovechó la oportunidad para levantarse y salir corriendo hasta la cocina.

Emma lo Miró de reojo mientras caminaba en dirección a sus padres.

Por fortuna los padres de Emma estaban afuera, mejor dicho en el patio, pero aún así escuchaban las risas de ambos chicos, lo cuál les desagradaba.

Ray estaba escapando de Norman a toda costa, se puso los zapatos y corrió sin rumbo a unas cuadras de la casa, estuvo unos momentos esperando a que Norman saliera y así correr.

En la entrada se divisó un chico de alta estatura corriendo a toda prisa, Ray se asustó por lo rápido que salió.

Comenzó a correr con la esperanza de que Norman no lo atrape, su resistencia física no era la mejor y comenzó a quejarse.